Capítulo 15

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Wangji al despertar sintió un pelaje del menor en frente de su cara, haciéndole cosquillas, llevó una de sus manos al animal para sacarlo de su rostro, por accidente despertó al conejito.

- Ire a trabajar, cuando regresé iremos al bosque - dijo Lan yendo a su closet, el animal bajo sus orejas y se acomodó de regresó en la cama-

El rubio sabía que estaba triste, tenía que dejarlo solo mucho tiempo y sabía que ese no le gustaba, así que fue con el híbrido cuando estuvo listo y beso la cara de este varias veces hasta esuchcar los chillidos del menor.

- Te amo - dijo dejando al animal para después irse-

Wei Ying saltó emocionado en su lugar, la voz del mayor siempre lo ponía nerviosos y más esas palabras seguras. Volvió a su forma humana y abrazó la almohada donde Lan ponía su cabeza, aspirando su rico aroma, sándalo y volviendo a consiliar el sueño.

El híbrido despertó de su placentero sueño, ya que un ruido interrumpió el mismo, al abrir sus grande ojos pudo visualizar una cabellera rubia cerca de su rostro.

- ¿JiJi? - La voz del chico salió más aguda porque apenas había despertado, el mencionado detuvo sus acciones y llevó su vista al castaño-

- Oh, ya despertaste. No quería despertarte aún - respondió Lan poniéndole unas botas de invierno al menor - Pude tomarme el día, no había mucho trabajo -mintió, la verdad era que si había mucho que hacer pero la preocupación de que él híbrido podría estar molesto con él por no llevarlo al bosque, lo atormentaba-

Wei Ying abrazó al rubio en un rápido movimiento, mientras que el más joven sonreía en grande con felicidad, Wangji intentaba ocultar su sonrisa por haber hecho feliz al menor.

- Ve por tu abrigo - ordenó dando unas leves palmadas en la espalda baja del castaño, el menor asintió y fue corriendo a fuera de la habitación hacía la salida de la casa donde se encontraba su abrigo-

Wangji por lo mientras suspiraba por la fuerza del abrazo, pero aún así fue con el castaño y a escondidas de este, metió un regalo para el chico en su propia mochila.

Lan tuvo que poner una correa a la mochila del menor ya que este siempre salía corriendo de repente y no quería perderlo, así que tuvo que tomar esa decisión.

- Te llevaré a un lugar, pero hay que caminar. No quiero escuchar quejas - volvió a ordenar el mayor comenzando a caminar, el híbrido lo siguió mientras soplaba sus propias manos intentando mantenerlas calientes-

- Te está gustando dar órdenes, ¿No, Lan er-gege? - burló con una sonrisa el castaño, el mayor lo miró sorprendido ya que no era común que hablará así, ya no dejaría que Wang lo cuide-

- Solo camina - volvió a decir con un tono molesto, jalando de la correa del más joven quién sonrió divertido y continuó a su lado-

Wei Ying siguió frotando sus manos ya que las sentía muy frías, al igual que su nariz, estos días el frío y la nieve habían estado atacando la ciudad con mucha fuerza. Lan vio de reojo al menor intentando mantaner caliente si propio cuerpo, así que con brusquedad agarró sus manos y comenzó a frotarlas contra las suyas mientras soplaba en estas aire caliente.

Su vista se encontraba posada en las frías manos del menor, por lo que no pudo ver el rostro del chico calentarse ante los toques y la atención.

- ¡Y-yo también quiero intentarlo! - dijo el híbrido para después agarrar las enormes manos del contrario y comenzar a soplar en ellas-

A Wei Ying se le complicaba ya que las manos eran mucho más grandes que las suyas pero aún así lo intentaba, se encontraba muy concentrado como par darse cuenta del sonrojó en las mejillas del rubio.

Un pequeño conejitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora