𝘏𝘢𝘮𝘦𝘵𝘴𝘶 | •𝘙𝘢𝘯 𝘏𝘢𝘪𝘵𝘢𝘯𝘪 (HIATUS)

Capítulo 3

/I'm not your toy/

₮Ran Haitani

"¿Qué acaba de pasar?"

La sonrisa de satisfacción de la fémina aumentaba por momentos, disfrutando de mi incredulidad ante la situación.

—Ay, que pena me das, pero las normas son las normas.— habló con falsa empatía y sin quitar esa mueca de victoria que aún adornaba su rostro.

"Se supone que la secuestré para pasarla bien, no para acabar pidiéndole una sesión de terapia por culpa de tanta humillación."

Sentí como su fría mano hacía contacto con mi rostro, apartándolo del suyo y queriendo quitarse de mi agarre.

—Bueno, ahora me voy al baño. Si eres tan amable de quitarte de encima mía.— sentía como cada vez aumentaba la fuerza en su brazo para quitarme de encima suya, algo que ya empezaba a colmar mi paciencia.

—¿Lo hiciste a propósito, verdad? Me distrajiste mientras esperabas a que fuera medianoche, y así yo tener que cumplir con el trato de manera inevitable.— sin darme cuenta, mi tono de voz entonó un pequeño gruñido de molestia.

—Por una vez en mi vida, admitiré que fue pura suerte lo de las campanadas. Resuelta ya tu duda, me urge ir al baño.

Tomé sus muñecas con algo de fuerza, inmovilizándola en la cama y manteniendo contacto visual con ella en todo momento.

—Ya estoy harto. Desde que te traje aquí, lo único que has hecho es burlarte y verme la cara de tonto. Ni siquiera sé porqué soy tan amable contigo. Eres otra zorra del montón, un entretenimiento más que añadiré a mi lista de logros.

Apenas tuve tiempo de reaccionar. Sentí como todo el aire se iba de mis pulmones, como si hubiera corrido una maratón sin descanso. Acabé soltando las muñecas de Aiko para luego llevar mis manos a mi abdomen, abrazándolo con fuerza después de semejante golpe recibido.

Levanté la mirada lo máximo que pude después de sentir un peso menos en la cama, para luego encontrarme con el mismo revolver de antes, apuntándome entre ceja y ceja.

৳Aiko Fujimori.

Ya me estaba cansando de todo esto. Primero me dice, de una manera super romántica y sacada seguramente de alguna película de Disney, que quiere que sea su reina . Luego intenta abusar de mí sacando vacíos legales a nuestro trato, solo que lo hace de manera "suave" para que él no lo considere una violación propiamente dicha y no tenga que cargar con la culpa de ser tremenda escoria. Y ahora me echa en cara el que yo esté en su cuarto cuando fue él mismo quién me secuestró.

Sinceramente, he tratado con muchísimos casos de este tipo desde que soy psicóloga, y ninguno de ellos me ha afectado de manera personal ni me ha herido el orgullo, pero lo que no iba a tolerar es que me tratase como un maldito juguete sexual.

"Lo siento, pero te metiste con la zorra equivocada."

Aprovechando la confusión que le ocasioné debido al golpe en su abdomen, volví a tomar el revolver del cajón, comprobando primeramente el número de balas que aún quedaban.

Solo quedaba una.

"Bien. Juguemos a la ruleta rusa entonces."