capítulo 11.

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La mujer de avanzada edad ya estaba enterada de todo puesto que a eso de las once de la mañana el mismo new la había llamado para ponerla al tanto de la situación, más que nada buscando el tan ansiado apoyo de su madre y también tomando aquello como un pretexto para por fin desahogarse. Y es que ¿Cuánto tiempo había estado guardando todo para sí por pensar que podía controlarlo? Apesadumbrado sabía que el suficiente para darse cuenta de que era tan sólo un ser humano y no una máquina que podría aguantar sin tener algún tipo de dolencia por ello.

Tras extenuantes dos horas de viaje aparcó el auto a las afueras de una hermosa y acogedora cabaña campestre, siendo lo primero que vio la imagen de su madre con aquella hermosa y cálida sonrisa que ambos compartían, yendo hasta él y abrazándolo como cuando era tan sólo un pequeño infante que por una loca carrera caía estrepitosamente al suelo.

-Mamá... - Musitó sin poder evitar derrumbarse, aferrándose a su figura como si de ello dependiera su existencia.

-Tranquilo mi niño, ya estoy aquí. Mamá está aquí. - Reconfortó la mujer mientras lo abrazaba con fuerza.

Luego de un momento cuando los sollozos cesaron new se dedicó a bajar el equipaje mientras su madre llevaba a un dormido nanon hacia el interior de la cabaña. Desde ese momento aquel lugar se convertiría en su nuevo hogar hasta que él pudiera ser capaz de ordenar y reordenar sus ideas, a sabiendas de que ello podría extenderse por tiempo indefinido.



Como las noticias por esos días volaban gun y off no tardaron en enterarse de lo ocurrido con new y tay, siendo de esperarse que el mayor de todos quisiera partirle la cara a tay por su estupidez. Afortunadamente gun terminó abogando por su amigo más no por el hecho de que encontrara que el mayor pudo haber tenido algún tipo de razón, sino porque entendía que aquel asuntillo era algo netamente de pareja y por ende ellos dos no tenían ni voz ni voto en la situación. Por más que ambos se vieran como prácticamente hermanos de los afectados esta vez no podían hacer nada, las decisiones estaban tomadas y new al parecer había dado el primer paso de forma determinada.

La semana continuó su curso y nada relevante ocurrió con el pasar de los días, chimon ya había asumido bien el hecho de tener que soportar la ausencia temporal de Nanon aunque vaya que le había costado en un principio, más de una lágrima se le escapó por la frustración que sentía cada que llegaba de la escuela esperanzado en que al momento de abrir la puerta se encontraría con el pequeño nanon en brazos de new... ¡Cómo los extrañaba!

Todo el revuelo causado por la torpeza de tay y el arrebato de su pareja estaba afectando indudablemente la vida de cada uno, siendo ese el motivo perfecto para que off sacara la proposición que tenía mucho tiempo en mente y que a decir verdad estaba seguro que ni gun ni chim rechazarían.

Armándose de valor y tras haberle dado muchas vueltas al asunto fue como el pelinegro llegó hasta la cama después de haberse dado una reconfortante ducha, inesperadamente ya era Jueves y el fin de semana que se aproximaba calzaba como anillo al dedo para lo que tenía en mente.

-Amor.. - Llamó melosamente mientras se escabullía por entre las mantas y abrazaba el cuerpo de un concentrado castaño que mantenía su lectura.

-¿Hm? - "Respondió" el menor.

-Sabes.. - Comenzó a hablar mientras dejaba suaves besos en su hombro descubierto. - Mientras estaba en el despacho del restaurante estuve pensando en muchas cosas. -

-¿Ah sí? - Curioseó gun enarcando una ceja por el reciente contacto aprontándose a cerrar el libro y dejarlo de lado para prestarle atención a su pareja. - ¿Y qué son esas "muchas cosas"? - Averiguó acomodándole el cabello oscuro que caía traviesamente por la frente al mayor. Off soltó un suspiro y se acomodó de tal forma que ahora descansaba sobre el pecho níveo del más bajo mientras éste acariciaba su espalda.

Ahora es mi turno de hacerlo por tí •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora