Capítulo 26

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Wei Ying se quejó al sentir un vacío al lado de él, cuando quedó dormido con Lan en la sala este lo llevó hasta la habitación.

El híbrido abrió de apoco sus ojos, encontrándose con la habitación decorada con algunas flores, además de que al lado tenía una pequeña bandeja de madera con comida y una nota.

Wei Ying la tomó entre sus manos antes de ver la comida.

"Cariño, tendré que volver tarde hoy. Cuando regresé te recompensare no haber estado en tu cumpleaños, los chicos estarán contigo.

Te amo."

El híbrido dejó caer sus orejas triste, quería estar con él rubio desde el comienzo del día pero al ver que no seria así, sus ánimos bajaron. Dejó la nota a un lado, al igual que la comida, su apetito desapareció también.

Sus ojos se posaron en otras cartas que estaban en la pequeña mesa al lado de la cama, también las tomó.

"Hola A-Ying, no vamos a poder estar Zhoucheng y yo, es nuestro aniversario y ya teníamos todo planeado, los sentimos.

Atte: Hai Kuan."

La colita del chico dejó de moverse emocionada.

"A-Ying, necesito ver unos negocios en Italia y son muy importantes, mañana te recompensare no haber estado hoy :(

Atte: Zhan"

Y los ojitos del híbrido comenzaron a picar, nadie estaría en su cumpleaños, solo Yibo si es que no cancelaba.

Guardo las cartas tomando camino al closet, agarrando una camisa de Lan para ponérsela encima de él, al menos podía oler la esencia que tenía el rubio.

Se sentía sólo y triste, todos sus amigos habían tenido ocupaciones más importantes para que no vinieran.

- ¡A-Ying! - se escucho la voz de Yibo desde a fuera de la casa, el mencionado salió corriendo emocionado.

Cuando abrió encontró a Yibo con un pequeño pastel en sus manos, un regalo en la otra y unos gorritos de fiesta.

- ¡Yibo! - grito emocionado el híbrido abrazando al mayor, quién sonrió feliz y fue a dejar las demás cosas que había traído.

- Y ¿Wangji? - preguntó Wang tomando un gorro para ponérselo al castaño, quien bajó su mirada triste.

- No va a venir...,esta ocupado -respondió el conejo abrazando al peliazul, mientras sollozaba.

Estaba triste, o más bien, se sentía solo. Él deseaba pasar su primer cumpleaños con el rubio juntos pero al parecer no se iba poder.

Yibo no dijo nada, solo tenía una mueca en sus labios intentando no reír.

- Tranquilo, yo creo que si vendrá -dijo Wang soltando una leve risa nasal por la carita roja del híbrido.

Wei Ying asintió llevando su vista al pastel que había traído, su boca se hizo agua y camino hasta él, notando que era blanco con una zanahoria en medio, obviamente de dulce. La nariz del chico se arrugó junto a su son risilla traviera cuando con un tenedor, rasgó el fondand.

- ¿Qué te parece si jugamos mientras comemos el pastel? -sugirió Yibo en un intento de animar al menor, que asintió rápidamente tomando el pan en sus manos.

Wei Ying fue llevado por el peliazul hasta la sala para poner los juegos en la consola, mientras que el menor se devoraba el pastel.

Varias horas pasaron en donde Wang pudo distraer y animar al conejo con algunas bromas, pasando las horas se pudo escuchar en la parte de afuera unos ruidos, llamando la atención de los dos varones.

Un pequeño conejitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora