Dahyun
Maldición, me duele la cabeza un montón. Quiero abrir los ojos, pero me siento muy débil como para siquiera intentarlo. Mi cuerpo se siente pesado, muy pesado. Abro los ojos y los guiño varias veces para acostumbrarme, una luz cegadora me atrapa y me hace cerrarlos de inmediato. Cuando los abro miro a mi alrededor.
Estoy en algo así como un sótano, el olor a humedad y sucio me dan ganas de vomitar, las paredes descoloridas y sucias, una lámpara está encima de mi cabeza. Y yo, pues, yo estoy amarrada en una silla con una cinta en mi boca que evita que haga cualquier tipo de ruido. Esto es agobiante, solo espero que Nayeon haya podido escapar, si no es así, no me lo perdonaré jamás.
—Veo que ya despertaste—la voz del maldito de Taehyung hace eco en todo el asqueroso lugar.
—Uhmmm.
Es todo lo que logro pronunciar gracias a la cinta en mi boca. Él camina hasta dónde me encuentro y arranca la cinta sin ninguna intención de ser amable conmigo. Maldito. Un pequeño grito sale de mis labios, eso duele. Siento como los labios me arden del dolor.
—Pero si estoy siendo amable contigo—sonríe sarcásticamente y muchas escenas de homicidio pasan por mi mente. Me encantaría jugar con él y todos los pensamientos que pasan por mi mente, en este momento de asesina.
—Demasiado—respondo rodando los ojos.
—Las mujeres se quejan tanto—pongo mis ojos en blanco y él sonríe.
—¿Qué quieres de mi?—pregunto lanzándome directamente hacía el grano.
—Veo que no tienes paciencia—responde—y yo estaba pensando charlar contigo.
—Contigo no tengo nada que charlar. Solamente el hecho de que usaste a Sullyoon como carnada para luego secuestrarme a mí—respondo enojada.
—No soy yo que contestará tus preguntas—la confusión debe de ser notable en mi rostro.
—¿Y entonces quién?—pregunto muy confundida.
—Yo—responde la voz fría de una mujer.
Giro mi rostro y mis ojos se llenan de pánicos y miedo al mismo tiempo. Esto no puede ser verdad. La elegancia con la que entra me deja ensombrecida, no sé cómo camina cómo si de una pasarela se trata en un lugar como este. Su largo cabello Castaño danza acorde sus movimientos de caderas al caminar. Su piel morena perfectamente ajustada en ese vestido. Esto debe de ser un error. No puede ser posible.
—Tú... Tú estás muerta—digo tartamudeando mientras ella sigue sonriendo.
—No estoy muerta—habla, esa voz sí que es fría—estoy más viva que nunca.
—Pe-pero, tu moriste el día que el avión explotó—ella suelta una enorme carcajada mientras chasquea los dedos. En segundos una silla se encuentra frente a mí y ella sentada en la silla.
—Eso nunca pasó—comenta entretenida—como te voy a matar cuando consiga lo que quiero, te contaré la historia—ríe burlona.
—Nunca moriste—murmuro sorprendida aún.
—Vamos a comenzar la historia—sonríe—a Sana la conocí muy joven, ella es una mujer muy hermosa aparte de ser millonaria, ¿qué mujer la rechazaría? Mi hermana Hyunjin y yo hicimos un acuerdo de quién la enamoraría primero.
Ninguna contaba con que ella ya me hubiera elegido a mí. Tiempo después en uno de esos días calentones tuvimos sexo intenso—murmura mordiéndose los labios y haciendo que los celos me ataquen de solo imaginarla en los brazos de mi mujer.
>>Días después me enteré de que estaba embarazada, iba a abortar ese engendro ya que estaba muy joven y hermosa para amarrarme a ser madre. Demasiada responsabilidad que yo no iba a hacer. Sana y yo nos casamos, Sana estaba encantada con eso del embarazo y todo, yo aburrida, ¡solo hacía engordar! Todo me daba asco, estaba harta, no quería eso, Sana no me permitía ir de compras, beber, salir con mis amigas. Todo era tan aburrido que me hartaba. Cuando Sullyoon nació Sana ya no me prestaba atención, todo era hacía la mocosa esa—argumenta molesta.
—¿Cómo hablas así?, es tu hija de quién hablamos—sus ojos mandan ráfagas de fuego, su odio es tan evidente que debe de dar miedo.
—Ella me quitó el amor de Sana, no opines idiota—toma mi cara y me cruza la cara con su mano, siento mi mejilla arder por su golpe tan fuerte.
—Es una niña que no tiene la culpa—digo mientras una lágrima se resbala por mis ojos.
>> Luego de cansarme de esperar por Sana la traicioné con todos los socios de su empresa, me encantaba estar en la cama de cada uno de ellos, era tan gratificante ver todas esas miradas deseosas de mi cuerpo—dice levantándose de la silla—Taehyung era el mejor amigo de la infancia de Sana, mucho antes de conocer a la mañosa de Momo, luego Taehyung se fue a estudiar y perdieron comunicación, cuando Taehyung volvió puso mi mundo de cabeza, quería ese hombre y el me quería a mí. Todo entre nosotros era pasión pura, ese canibalismo latente en cada vena de nuestros cuerpos. Teníamos todo planeado, iba a abandonar a Sana y me iría con él, pero necesitábamos hacer una estafa para quedarnos con todo el dinero de Sana y jamás trabajar. Cuando robamos la mitad de su dinero Sana pensó que la empresa entro en una crisis económica, nadie sabía que pasó, entonces inventé el viaje de trabajo para irme con Taehyung, pero no tomaría ese avión, mi destino era otro. Cuando vi por las noticias que aquel avión explotó me sentí muy feliz, disfrutaría todo el dinero de Sana con mi amante—dice dejándome sin habla, está mujer está loca.
—Ella lloró mucho por ti—le hago saber y ella se encoje de hombros.
—Ella se lo busco, nunca le dije que me llore—responde como si nada.
—¡Eres una maldita traidora!—le grito enojada, Sana no se merece nada de esto. Si ella descubre la verdad estaría destrozada de por vida.
—No eres nadie para juzgarme—responde molesta.
—¿Cómo cambiar a una mujer que daba su vida por ti por pasión?—pregunto confundida.
—Cállate niña, sino te voy a callar a mi manera—amenaza roja de la ira. Sé muy bien que cumplirá su amenaza, pero quiero saber cosas.
—¿Y qué quieres de mi?—pregunto.
—Esa es otra historia que debes de saber Dahyun—me susurra mientras toma mi cabello halándolo y haciéndome sentir dolor.
—Quiero saberla—respondo mientras ella ríe.
—Recuerdas a Kim Seokjin —mis ojos la miran de inmediato.
—Es mi padre—hablo sin entender su punto.
—Bueno, Kim Seokjin, un respetado señor y casado , ¿crees que eres su primogénita?—pregunta confundiéndome.
—Claro que lo soy—me golpea la mejilla con su puño y siento el sabor de mi sangre en los labios.
—Repite eso estúpida—habla molesta.
—Soy su primogénita—me golpea nuevamente sin piedad.
—Resulta que el muy distinguido señor Kim tenía una familia oculta a quienes solo les daba migajas de amor—veo como varias lágrimas bajan por sus ojos—¡su primogénita soy yo estúpida!—mis ojos se abren—él solo jugaba con mi madre, cuando se enteró del embarazo me negó como hija, sin embargo a ti te amó. Todas las navidades en las que añoré que él estuviera con nosotras, pero no, estaba contigo y la perra de su madre—otro golpe—no mereces nada, mereces morir—otro golpe.
—Tú no eres y jamás serás mi hermana—logro hablar molesta.
—Tú tampoco, primero me quitas a mi padre, luego a mi esposa y también a mi hija—dice molesta.
—Tú fuiste quién las alejó de ti Tzuyu, eres fría y mala—digo molesta.
—Y por eso eres tu quien va a sufrir—me lanza un tarro de agua fría y luego veo como toma un cable electrónico—¿te gusta la electricidad?—pregunta y sin darme tiempo a responder lo deja caer sobre mi cuerpo.
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My daughter's nanny (Saida G!P)
RastgeleMinatozaki Sana es una joven que luego de la muerte de su esposa solo sabe dedicarse al trabajo y a su pequeño cielo que muchos llaman su hija. Es una mujer que ama con locura a su hija y es por eso que el cuidado de la pequeña esta a manos de su ma...