Especial cumpleaños de Aiko

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/Birthday/


Ambos adultos al fin estaban en paz.

La fémina de cabellos azabaches estaba  revisando, como siempre, su laboriosa agenda, disfrutando del sonido de las primeras lluvias primaverales y el rápido teclear de sus manos. Un sonido al cual lleva años acostumbraba y que no cambiaría por nada del mundo.

En cambio, el varón peliborgoña tomaba su café matutino acompañado del periódico de la mañana, sentado a unos escasos metros de la mujer y, de manera discreta, observando la dedicación y paciencia que dedicaba a su oficio. Hoy era uno de esos pocos días que se le concedían al mes para relajarse, y no veía mejor método de relajación que estar junto a Aiko, la cual desprendía calma y serenidad allá donde fuera.

Sí, al fin estaban en total tranquilidad.

Beep. Beep. Beep.

Hasta ahora.

—Oh, lo siento— rápidamente la mujer tomó su teléfono, comprobando el motivo de aquellos sonidos.

—¿Temas de trabajo?— preguntó curioso el mayor.

—Supongo que sí, sino, no entiendo el porqué del repentino bombardeo de mensajes de...—forzó levemente la vista para comprobar el nombre en pantalla—¿Kyoki?

—Kyoki...¿De qué me sonará ese nombre?—este cruzó las piernas y apoyó su brazo izquierdo en el antebrazo del sofá, adoptando una pose pensativa.

—Es una vieja amiga de la secundaria. Llevo 11 años sin saber nada de ella...pero me sorprende y a la vez aterra que siga conservando mi número de teléfono.

Ran, aún más hambriento de curiosidad, se acercó a la fémina para oír lo que quería decir el audio que aquella mujer, de nombre Kyoki, le había mandado, ensordeciendo sus oídos a causa de un alarido desgarrador que no expresaba nada más que pura alegría al grito de:

<<—¡¡Feliz 29° cumpleaños, Fujimori!! Me sorprende que sigas viva a estas alturas, pero bueno. ¡¡Ten un buen díaaaa!!>>

—¿Ya es 30 de marzo?— preguntó incrédula la azabache, dejando completamente perplejo al peliborgoña.

—¿No te acuerdas siquiera de tu propio cumpleaños? ¿En serio?—este se separó de la ojiambar, la cual continuó con su anterior trabajo.

—¿Por qué iba a celebrar el día en el cual estoy más cerca de morir?— el sonido de la palma del varón impactando contra su propia frente descolocó aún más a Aiko.

—Si lo ves de esa manera, es normal que no quieras celebrar tu cumpleaños—reprochó el Haitani ante el pesimismo de la mujer.

—Mira, me importa un carajo, ¿vale? Un año más, uno menos, todo me es indiferente.

Ran se sorprendía cada vez más por las palabras de Aiko, dejando esta en claro varias veces que no le veía importancia a su fecha de nacimiento y que consideraba tiempo perdido el celebrar esa festividad.

Era exactamente la contraparte de él. Un espíritu rebelde desde su juventud que siempre buscará alguna excusa para montar una gran y ruidosa fiesta. Pero Aiko no era ni ruidosa ni mucho menos rebelde. Al menos, así lo hacía ver la fémina.

—¿Algún motivo en especial por el que no celebres este maravilloso día donde tus padres fueron bendecidos con tu existencia?—la contraria miró de reojo al contrario solo por unos segundos, para luego volver a pegar su vista en el portátil.

—Lo celebraba, pero como dije antes, llevo 11 años sin hacerlo. Y no, Ran, no te incumbe el motivo de mi decisión— ante estas palabras, el ojivioleta cerró la boca y se acomodó de nuevo en su asiento.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2023 ⏰

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𝘏𝘢𝘮𝘦𝘵𝘴𝘶 |  •𝘙𝘢𝘯 𝘏𝘢𝘪𝘵𝘢𝘯𝘪 (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora