•||SEDUCIDO POR EL MILLONARIO||• •|YOONTAE|•

•CAPÍTULO 6

Yoongi llegó a tiempo al almuerzo semanal con su tío. Una tradición pensó, mientras entraba en el restaurante. Taehyung se sentiría orgulloso de él.

Jiho ya estaba allí, en la mesa de siempre, con un whisky en la mano.

—Buen trabajo —dijo Jiho, señalando la carpeta que había sobre la mesa—. El artículo es muy positivo. Pero has dicho que no cerrarías las instalaciones de Shin hasta después de las Navidades, y ahora no puedes cambiar de opinión.

—No lo haré.

—Ese chico parece interesante. ¿Cómo se llama?

—Kim Taehyung.

—¿De verdad es profesor de primaria?

—Sí —supiró Yoongi—. Es exactamente lo que tú me pediste que buscase: buen chico, guapo, preocupado por su familia, e inteligente.

—El periodista, Park, parece haberse quedado enamorado de él—Jiho volvió a tomar su vaso de  whisky—. ¿Cuánto tiempo vas a salir con él?

—Hasta Navidad.

—¿Y es solo una relación. . . profesional?

Yoongi pensó en el beso e hizo todo lo posible para convencerse a sí mismo de que solo lo había hecho para que lo vieran los demás.

—No estamos saliendo, si eso es lo que quieres saber. La he contratado para hacer un trabajo, nada más.

—Me gustaría conocerlo.

—Eres demaciado viejo para él

Su tío sonrió.

—Bueno, dejemos que eso lo decida Kim Taehyung.

Pidieron el almuerzo y charlaron de trabajo mientras comían, cómo era su costumbre. De camino a su coche, el móvil de Yoongi empezó a sonar, pero cuando miró la pantalla no reconoció el número.

—¿Sí?

—¿Hyung? Hola, soy Taehyung.

—¿Algún problema? —preguntó el mayor. Tenían que acudir a una cena al día siguiente. . .

—No, pero es que vamos a comprar un árbol de Navidad esta tarde y he pensado que a lo mejor querrías venir con nosotros.

Yoongi miró el teléfono y vió durante un segundo la pantalla antes de volver a ponerlo en su oreja.

—¿Por qué?

—Porque es divertido y porque necesitas un poco de Navidad en tu vida hyung. Pero si no quieres, no importa.

No quería. Y sin embargo, se encontró preguntando:

—¿A qué hora?

—A las cuatro, en mi casa. Supongo que no tendrás una camioneta que me puedas prestar. El árbol nunca cabe en mi coche.

—Tengo una flota de camiones, Taehyung. Me dedico a eso.

—Ah, es verdad. ¿Podrías prestarme uno, hyung? No tiene que ser muy grande.

Yoongi se cambió el teléfono de oreja.

—Ah, entonces eso es lo que querías, que te prestase una camioneta. Yo no te intereso nada.

—No, bueno, debo reconocer que la camioneta es parte del interés, pero me gustaría que vinieras aúnque no me la prestases.

—No sé si creerte.

—Yo no miento hyung.

—Bueno, está bien, nos vemos a las cuatro.

Yoongi guardó el móvil en el bolsillo de la chaqueta, sacudiendo su cabeza. Las personas le habían mentido muchas veces. Mentían por costumbre. Irene había sido la más mentirosa de todos. Le había dicho que lo quería y después lo había abandonado.