Capitulo-16-Gomitas del hombre araña ❄️

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16 de diciembre del 2022

✧Cristopher Mccartney✧

Mi viaje a Los Angeles aparte de laboral fue liberador, llegué a mi departamento y Germán se sorprendió al verme, y se sorprendió más cuando lo golpee le pregunté que porque había besado a Fabiola y su respuesta fué:

—¿Que yo hice que?

Yo le dije que fue en septiembre y me dijo:

—Bro, realmente no recuerdo aquello, nunca besaría a tu novia, yo en septiembre estaba probando una droga nueva ¿Recuerdas?

Me disculpé por el golpe y  le conte todo lo que ocurrió en Dixon desde que me fui hasta que regrese, Germán se disculpo hasta que lo mandé a qué se callara por un siglo, y mi viaje se resumió a eso. Fui a la pequeña fiesta de la editorial por la publicación del nuevo libro de Kim y visite a unos amigos en el proceso.

Respecto a Fabiola... Ella me envió un mensaje el el trece yo lo ví rápidamente y no le respondí hasta ayer.

Fabiola♡

Lamento no haberte dicho nada, pero me vine el día que discutimos y cuando llegue aquí estuve ocupado, hablamos cuando regrese a Dixon
✓✓

Ella ni vio el mensaje, o quizás si lo hizo por la barra de notificaciones, hoy ya le he mandado tres mensajes diciendole que ya llegué, que dónde está  para vernos y que si me va a ignorar, no ha respondido ninguno de mis mensajes.

Entro en la farmacia con Sabrina y mientras que ella se dirige directo al pasillo en dónde va a comprar las vitaminas, el hierro y el ácido fólico, yo entro al pasillo de las gomitas y empiezo agarrar como si fueran gratis, cosas buenas de tener una economía estable. Con mi cesta llena de gomitas de distintas presentaciones y sabores me dirijo a caja para hacer sufrir a la chica cajera.

Estoy en la fila cuando noto que en la caja de al lado está Fill pagando y listo para irse.

—Ey Fill—lo llamo y se acerca con su sonrisa característica.

—¡Cris! Que bueno verte, ¿Que te trae por aquí aparte de vaciar la estantería de gomitas?—rie al ver mi cesta.

—Vine a acompañar a mi hermana a comprarse unas cosas ¿Y tú?

—Fabiola no se siente muy bien, desde hace tres días, salió con papá y al llegar dijo que no se sentía muy bien y así ha estado desde entonces, tiene náuseas, da asco. Se que tiene algo más que un virus porque su mirada ahora está pérdida, mamá dice que es un virus y yo digo que está en crisis existencial, pero bueno, me tengo que ir—se despide y sale de la farmacia.

Saco mi teléfono y marco el número de mi novia pero no responde, me manda directo al buzón de voz, intento tres veces antes de rendirme y avanzar en la fila.

—No tienen hierro—volteo y veo a Sabrina con unas cajitas en la mano y dos barras de chocolate en la otra.

—Podemos ir a otra farmacia, hay una a la vuelta de la esquina.

—Esta bien, gracias. Quizás nos tardemos un poco.

—¿Por qué lo dices?—la observo sin entender.

Miradas cruzadas en navidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora