Juan, sintió su corazón later fuerte y a la vez que un nudo en su garganta, sus mejillas estaban más que rojas, sus ojos estaban brillosos, ¿aquello era en serio? ¿era real que un tipo como Spreen sintiera cosas tan bonitas por el hechicero? era irreal y eso le asustó, le asustó bastante; quitó su mano del pecho ajeno y desvío su mirada. — L - lo siento spreen, yo- . .
El oso miró al castaño con confusión y cierta tristeza, y estaba apunto de preguntar hasta que la voz de betra detrás de él lo interrumpió, volteando a verlo.
— Spreen, te necesitan adentro.
— Ahora no betra, estoy ocupado.
En cuanto spreen volvió a ver donde Juan se encontraba, notó que este ya no estaba, y lo buscó con la mirada por los alrededores. Al no verlo soltó un suspiro pesado, volviéndose a colocar sus lentes de sol. Una expresión seria se apoderó de su rostro, sintiendo una gran punzada en su pecho; volteó nuevamente a ver a Betra y suspiró pesadamente, dandole a entender que que era lo que quería y de paso, volviéndose a adentrar en el cinema, con Betra detrás de él, siguiéndolo.
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Juan había corrido como nunca para ocultarse en el mejor lugar para esconderse, en el santuario, y aquello no era nada predecible, o al menos eso pensaba él, sus emociones y sentimientos estaban revueltos, y necesitaba pensar, pensar claramente en que hacer, después de todo, quisiera o no, le había tomado cariño al oso argentino, pero de todas formas era cariño, no era algo más que eso, y realmente no quería lastimar al oso. Para pensar mejor, cerró el santuario, dejando el mismo cártel de 'cerrado', y evitando que hubiera pasos para entrar a aquel lugar santo dedicado a los Dioses del todo.
— Ay.. puerco, puerco, ¿qué hago?
— Oink.
En ese momento Juan pensó con más claridad, recordando todas las veces que Spreen se había comportado "extraño", y realmente ahora mismo estaba entendiendo esos comportamientos, aquellos encuentros juntos y eso le revolvía sus sentimientos a peor.
Ahora entendía los raros comportamientos que tenía el oso cerca de rubí, o incluso el hecho de que el oso se la pasará cerca, demasiado cerca cuando en múltiples veces el oso afirmaba que no le gustaba el contacto físico. Ahora entendía esa linda mirada que le dió aquella vez, ahora entendía porque siempre él estaba consolandole, ahora entendía todo eso y más.
— Mierda..
> — Tú.. ¿tú realmente te haz enamorado?<
>Spreen se sintió aún más avergonzado, se quitó sus lentes y suspiró suavemente, mirando al hechicero directamente. — ¿te darías en algún momento una nueva oportunidad para amar?<
El rostro de Juan empezó a arder de vergüenza, y con suavidad golpeó su propia frente con su mano, debido a todas las señales que Spreen le había dado a lo largo de los días, y él, ni siquiera las había captado en su momento.
>— Escúchame Juan, yo.. amo que seas tú, eres increíble, boludo. Nadie es capaz de hacer lo que tú, de seguro esos chupa pijas solo están celosos de todo lo que tú puedes hacer.. después de todo eres el hechicero supremo, tienes a los dioses de tú lado, en serio que eres increíble, y eres maravilloso.
<— Mierda, mierda, mierda..
Juan solo pensaba en aquellos momentos o palabras lindas que había soltado el oso a lo largo de sus momentos juntos, sintiendo su corazón latir con fuerza, sintiendo su rostro caliente a más no poder.
> — Escucha yo.. han sido grandiosos los días que pasamos juntos viajando entre dimensiones y he disfrutado bastante de tú compañía allí. — Hizo una pausa pues se sentía realmente nervioso, nunca había podido expresar correctamente sus sentimientos debido a carencias que tuvo a lo largo de su vida, pero aún así intentó ser lo más claro posible, suspiró un poco antes de volver a hablar. — Me di cuenta que eres lo más lindo que han visto mis ojos, eres.. eres como un sol, boludo. Y yo.. yo no pude evitar enamorarme de ti, no pude, porque tu sonrisa, tus lindos ojos, tu forma de verme, tu risa, tu personalidad, todo de ti me flechó, todo de ti me encanta y me hace olvidarme de todo para solo prestarte atención a ti. — el oso se quitó sus lentes de sol, sus ojos estaban brillosos, y con sumo cuidado pasó la mano ajena a su corazón, para que así el hechicero pudiera sentir su corazón, que estaba latiendo con fuerza y rapidez. — Me gustas mucho, estoy enamorado de vos, mi corazón late así cuando estás cerca de mi.. y es que, ¿cómo no estarlo? sos.. sos increíble, y jamás había sentido lo que siento por ti, incluso te quiero sabiendo que de seguro aún tu quieres a Rubí, realmente no me importa, solo.. solo sé que te quiero en mi vida. <
Aunque Spreen, sonaba realmente lindo con aquellas palabras, Juan no era capaz de asimilarlo del todo, no podía creerlo aunque en todo el tiempo había sido demasiado obvio, incluso Quackity lo había notado, y es que.. ahora ni siquiera sabía como tratar al oso, ¿amistosamente? ¿no tratarlo? ¿ignorarlo?; Juan fué sacado de sus pensamientos en el momento que escuchó a su fiel amigo, puerco araña.
— Oink. — Aquel cerdito interdimensional, se acercó a Juan y se sentó en sus piernas, para al menos calmarlo así fuera un poco, y funcionó, el hechicero acarició suavemente, mientras suspiraba.
— Ay puerco.. creo que.. es mejor descansar.
Juan sonrió ligeramente al ver a aquel puerco, abrazándolo con cariño, hasta que fue interrumpido por una presencia inesperada.
— Hijo mío.
— ¿papá?
— ¿Te encuentras bien?
— ¿yo? oh, sisi, todo.. todo bien, ¿por?
—
Te veo cansado.
— Ah.. si, lo estoy. — el hechicero desvío su mirada, realmente no quería contarle lo sucedido al profeta, y la verdad no tenía que decirle, y tampoco es que los consejos del profeta fueran de mucha ayuda.
— Sobre lo de tus amigos..
— Está bien papá, no importa, ya me acostumbraré a eso de ser tú hijo, jaja.
— Podríamos hacer que dejen de tratarte así.
— ¿Ah, sí? ¿cómo?
┈┈ =͟͟͞♡
Ustedes saben q yo los quiero mucho...... verdad??? 😭
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A place for you and me | -·★ spruan ★·-
FanfictionSpreen últimamente no había tenido unos días muy buenos, el chico que le gustaba se había casado con su amigo, su pollería y prácticamente spreenfield había sido destruido por su guerra con Reborn. Así que le pidió ayuda a Juan para tomar un respiro...