DahyunSus labios están en los míos, no lo creo, estoy soñando, no lo puedo ni imaginar, pero si es un sueño lo voy a disfrutar. Entonces reacciono, lo beso. La sensación de sus labios contra los míos es lo más placentero que he probado, es como si el mundo desapareciera rápidamente dejándonos solos, en una burbuja de la cual no quiero salir, quiero quedarme aquí, en este sueño.
Sana me acerca más a su cuerpo, mis manos toman vida propia y viajan a su cabellera castaña, no quiero separarme de ella, si voy a morir quiero que sea aquí y ahora. El beso es suave y exigente, como si ambas lo habíamos deseado por bastante tiempo, mi mundo lo puedo ver de mil colores, mi primer beso... Esperen, ¡ESTOY DANDO MI PRIMER BESO Y ES CON SANA! La verdad no me molesta que la castaña tome ese papel tan importante en mi vida, solo siento, solo disfruto, pero parece que el mundo no nos quiere juntas y el aire comienza a faltarnos. Nos vamos separando poco a poco, hasta este momento me doy cuenta que mantenía mis ojos cerrados. Sana no permite que me vaya lejos y une su frente a la mía, sus ojos están de un dorado tan intenso que me hace templar, sus labios rojos e hinchados y entonces me cuestiono. ¿Le habrá gustado el beso? Es mi primer beso, pero no quería parecer una tonta inexperta.
—No vamos a morir—la sonrisa que Sana me da, hace sufrir a mi corazón. ¿No ves que me vuelve loca tu sonrisa? Debería ser un delito tener esa sonrisa tan endemoniadamente sexy.
—Creo que yo si voy a morir—le digo, mi cara arde de la vergüenza.
Ja, ahora tienes vergüenza, pero cuando estabas devorando su boca no, ¿dónde quedo la vergüenza en ese momento?
—Cállate conciencia no me lo recuerdes.
Tranquila yo no te lo voy a recordar, tu misma lo harás cuando vayas a dormir y empieces a besar la almohada.
—Eso no pasará.
Sabes que sí.
—Piérdete.
—¿Por qué dices que vas a morir?—Sana me saca de mi discusión con mi conciencia, me mira divertida. MALDITA, NO VES QUE ME MUERO Y TU TAN TRANQUILA.
—Muero de vergüenza—admito sonrojada.
—Vergüenza, ¿por qué?—pregunta y veo la comisura de sus labios levantarse.
—Pues por...
Ya arreglamos el problema, pueden seguir disfrutando de la atracción.
Un grito sale de mis labios cuando la montaña rusa empieza a moverse, Sana agarra mi mano y la aprieta. Después todo es vueltas y vueltas hasta que por fin paramos. Bajamos los dos en silencio, ella aún no suelta mi mano y tampoco quiero que lo haga. Cuando llegamos donde los chicas no puedo evitar reír.
—Chicas, ¿sabían que Sullyoon no puede ver violencia?—les digo. Nayeon le está haciendo una llave a Momo y Sullyoon solo ríe animándola a que siga haciendo sufrir a Momo.
—Estoy bien—me mira como un angelito robándome el corazón.
—No señorita, no le ponga esa cara a Dahyun, manipuladora, sabes muy bien que la vas a convencer si haces eso—la regaña Sana en tono dulce salvándome de decir que sí.
—Pero es gracioso—hace un puchero y me la quiero comer.
—¡Auch!—todos miramos como Nayeon suelta a Momo y le golpea la cabeza.
—Eso es para que me respetes imbécil—le dice Nayeon y se cruza de brazos.
—Mami, quiero un algodón de azúcar—dice Sullyoon y todos miran a Sana, pero luego sus miradas caen en nuestras manos entrelazadas.
—Creo que estamos sobrando—se burla Momo y mi cara vuelve a ponerse roja.
—Mami, mi algodón, ¡porfis!—yo solo sonrío al ver la carita de Sullyoon
—Vamos—y todos caminamos hacia el hombre mayor que vende algodones.
Pasamos toda la noche jugando y divirtiéndonos todos. Sana no me suelta en toda la noche, me sujetaba como si fuera su novia y eso hace que me enamore más de ella. Nos tomamos muchas fotos y bueno Sullyoon es todo sonrisas. Ahora nos encontrábamos Sana y yo en la banca que hay en mi casa, Momo se ofreció a llevar a Nayeon y Sullyoon se quedó dormida en el camino por lo que la llevamos a la mansión y después Sana me trajo a casa.
—La noche estuvo grandiosa, gracias por llevarme—le digo sincera.
—No hay porqué, gracias a ti por hacer a mi hija y a mi feliz—mi corazón quiere saltar fuera de mi pecho—Dahyun tú... tú—lo noto nervioso y eso hace que yo también este nerviosa.
—¿Tú?
Lo aliento para que hable.
—Yo... Tú me gustas Dahyun y mucho, maldición parezco adolescente cuando estas cerca, de verdad—ahora literalmente puedo morir.
—Yo... Sana—un bufido sale de mis labios y eso me hace mirar sus labios, creo que es demasiada tentación. Me lanzo a sus labios como respuesta, ella se torna sorprendida, pero me responde de igual manera. Este beso no es dulce como el primero, es demandante y posesivo, nuestros labios pelean por ganar la batalla, ella me acerca agarrando mi cintura y yo tirando de su nuca, sigo besándola como si la vida se fuera a acabar. Sana pasa su lengua por mi labio inferior lo que me hace abrir la boca y ella adentra su lengua en mi boca, toco tímidamente con mi lengua la suya y el torrente de sensaciones que este acto hace que sienta me hace templar. Nos separamos por aire y digo con voz entrecortada y respiración agitada
—tú también Sana—basto esas tres palabras para que ataque mis labios otra vez.
Después de que obligue literalmente a Sana a irse a su casa, entro en la mía con una sonrisa de tonta enamorada y saludo a todos mis familiares que me miran con miedo. No le doy importancia y subo a mi habitación y luego de gritar como loca por ser correspondida me duermo.
*******
Me encuentro caminando para entrar a la mansión cuando escucho ruidos y camino hacia donde están. Es el despacho de Sana. Al pensar en ella una sonrisa se forma en mis labios, entro despacio para no hacer ruido y darle una sorpresa. Pero la sorpresa me la llevo yo al ver a Sana y Somi besarse, esta me ve y la suelta.
—Dahyun no es lo que crees—se excusa y Somi esta sonriente, una lágrima cae por mi mejilla y la limpio bruscamente.
—VETE A LA MIERDA—grito y me lanzo a correr.
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My daughter's nanny (Saida G!P)
De TodoMinatozaki Sana es una joven que luego de la muerte de su esposa solo sabe dedicarse al trabajo y a su pequeño cielo que muchos llaman su hija. Es una mujer que ama con locura a su hija y es por eso que el cuidado de la pequeña esta a manos de su ma...