Capítulo 9

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- Me da un beso o ya no voy a quererte - amenazó Wei Ying formando un puchero con sus labios al mayor que se encontraba trabajando en su escritorio sin decirle algo o mandarle una mirada.

Wangji lo miró de reojo y siguió con su trabajo, el menor bufo en alto al no recibir atención así que se colo entre las piernas del rubio que lo miró sorprendido cuando quedó sentado en su regazo con una pierna a cada lado.

- A-Ying estoy trabajando - dijo Lan quitándose los lentes para mirar al contrario que mantenía su ceño fruncido.

Wei Ying alzó sus labios esperando que el mayor los juntara con los suyos pero el rubio tuvo que retener sus ganas de besarlo hasta que estuviera rojito, bajo al chico de su regazo y siguió su trabajo.

El híbrido seguía buscando la forma de estar con su gege pero no la recibía, solo miradas desinteresadas del mayor y nada más, así que se rindió.

¡Bunny!

Wangji se encontraba agarrando los antebrazos del castaño mientras que este golpeaba su pecho con sus manitas que apenas dolían, el menor había encontrado por accidente una vieja noticia de que el rubio estaba en una relación con una chica algo que puso triste al híbrido y fue a reclamarle recibiendo solo una risa, algo que lo molesto más.

Así que comenzó a dejar golpes en el cuerpo del contrario que solo lo detenía con una expresión serena.

Los golpes fueron disminuyendo por el castaño que levantó su rostro con su ceño fruncido, sus ojitos con lágrimas y un puchero en sus labios, Lan lo miró con una leve sonrisa y dejó un beso en los belfos del contrario antes de hablar.

- A-Ying

- N-no me diga así - interrumpió el conejito con molestia.

- A-Ying ella y yo ya no estamos juntos, esa noticia es vieja, yo solo te quiero a ti - dijo Lan pasando su mano por la cintura del menor atrayendolo a su cuerpo.

- No m-me da atención... -murmuro el castaño en el pecho del rubio mientras limpiaba sus lágrimas.

Wangji suspiro, aveces olvidaba lo frágil que era el menor asi que limpio las lágrimas del mismo con sus pulgares y lo cargo para llevarlo a su escritorio, se sentó en su silla dejando al castaño en su regazo.

- Si te doy mimos, ¿Me dejas seguir con mi trabajo? - preguntó Lan a Wei Ying que asintió con una leve sonrisa a lo que el mayor comenzó a besar el rostro del mismo.

Wangji con una de sus manos puso la cara del conejito en su cuello, dejando caricias en la cabellera de este y cintura logrando relajar al menor. El rubio miró de reojo al castaño que ya se encontraba dormido en su hombro logrando sacarle una sonrisa, con unos mimos y palabras bonitas ya tenía al chico tranquilo y dormidito en sus brazos.

Así que aprovecho esto y siguió con su trabajo sin dejar acariciar la cabellera del menor con cariño y delicadeza.

- Mnnhg - se quejó el conejito al ya no sentir las manos del contrario sobre el, Lan lo miró y sonrió al ver el ceño del chico levemente fruncido desaparer cuando volvió a poner su mano sobre la cabellera del menor.

El rubio se metió a las noticias desde su computadora cayendo en el primer artículo que lo dejó con los ojos abiertos.

"Última noticia

El famoso empresario Lan Wangji, el hombre más exitoso y rico de toda China fue visto en un supermercado con una chico.

Aún no se sabe la identidad del joven pero se veía menor que Lan Wangji.

¿Será una nueva pareja? ¿Lan Wangji es gay? "

El rubio jadeo cansado, hubiera cuidado más de su rostro y adonde iba, las imágenes que aparecían eran el y Wei Ying caminando con las manos entrelazadas, cuando el castaño le dio un beso en la mejilla y cuando Lan agarró posesivamente la cintura del menor.

Esto sería un problema muy grave y molesto.

Wei Ying se removió en su lugar incómodo, no sentía el cuerpo de su dueño cerca del suyo así que abrió sus ojos encontrándose en la habitación del mayor así que se levantó sintiendo frío al tener solo una camisa puesta, no supo porque si el tenía un pantalón al parecer Wangji se lo había quitado.

Salió de la habitación sintiendo el aire frío colarse por sus piernas, encontró al rubio sentado en la sala con unos vasos y una botella extraña, Wei Ying se acercó al mayor llamando la atención de este que se levantó de su asiento y camino hasta el con unos extraños.

- A-Ying - habló el rubio jalando al mencionado desde la cintura para después llevárselo a los sillones y dejarlo encima de el.

- JiJi, es tarde, vamos a dormir -pidió el castaño recibiendo solo besos en su rostro y cuello causándole cosquillas.

- ¿Por qué no eres legal? - murmuró Lan agarrando el rostro del híbrido entre sus mano para verlo unos segundos, antes de juntar sus labios moviendolos tranquilamente.

Wei Ying seguía los movimientos del mayor mientras que este pasaba una de sus manos por la cintura del chico pegándolo contra el y con la otra agarraba el cuello del mismo. El híbrido pasó sus brazos por los hombros de su dueño sintiéndose extrañamente feliz.

Wangji se separo quedando con la respiración acelerada al igual que el menor, sus frentes estaban juntas y unas extrañas sonrisas aparecieron en sus labios, haciendo que Lan olvide la estupidez que casi hace.

El castaño sintió como los brazos del contrario pasaban por su trasero alzandolo para llevárselo a la cocina donde el mayor saco del microondas un biberon lleno y se lo entregó al menor.

- Vamos a dormir - habló Lan viendo cómo el conejito tomaba su bebida tranquilamente así que se lo llevó de regreso a la habitación.

- JiJi, tengo frio - informó el castaño cuando el mencionado lo recostó en la cama, el contrario se acostó a un lado de él y lo abrazo transmitiendole calor.

- Shhh, duerme lindo, duerme -susurró en el oido del menor mientras acariciaba las peludas orejitas de su pequeño, tierno e inocente bebé.

Wei Ying no tardo en caer dormido en los brazos de su morfeo, el rubio suspiro y sacó su teléfono para tomarle una foto al menor, tal vez la en marcaría luego como un bonito recuerdo.

- ¡Señor Lan! ¡¿Algo que decir?!

- ¡Señor Lan! ¡¿Ese niño es su pareja?!

- ¡¿Es menor de edad?!

Más preguntar de la prensa cayeron al rubio que salía del su empresa, había tomado unos días libres de todo, quería pasar tiempo con el conejito sin que nadie los molestara.

Se subió a su auto y manejo hasta su casa donde tenía todo preparado, se llevaría al a una casa que tenía en una montaña, eran días fríos así que nevaria y el mayor sabia que al castaño le encantaba la nieve.

- ¡A-Ying! Ya estoy en casa - dijo el mayor esperando con ansias al mencionado llegar corriendo como siempre lo hacía, este no tardo en aparecer con sus manitas llenas de chocolate al igual que su boca y nariz.

- ¡JiJi! - llegó corriendo el híbrido cayendo en los brazos del mayor con un sonrisa.

- ¿Por qué estas así, A-Ying? -preguntó Lan lamiendo la narisita del menor que se sonrojo y soltó una pequeña risa-

- Es un secreto - respondió el más bajo para salir corriendo a la cocina siendo seguido por unas risillas y un rubio sonriente-

Cuando Wangji entró a la cocina encontró a Zhan y Yibo decorando unos pastelillos mientra hablaban.

- ¡Gege! JiJi ya llegó - dijo feliz el conejito mientras lamia sus manitas llenas de chocolate, los chicos lo miraron nerviosos-

Lan miró a los chicos unos segundos antes de agarrar el brazo del híbrido y se lo llevó al baño para comenzar a limpiar el chocolate en su ser.

- Wei Ying, nos iremos de aquí

Un pequeño conejitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora