Capítulo 2

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Diciembre 2 del 2020, Las Nevadas.

6:12 A.M

Aquella mañana Quackity despertó sin muchas ganas de pararse de la cama. Los segundos pasaron y no tardó mucho para que Foolish llegará, tocó la puerta. El azabache simplemente lo ignoro, no quería salir de aquella cómoda cama. Sin embargo, el castaño no lo dejaría, el chico tenía trabajo que hacer. Tocó la puerta una vez más esta vez aumentando la fuerza en su puño y nuevamente recibió la misma respuesta.

Foolish suspiró pesadamente, aunque el más bajo sea su superior a veces se portaba como un niño pequeño y quién lo culparía, es considerado alguien importante a sus cortos 20 años.

Decidió ya no tocar la puerta y abrirla de una vez por todas. Dio un paso en aquella habitación elegante, estaba organizada gracias al personal. Quackity se encontraba con la sabana en la cabeza, se acercó lentamente al más bajo y retiró la sábana de su cabeza encontrando la cara de su jefe enojado, tenía un pequeño puchero como el de un niño pequeño. Algo tierno para ser sinceros.

– Quackity, sé que quieres seguir durmiendo, pero, hoy es lunes. – le explicó mientras el azabache seguía sin moverse de su cómoda cama. El menor alzó una ceja confundido por la mención de la fecha. – ¿Ya se le olvidó? Hoy llegan los héroes a las instalaciones.–

– Verga. – maldijo por lo bajo, llevo sus manos a su rostro murmurando cosas inaudibles.

– Su ropa ya está planchada y acomodada en tu ropero, lo espero en 5 minutos para desayunar. – dijo mientras salía de la habitación. El azabache emitió un ruido de molestia para luego levantarse y cambiarse. Su ropa consistía en una camisa de manga blanca, pantalones cafés, corbata roja, unos zapatos negros y unos tirantes del mismo color que el pantalón.

Peinó su cabello negro, el cual, ya estaba algo largo, para después colocarse su típico gorro. Se dio una última mirada en el espejo viendo aquella cicatriz que recorría desde su ojo izquierdo hasta la comisura de su labio del mismo lado.

Suspiró pesadamente, cada día qué pasa recordaba muy bien como terminó con la perdida de la visión de su ojo izquierdo.

El callejón estaba húmedo, podías oler la basura desde donde estaba, estaba anocheciendo y poco a poco todo se volvía oscuro, al encontrarse al villano Blade o The Blood God uno de los más fuertes, supo que no había salida. Quackity o Jester apenas empezaba a adentrarse en la villanía y aun siendo joven, era uno de los villanos más inteligentes y manipuladores. Su memoria es confusa, no recuerda cómo llegaron a ese momento, pero, el menor nunca espero encontrarse con Blade.

Su plan sólo consistía en robar y salir por ese callejón, lamentablemente, Technoblade malinterpreto sus intenciones confundiéndolo con algún aprendiz del héroe NightWing gracias a sus alas, o eso fue lo que dijo.

Su única arma de Blade en ese momento era un pico. Lentamente sacó el arma, Quackity sintió un escalofrío recorrer su espalda. – Blade – susurró segundos antes de esquivar un golpe de este.

Después de esquivar varios golpes se dio por vencido, si quería salir de ahí tenía que pelear. Pero, antes de que pudiera hacer algo el pico atravesó desde su labio hasta su ojo dejándolo con un dolor insoportable, desangrándose y aturdido. Vio una última vez al villano de cabello rosa antes de que este se alejara. Alguien lo esperaba o eso dedujo Quackity al notar como se llevaba su mano a su oreja, un comunicador. Habló, pero no puso atención, estaba más concentrado en parar el sangrado y no dejar mancha en el suelo. Su cabeza daba vueltas en ese momento, la piel expuesta al aire provocaba un dolor insoportable, su cuerpo temblaba violentamente y sus manos estaban manchadas de sangre, su propia sangre.

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