* 8 * "Heroina"

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Inessa despertó unas horas más tarde en una camilla de hospital con una cicatriz enorme en el pecho y un dolor por todo el cuerpo que intentaba evitar que se moviera

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Inessa despertó unas horas más tarde en una camilla de hospital con una cicatriz enorme en el pecho y un dolor por todo el cuerpo que intentaba evitar que se moviera.  Fuera de la habitación, Bruce Banner les explicaba a Steve, Natasha y Yelena la situación de la niña. Esta última estaba muy angustiada por lo que le pudiera pasar a Inessa a causa de la viuda que la había atacado.

Bruce dirigió su conversación especialmente hacia la rubia, ya que era la más cercana a la herida y la que más respuestas necesitaba— Está estable, despertará pronto— dijo causando un suspiro aliviado por parte de Yelena.—Aunque está bien, sus músculos están bastante resentidos. No debería entrenar al menos por dos semanas.

Inessa salió de la habitación algo confusa sin saber del todo lo que había pasado. Yelena fue a abrazarla y la niña sorprendentemente se dejó. Cuando Natasha intentó hacer lo mismo unos segundos después, la menor se apartó de golpe evitándola.

— ¿Qué coño ha pasado?— preguntó la niña confusa hacia Yelena.

—¿No lo recuerdas?— contestó esta aún más confusa— Una viuda te atacó.

—Svetlana...— murmuró la castaña.— conozco a esa viuda, está bajo condicionamiento psicológico. — la niña bajó la mirada e hizo una leve mueca de malestar, algo que la rubia no pasó desapercibido.

Yelena se acercó lentamente a la menor agarrando sus manos y mirándola desde arriba. En un sutil susurro, le dijo a Inessa que la acompañara a la habitación y allí le refrescaría su memoria a respecto de lo que había pasado la noche anterior.

Sentir a la rubia tan cerca de ella causaba en Inessa un ligero escalofrío por razones que no acababa de comprender; la dulce voz que emitía rozando sus oídos y sus suaves manos agarrando las de ella.

Se sentía bien. Muy bien.

Habían pasado unas semanas desde el "incidente" con la viuda. Inessa se encontraba bastante mejor, Yelena se encargaba de cuidarla y que estuviese bien, pero aún tenía prohibido entrenar para evitar lesiones mayores.

Le costaba verse en ese estado, con vendas y dolorida. Se dio cuenta de lo distinta que era en comparación a cuando estaba en la Sala Roja. Ahora le dolían las cicatrices que antes consideraba un trabajo bien hecho y guardaba reposo en lugar de matarse a entrenar el doble. No le gustaba estar así ni confiar en la gente pero estando con Yelena no podía evitarlo.

—Hola linda— saludó Yelena a la niña sentándose a su lado en la cama—¿Te encuentras mejor?

—Si, supongo— contestó esta— ¿Cuando podré volver a entrenar? Me aburro demasiado en esta cama.

—Se paciente, dentro de poco podrás volver a hacer lo que quieras.— se quedó mirándola fijamente antes de volver a hablar— He estado pensando. Dentro de poco es Navidad, ¿qué te parecería si te llevara a pasarla con mi familia?

Todo lo que tengo~ Yelena Belova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora