•CAPÍTULO 17

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Yoongi nunca había disfrutado en las reuniones del Consejo de Administración, pero aquél día era peor que nunca. No porque hubiera quejas, eso podía manejarlo, sino por como le sonreían todos. Sonriendo de verdad, como si estuvieran orgullosos de él. ¿Que demonios estaba pasando allí?

—Los dos últimos artículos sobre tí han Sido exelentes —le dijo su tío—. Muy positivo.

—Estoy haciendo lo que acordamos que haría.

—Este periodista. . . —uno de los miembros se puso las gafas de leer— Park Jimin, piensa que has tenido una revelación. ¿Quien es Kim Taehyung?

—El chico con el que Yoongi está saliendo —contestó su tío por él.

Los demás miembros del consejo lo miraron.

—Dijisteis que buscase una buena persona y eso es lo que he hecho. Es profesor de primaria y muy guapo. Creo que Jimin se ha quedado prendado de él.

—Bien hecho —lo felicitó uno de los miembros de más edad —. Deberías traerlo un día para presentárnoslo.

—No hace falta —respondió Yoongi, pensado que lo último que necesitaba Taehyung era un montón de viejos intentando coquetear con él.

—Taehyung es especial —dijo Jiho—. Y a Yoongi le ha sentado muy bien salir con él.

Su sobrino lo fulminó con la mirada.

—Estamos saliendo juntos hasta que terminen las fiestas, de modo que es un acuerdo de conveniencia. Me pedisteis que buscase una buena persona y lo he hecho, no penséis que es nada más.

—A mí no me parece que sea solo eso. —insistió su tío.

—Las apariencia engañan a veces.

No pensaba contarle a su tío, ni a los miembros del consejo, que él también pensaba que Taehyung era especial.

No tenían por qué saber que se había hecho un hueco en su vida, y que no lo había hecho a propósito. Pero, fueran cuáles fueran sus sentimientos por él, cuando terminasen las fiestas, también terminaría su relación.

Cuando la reunión terminó, Yoongi se quedó en la sala de conferencias esperando que los miembros del consejo se marchasen.

—¿Has dicho en serio lo de cortar con Taehyung cuando terminen las fiestas? —le preguntó si tío.

—Por supuesto.

—Os eh visto juntos, Yoongi. Ese chico te gusta, deberías casarte con él.

Yoongi nego con la cabeza.

—Ya estuve casado una vez.

—Con la mujer equivocada, sí. No sé que quería Irene, pero se que no era a tí ni un matrimonio de verdad. Taehyung es diferente, Yoongi, es la clase de persona con la que uno se casa.

¿Y eso lo decía un hombre que había estado casado cinco veces?

—¿Cómo lo sabes?

—He vívido más que tú. He visto cosas he cometido errores. Y hay pocas cosas que uno se lamenta más que saber que has dejado escapar a la persona de tus sueños. Tú siempre has sido más lista que yo en casi todo, no seas un idiota ahora.

—Gracias por el consejo —murmuró Yoongi, levantándose.

—Pero no vas a hacerme caso.

—He hecho lo que me pedía el consejo. Eso es todo lo que pienso hacer.

Jiho lo miró durante largo rato.

—No todo el mundo va a dejarte, Yoongi.

Él sabía que su tío estaba equivocado. Casi todas las personas que le habían importado en la vida lo habían dejado. Por eso había aprendido que era mejor no encariñarse con nadie. Más seguro.

—Taehyung no es de los que se van. Mira su vida. . .

—¿Qué sabes tú de él?

—Lo que tú me has contado: vive con sus primos, cuida de ellos. . . los ayuda a pagar su educación. Y aceptó salir contigo para que su hermano no fuera a la cárcel. No es una persona que se rinda fácilmente.

Cierto, pensó Yoongi. Taehyung era una persona seria y responsable.

—Lo de su hermano es diferente.

—No lo es y tú lo sabes. Taehyung te da pánico porque con él todo es posible —suspiró Jiho —. No dejes que lo que pasó con Irene destroce tu vida. No vivas lamentando haberlo dejado escapar, los remordimientos te comerán vivo.

—No pasará nada de eso.

—Muy bien, puedes intentar convencerte a tí mismo si quieres, pero no es verdad. Taehyung es lo mejor que te ha pasado, hijo.

—Taehyung aceptó salir conmigo para salvar a su hermano, no tienen nada que ver conmigo.

—Tal vez al principio no, pero ahora sí. Se está enamorado de tí, Yoongi. Tal vez ya lo está. Y estas cosas no ocurren a menudo, yo lo sé muy bien.

Después de eso, Jiho salió de la sala de juntas y Yoongi se quedó a solas, pensativo. ¿Lamentaría dejarlo escapar?, se preguntaba.

La verdad era que si tío tenía razón, Taehyung le daba pánico. Con el había posibilidades, muchas posibilidades.

Pero el ya había entregado su corazón a una persona y había sido un tremendo error. El amor era una ilusión. Tal vez Taehyung era diferente, pero no sabía si quería arriesgarse.

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A pesar de llevar tres días trabajando casi sin parar, Yoongi no podía olvidar las palabras de su tío. Y no podía dejar de pensar en Taehyung.

Arriesgarse en el amor era algo que se había prometido no volver a hacer y, sin embargo, sentía la tentación de hacerlo. Era la única explicación para que estuviera en unos grandes almacenes una semana antes de navidad, abriéndose paso entre la gente y buscando un regalo para sus primos y Jungkook.

Debería haberle pedido a su secretaria que lo hiciera. ¿Cómo iba a saber él lo que querían unos universitarios? Estaba a punto de marcharse cuando vió un cartel que decía: "Todas las personas adoran el cachemir". Y en el escaparte había un montón de jerséis de diferentes colores.

—¿Quiere comprar algo para su esposa o alguna pareja? —le preguntó la dependienta

—Para su prima y para su primo —contestó él—. Y para una amiga. Están en la universidad. . .

—¿Sabe la talla?

—Pues. . . no, no la sé —Yoongi señaló a una joven pareja que estaban en la tienda—. Más o menos como la chica y el chico.

—Muy bien. ¿De qué colores?

—Necesito tres. . . de distintos colores. Pero elíjalos usted misma.

—Deme diez minutos y los tendré todo preparado. Mientras tanto, puede tomar un café en el bar, ahí al lado de la zapatería.

Yoongi se dirigía hacia allí, pero se detuvo frente a una tienda de árboles de navidad. Eran pequeños, de un poco más de medio metro, con lucecitas y adornos en miniatura. El que llamó su atención estaba decorado en blanco y dorado, con docenas de angelitos. Todos eran rubios, de aspecto inocente y ojos grandes. Y, por alguna razón, le recordaron a Taehyung. Sin pensarlo dos veces, entró en la tienda y se acercó al mostrador.

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•||SEDUCIDO POR EL MILLONARIO||•  •|YOONTAE|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora