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El cuerpo lo sentía paralizado desde el despertar. Solo recordaba la pelea con la robo-bestia, quedar exhausto y luego solo pura negrura era lo que se visualizaba ante sus ojos al caer Inconsciente.

Al despertar, su madre fue la primera en verlo informándole de todo lo acontecido las últimas semanas. La pelea fue tan fuerte qué de igual manera dejo consecuencias sobre ellos mismos. Reflejándose en su tiempo en cama hasta quedar lo suficientemente estables para moverse sin alguna complicación mayor.

Krolina estaba orgullosa de ver a su hijo despertar tras un enfrentamiento de vida o muerte. Tras conversar por un rato lo dejo descansar, siendo Shiro el siguiente en visitarlo tras unas horas de saberlo despierto.

- Hola... ¿Cómo te sientes? - A paso lento se acercó hasta sentarse a su lado, su voz era lenta al hablar por lo que no tuvo que decir otra cosa para Keith entender que en serio se preocupó por él y sus compañeros.

- Ya estoy normal. No te preocupes, sabés que he pasado cosas peores. - Incorporándose en la camilla hasta quedar sentado. - El que debería estar preocupado soy yo. Vaya que cometiste más de 3 locuras en menos de 1 hora. Ni Lance era así.

- No me recuerdes nada de eso. - Rio. - No iba a dejar a mi viejo equipo tampoco, ya no seré el Palabin negro pero ustedes siguen siendo importantes para mí. Algo iba a hacer de una u otra forma.

- Lamento haberte quitado el puesto. Se que las circunstancias lo ameritaban, no tengo que disculparme en si por eso. No obstante me llegó a afectar bastante todo esté desastre.

- Allura y Koran me llegaron a comentar de todo eso. Lamento que mi imagen te haya hecho sufrir tanto, y aún así no querías dejarme morir. Supongo que tras esto, ya se cómo te sentías.

- ¿No es bonito?

- No lo es. - Ambos rieron por esa última frase. Sus ojos de forma Inconsciente se terminaban alineando. Cualquiera que entrara sabría de la confianza que se tenían, la misma confianza por la cuál Keith tomo iniciativa en la situación.

- ¿Sabes? Existe algo, que pienso entre los 2 pero... ¿Recuerdas algo de lo que dije cuando tú clon y yo peleamos? Creo que no viene mal empezar por eso.

- No tengo recuerdos después que Onerva tomará mi conciencia. En si es raro, recordar una parte de las vivencias de alguien igual a mi pero sin ser yo.

- Menudos problemas existenciales. - Suspiro. - En medio del combate, dije que te amaba. No sé si fue la adrenalina, un intento infantil de que me recordarás u otra cosa. Pero, ya me aburrí un poco. He tenido el miedo a flor de piel de perderte más de una vez. Quiero decírtelo, me enamore de ti. - Ya con eso dicho Keith sentía un peso libre de si mismo.

Shiro por su parte, se podría decir que la noticia le callo por sorpresa. Manteniendo el silencio por unos segundos.

- Estás reaccionando mejor de lo que pensé. - Sacándolo de su ensoñación no tuvo problemas en bromear.

- Perdón. Keith, ah. Tu también eres importante para mí, fuiste... La verdad no sé que decir. Me siento mal de pensar que en serio tanto mal te causé.

- No diría que tanto mal, aunque si me costó un poco. Pero ya todo pasó, ahora... - Pícaramente sonrió, pasando su mano por el brazo del contrario, detallando su apariencia de forma sutil. - He de admitir que cada muerte te puso más atractivo que antes.

- Jajajaja. Eres un... Ven acá. Si me amas me haré responsable de ti. - Y dicho esto, sumado a la sorpresa de Keith, Shiro lo abrazo. Pidiendo el permiso para besarlo que no tardó en conceder.

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