Admirador Secreto. 🌹

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Ofice Au.
Idea de AGK10NR.

La madrugada en la sobrepoblada Tipiskaw City nunca es fácil, puede tornarse demasiado ajetreada por la enorme cantidad de personas que se dirigen a sus trabajos y compromisos, los metros están llenos de gente, las calles rebozan de tráfico infernal, las aceras parecen abarrotarse de transeúntes y eso es a las seis de la mañana, durante la tarde, la ciudad se vuelve un completo caos.

Entre esa multitud somnolienta iba un joven adulto de hebras bicolor, Aiden Lavoie, llevando todos sus materiales y su almuerzo en la mochila emprendía camino al sector más tedioso y aburrido de la urbe, la avenida Desventura, lugar dónde se hallaba su trabajo.

¿Quién dijo que ser un godínez atrapado en la rutina y la monotonía no era divertido? Todes, todes lo dicen y tienen razón. Aún así, no podía quejarse, la compañía de publicidad de la familia McLean podía ser un laburo muy demandante, pero a su vez pagaba bien así que se compensaba.

En general no tenía ningún problema con el trabajo, recibía un buen sueldo, sus compañeros eran amistosos, las oficinas estaban en buenas condiciones y tenía un par de amigos ahí, pero había un enorme contra, un contra que le hacía desear que le despidieran por la mínima de las infracciones.

James Da Silva. Ugh, como le sacaba de quicio.

Este hombre a penas tres años mayor que él se comportaba como todo un infante, no sólo tenía cuenta de tiktok dónde subía retos tontos y uno que otro vídeo en la oficina, su actividad favorita era molestarle, pero no de forma convencional, no, él se pasaba de la raya, escupía en la raya, se meaba en la raya.

Cómo aquella vez en la que convenció a todos de vestirse de rosa un miércoles. Le hizo creer que era una nueva regla de la empresa, por lo que el de mirada cian volvió a su casa, buscó entre su ropa y al volver todos usaban sus prendas normales.

O esa vez en la que, de alguna forma, metió su computadora en gelatina.

¿Y qué decir de la ocasión en la que recibió una llamada de su madre diciéndole que tenía un amante e iba a divorciarse de su otra madre?

Porque el maldito también hizo eso, se volvió amigo de sus mamás en facebook y ahora ellas parecen quererlo más que a Aiden.

Atravesó las puertas giratorias de cristal, el lugar se veía como siempre, techos altos, azulejos negros decorando con elegancia el piso, pantallas que saludaban a los visitantes con los clásicos comerciales del fundador: Chris McLean. El absoluto estereotipo de un edificio de negocios, también se puede añadir que la explotación laboral es igual a la de cualquier corporación multimillonaria.

Llegó a su piso, dejando su almuerzo en la mini-cocina y poniendo su saco en el perchero de la entrada, las cosas iban bastante tranquilas.

Hasta que lo vió.

Soltó un bufido cansado una vez divisó una misteriosa caja de regalo en su escritorio. Siempre se decía lo mismo, una tontería más y se iría directo a recursos humanos...pero no lo hizo.

-¿Qué es esta cosa?- Dejó su mochila a un lado mientras señalaba el extraño obsequio, claro, dirigiéndose al moreno.

James ya se encontraba sentado en su escritorio conjunto, estaba cerrando algunos tratos y escribiendo unos e-mails, pero se tomó el tiempo para devolverle la mirada al de cabellos teñidos.

-¿Eso?, Un regalo, ¿No es obvio?- Lanzó a secas para después regresar al trabajo.

Tal cinismo le molestó de sobremanera, se acercó al de nostril y lo miró serio.

JAIDEN ONE-SHOTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora