capítulo 10.

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-¡Más fresas! - Exclamó el pequeño extendiendo a más no poder la loza que tenía entre sus manos.

-No chim, ya han sido de-ma-sia-das. - Sentenció el castaño.

-Pero gunnie.. - Intentó persuadirlo con uno de sus mejores pucheros pero ante todos sus intentos el mayor reiteró su negativa de forma tajante. Frunció el ceño, tenía una opción aun.

Suspirando abatido y buscando su mejor expresión de cachorrito abandonado fue como llegó hasta el pelinegro que tecleaba un par de cosas en su laptop, entonces tal como lo había hecho con gun, estiró los bracitos hacia el mayor exclamando lo que era tan frecuente escuchar de sus labios.

-Papi.. quiero fresas.. - Pidió con voz melosa.

-¿Eh? Chim.. estoy ocupado ahora.. Dile a gunnie que te las dé. - Respondió como si nada volviendo a acomodarse los lentes, entonces el niño se aprontó a hablar.

-Ya le dije, pero me dijo que no porque ya había comido demasiadas. - Murmuró apesadumbrado.

-Ah.. entonces no. Si gun dice que ya no más entonces ya no más. - Sentenció esta vez regalándole una linda sonrisa que obviamente a chim no le pareció nada de linda.

-¿Por qué tienes que hacer siempre lo que Gunnie dice? - Encaró el niño sorprendiendo de sobremanera a su progenitor. Justo en ese momento el castaño estuvo a punto de entrar a la habitación para poder cambiarse de ropa pero se vio tentando a quedarse tras la puerta dando oído a la conversación ajena, reprimiendo una carcajada al instante por lo que acababa de escuchar, y más aún, por la expresión que vio en su esposo.

-¿Q-Qué..? - Fue lo único que pudo articular.

-Eso, que cada que Gunnie te dice algo o me prohíbe algo tú siempre le haces caso. - Resolvió sin más.

-Ah.. bueno.. eso es simplemente porque... p-porque tanto tú como yo no debemos desautorizar lo que él dice. - Se excusó tontamente.- Recuerda que parte importante de lo que significa crecer y convertirse en un buen hombre es hacerle caso a los padres en todo lo que respecta. - Terminó por exponer siendo consciente de que ni él mismo se tragaba ese cuento.

O sea.. ¿Hacerle caso a los padres en todo lo que respecta?! ¡Por favor! Él no era precisamente el indicado para salir con tamaño discurso siendo que en su niñez había sido el infante más hiperactivo y boca suelta en la historia de Chiang Mai! Cosa que no está demás decir su madre le había revelado al menor en una de las tantas visitas que le habían hecho en los últimos meses.

-No no... no hay excusa Jumpol- Adulkittiporn.. - Contraatacó el viejo chico mientras negaba.

-¡¿Perdón?! - Exclamó el aludido por tal falta de respeto por parte de su hijo.

-Eso, que debes admitir que MI gunnie te trae como quiere, eres algo así como lo que dijo tío tay una vez.. - Comenzó a pensar mientras se llevaba el dedo índice a los labios. - ¡Mandilón! - Exclamó de la nada y gun en ese momento tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no estallar en carcajadas mientras oprimía las manos contra sus labios. ¡Dios! Cada ocurrencia que salía de la cabecita de su pequeño

Dicho esto el menor se dio media vuelta para salir de ahí, al notar que chim se acercaba gun se aprontó a volver a la cocina aun teniendo la imagen mental de un off más que desconcertado y rojo por quien sabe qué sentimiento experimentado.. ¿Vergüenza? ¿Rabia?.. tal vez esto, tal vez aquello.. ¡daba igual! La cosa era que ahora definitivamente su hijito le había sorprendido por lo observador que podía llegar a ser.

Completamente enfurruñado fue como el pequeño chim llegó hasta la cocina marcando bien los pasitos, mantenía graciosamente el ceño fruncido y los labios hacían un hermoso mohín que estaba lejos de ser lo intimidante que él realmente pretendía fuera.

Ahora es mi turno de hacerlo por tí •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora