A place for you and me | -·★ spruan ★·-

EXTRAS 💐

HOLA, LES VENGO A DEJAR ESTO CMO YA LO ÚLTIMO, nada más cmo para rellenar más cosas softs que se me ocurrieron que quedan muy bn cn los gays, así q disfruten

y sí, habrá coito pero, muy leve pq no sé escribir sexoso, malditos hormonales, pero en un extra aparte pq si, en unos días quizás lo suba 🛀

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Unos cuantos meses habían pasado desde que Juan y Spreen habían decidido vivir juntos, y realmente iba todo muy bien, después de todo ambos habían convivido realmente bien, si había algo que a alguno no les gustaba, lo decían, eran una relación muy sana, y eso los reconfortaba a ambos, después de todo, ambos estaban aprendiendo a llevar de una manera correcta traumas o inseguridades del pasado.

Spreen estaba sentado en el sofá con un periódico en sus manos, leyendo las novedades que había, después de todo era lo más interesante para él en ese momento.

Era tan tranquilo ese día, estaba lloviendo afuera, y el castaño estaba acostado a lo largo del sofá con su cabeza en las piernas del híbrido, viendo atentamente al pelinegro, en busca de que se diera cuenta de lo que quería.

— No. — Respondió Spreen al notar la mirada del castaño mientras pasaba de página en aquel periódico.

— Ni siquiera te dije la propuesta que te tengo.

Los ojos oscuros del argentino pasaron a mirar directamente al castaño, incrédulo, después de todo conocía bastante bien las intenciones del ex - hechicero. — Sorprendeme.

— Tu y yo, no sé, jugando afuera.

— Está lloviendo.

— ¡Por eso! lo haría más divertido.

— No, te podés resfriar. — la mirada del oso pasó nuevamente a aquel periódico, soltando un suspiro pesado queriendo cerrar el tema de salir afuera en un clima así.

— ¡por favoooor! — el castaño se sentó en aquel sofá mirando a su pareja tratando de convencerlo. — No me enfermaré, solo quiero estar contigo bajo la lluvia.

— No lo sé, me parece algo.. complicado eso, además lo que hagamos afuera lo podemos hacer aqui.

— No, así ya no es divertido. — el castañito miró al oso tratando de convencerlo. — si salimos a bailar bajo la lluvia prometo cocinar los espaguetis con salsa que tanto te gustan.

Eso llamó totalmente la atención del oso, así que su vista pasó directamente al colombiano. — ¿lo prometes?

— lo prometo. — el castañito levantó su meñique en modo de hacerle ver al oso que lo decía enserio. El argentino soltó una risita y con su meñique tocó el meñique del castaño, pactando así una especie de contrato de bienes.

Al menos así lo veía el híbrido argentino.

Juan sonrió ampliamente mientras se levantaba del sofá, tomando el brazo del argentino y así jalarlo para que se lavantase de igual forma. El híbrido soltó risas y se levantó, dejándose guiar por el más bajo.

El castaño colocó música a un volumen considerablemente alto para que afuera de la cabaña se logrará escuchar con claridad, al menos agradecía no tener vecinos aguafiestas que pudieran reventarle la casa solo por eso.

Ambos chicos salieron de aquella cabaña, con la lluvia de compañía.

— Bien, ¿ahora qué? — preguntó el híbrido mientras miraba al castaño atentamente, quien se veía feliz dejándose mojar por aquellas gotas de agua que caían del cielo.

El castaño pasó su vista a au pareja, y le extendió su mano. — ¿me concedes está pieza?

Spreen sintió como sus mejillas se calentaron un poco por el rubor que se hacía presente en ellas, y soltando risitas aceptó la mano del colombiano. De inmediato colocó una de sus manos en la cintura del más bajo y con la otra sostuvo firmemente, mientras que el castaño colocó su mano sobre el hombro de su pareja con una gran sonrisa en sus labios.