30 de Diciembre del 2022
✧Cristopher Mccartney✧
Me encuentro en el aeropuerto despidiendo a Fabiola que ya va a Dixon, yo voy mañana, me encantaría ir con ella pero tengo que resolver unas cosas en el trabajo y nuestras familias no saben que ambos vivimos en la misma ciudad.
— Nos veremos mañana copito, no me extrañes tanto— ríe contra mi pecho.
— Intentaré no morir de soledad por tu ausencia — dramatiza y sonrió
— Eso espero que no me quiero quedar viudo.
— No lo permitiré.
— Más te vale.
Levanta la cabeza y nos observamos, frunce los labios y lo beso, la abrazo con más fuerza y aspiro su aroma a nueces y almendras.
— Te diré cómo está todo por allí para que sepas a qué enfrentarte.
— Eres tan considerada te sacrificas por los dos — me llevo la mano al pecho para dramatizar más.
—Madura Cristopher.— rie
— Ni que fuera un aguacate que tiene que madurar para que te lo comas — digo abre los ojos y se sonroja, rio a carcajadas.
— No puedo creer que hayas dicho eso.
— Y yo no puedo creer que me comas sin haber madurado Fabiola, eso es como pedófilia
— Tu eres mayor que yo.
— Por un año.
— Si pero cuando no era mayor de edad te pude haber denunciado por esas veces.
— No lo hubieras hecho, porque te hubiera dolido perder a este monumento de hombre.
— Ay por favor — sonríe y niega con la cabeza.
—Pasajeros del vuelo 506 rumbo a Dixon, última llamada.
—¿Escuchastes?, el vuelo en el que te irás es como la canción que te gusta de Mora.
— Primero que nada, es Morat, lleva un "T" al final, y segundo tienes razón.
— Yo siempre tengo razón.
— Mejor no digo nada— le guiño el ojo — Nos vemos mañana, te quiero.
— Yo te amo.
— Cris como me vas a amar si tenemos siete meses de relación.
—Copito, para el amor no existe calendario, y yo sé que dentro de poco me dirás — me aclaro la garganta — Te amo Cristopher, eres lo mejor de mi vida, el faro que ilumina mis días —finjo su voz y rie— anda vete, que perderás el vuelo, te amo.
— Chaíto, te quiero mucho— beso sus labios y la suelto del abrazo que se alargó más de lo que se suponía.
Agarra su maleta y se despide con la mano.
❄️
— Vamos Crisi.
— Germán ya te dije que no vas a hacer fiestas mientras no esté.
— Pero es navidad, y puedes cerrar tu habitación con todos tus aparatitos de seguridad, y que la gente folle en mi habitación o en el baño— Lo pienso un momento antes de asentir.
— Si se rompe algo tú lo pagas
—Hecho— me tiende la mano y se la acepto y cerramos el mini trato que realizamos.
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Miradas cruzadas en navidad
Roman d'amourEstá será la historia de como las miradas cruzadas de navidad tomaron un giro de tal manera que quizás todo lo que cambio aquel 2006 vuelva a la normalidad. •Un comienzo algo particular para ellos. •Reencuentros. •Sentimientos del pasado. •Una guerr...