Ahora es mi turno de hacerlo por tí •Off-Gun•

capítulo 12.

Viernes por la mañana y en el departamento de los Adulkittiporn era como todos los días, Chimón haciendo berrinche por haberlo levantado, un histérico gun preparando el desayuno mientras off salía corriendo de la ducha haciendo una especie de relevo para que fuera el castaño quien pudiera asearse y él encargarse del pequeño cascarrabias que ahora comía sus cereales con el ceño fruncido.

-¿Por qué tan enojado? - Preguntó off al pequeño que se mantenía viendo un punto fijo sin cambiar en lo más mínimo su expresión.

-Tengo sueño. - Respondió seco.

-Bah, Yo también tengo sueño y no por eso estoy enfadado. Además, eres muy pequeño para arrugarte tanto ¿No crees? - Ante tal comentario chim no hizo más que encogerse de hombros y seguir con su desayuno.

Media hora más tarde y los tres ya estaban embarcados en el auto del mayor rumbo a la escuela del infante, al llegar gun tuvo que despertarlo puesto que había vuelto a dormirse, ganándose un hermoso berrinche frente a la gente que a esa hora también iba a dejar a sus hijos.

-¡Ya basta! ¡Compórtate como el niño grande que dices ser por dios! - Ladró el castaño perdiendo la poca paciencia con la que se había levantado.

-Oww¡Gunnie te ves lindo cuando te enojas! - Exclamó el niño prendiéndose de su cuello para darle un sonoro beso en la mejilla y luego correr hacia el establecimiento, dejando al castaño un tanto desconcertado.

-¡Vamos amor! ¡Llegaremos tarde! - Advertía off desde el interior del auto siendo esa la señal de gun para salir de su ensimismamiento soltando una risotada por las ocurrencias de su pequeño.

Cuando llegaron al restaurante cada uno partió a su respetivo lugar de trabajo, siendo gun quien se encontró con un demacrado tay.

-Buenos días. - Saludó tay con una vacía sonrisa.

-Hola.. ¿Cómo estás? - Indagó el castaño, recibiendo como respuesta un levantamiento de hombros sin importancia. - Hm.. Volviste a llamarlo ¿verdad? -

-Como cada día. - Afirmó.

-¿Y qué te dijo ahora? - Curioseó.

-Lo de siempre, que cuando estuviera listo regresaría. - Comentó apesadumbrado.

-Hm.. ¿Y eso te pone mal? - Escudriñó mirándolo de reojo mientras se ataba el cabello.

-Obvio que sí gunnie.. - Reconoció cansinamente.

-Pero por lo que veo no has hecho nada para remediarlo. - Rebatió un tanto cabreado por la actitud de su mejor amigo.

-¿Eh? -

-Ash.. No si a ti definitivamente eres tonto y te ha afectado el cerebro! - Negó frustrado dándose con la palma en la frente mientras tay fruncía el ceño ofendido.

-Oye.. - Reprendió.

-No sé qué sacas de estarte lamentando día tras día si no has movido ni un sólo dedo por brindarle a new la seguridad que tanto busca. ¿Te das cuenta de que estando allá puede pasar cualquier cosa? ¿Que puede llegar a cualquier conclusión e incluso tomar cualquier decisión sin incluirte en ella? No seas tonto tay, ¡Ve y demuéstrale cuánto lo amas! Demuéstrale que eres capaz de apoyarlo y que no necesita buscar en ningún otro lado lo que puede tener contigo. - gun se acercó a un pensativo tay y tomó su rostro entre sus manos. - ¿Recuerdas lo frágil que fuí durante todo el tiempo en que estuve lejos de off? - éste asintió. - ¿Y recuerdas quién fue mi pilar fundamental para no dejarme vencer? - Esta vez el mayor bajó la mirada un tanto apenado. - ¿Ves que eres lo suficientemente fuerte para poder reconfortar a alguien más? No sabes lo bien que se siente recibir ese cariño incondicional de parte de la persona que amas. Enserio te digo que lo mejor es que vayas y le abras tu corazón, cuéntale de tus miedos, de tus frustraciones, él sabrá entenderte. - Aseguró. - Pero también tú tienes que darte el tiempo de escucharlo y entenderlo. Las relaciones se construyen de a dos tay, y de un tiempo a esta parte tienes que asumir que has dejado a new solo. - tay iba a replicar pero el dedo índice del castaño sobre sus labios se lo impidió. - A mí no me corresponde escuchar tus argumentos, esos guárdaselos a tu novio ¿sí?. Ahora vuelve a armar ese pastel que yo tengo un gran menú que atender hoy. - Sonrió sincero siendo presa de los fuertes brazos de su amigo.