—Ah — Taehyung no sabía qué decir—. Mi sobrino tenía un problema. . . y esta parecía la única manera de ayudarlo.
—No estoy diciendo que sea malo, pero no actúas como alguien que está haciendo un trabajo. ¿Tan buen actor eres?
Taehyung se miró las manos antes de mirarlo de nuevo.
—No, no lo soy. Me gusta Yoongi. Se que puede parecer frío y distante, pero yo creo que hyung no lo es. En el fondo es buena persona.
Jiho asintió con la cabeza.
—No es algo que vea todo el mundo. La gente cree lo que dicen los periódicos, pero hay que ser muy fuerte para convertir una simple empresa familiar en un imperio, te lo aseguro. Y Yoongi lo ha hecho, ha luchado para salir de sus circunstancias.
Circunstancias, Taehyung no sabía mucho sobre esas circunstancias.
—Sé que lo crío usted.
—Sí, un ciego guiando a otro ciego —suspiró Jiho—. Mi hermana era una irresponsable. Era mucho más joven que yo. . . fue una sorpresa para mis padres. Ellos la adoraban, pero se convirtió en una niña mimada e irresponsable. Cuando murieron se llevó la mitad del dinero y desapareció. . . para volver un par de años después, embarazada. No quiso decirme quién era el padre y no estoy seguro de que ella misma lo supiera. Tuvo a Yoongi y volvío a marcharse. Y así fue durante los primeros doce años de su vida. Su madre iba y venía, y eso le rompió el corazón.
Taehyung miró hacia la puerta del despacho pensado en Yoongi de niño, abandonado por su madre. Eso explicaba muchas cosas.
—Cuando tenía once o doce años le dijo a mi hermana que eligiera: o se quedaba o se iba para siempre. Yo creo que esperaba a que se quedase, pero ella desapareció y Yoongi no volvió a mencionarla nunca. Unos años más después descubrí que había muerto y se lo conté a mi sobrino. Él dijo que le daba igual.
Estaba escondido el dolor, pensó Taehyung. Porque si le importaba. Primero su madre lo había traicionado, luego Irene. Yoongi había sufrido mucho, era lógico que fuese tan distante.
—Yo fuí duro con él —siguió Jiho—. Porque no sabía cómo educar a un niño. Lo lleve al gimnasio conmigo, le enseñé a boxear. Pero el estaba empeñado en ir a la universidad y consiguió una beca —añadió, sin poder disimular un gesto de orgullo.
—Es una buena persona y en parte se lo debe a usted —dijo Taehyung.
—Eso espero. ¿Sabes que estuvo casado?
—Sí, lo sé.
—Fue un desastre. A mí nunca me gustó Irene y me alegro de que haya desaparecido de su vida, pero ahora me preocupa que no encuentre a nadie. Necesita una familia, alguien con quién sentar la cabeza.
No era un mensaje muy sutil, pensó Taehyung. Deseando que fuera una posibilidad.
—Yoongi hyung lo ha dejado muy en claro: la nuestra es una relación de conveniencia, nada más.
—¿Y eso es lo que tú quieres?
Una simple pregunta que exigía una respuesta simple.
—No soy yo el que tiene que decir.
—Tal vez no, pero puedes influir en su decisión.
—Me parece que da demasiado crédito a mi influencia sobre Yoongi.
—Te sorprenderías.
Ojalá, pensó el menor. Después de todo lo que había pasado, no sabía si Yoongi estaría dispuesto a entregar su corazón, y el no aceptaría nada menos.
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•||SEDUCIDO POR EL MILLONARIO||• •|YOONTAE|•
RomanceA Min YoonGi, un poderoso hombre de negocios, no le gustaban los ultimátums, a menos que fuera él quién los diera. Pero la junta le estaba exigiendo que cambiara su dura imagen pública. Cuando conoció al dulce Kim TaeHyung, profesor de guardería, su...