El castaño abrió los ojos en el momento que pudo, miró sus manos y tocó un poco su propio cuerpo, luego miró los alrededores confundido.
— Bienvenido Juan.
Una voz femenina que ya conocía perfectamente le dió la bienvenida, así que sonrió ligeramente al ver a los dioses del todo. — ¿lo logré?
— ¡ SI! y fue increíble. — respondió rojo con un tono enérgico en su voz.
— eso me alivia.. — aunque lo hubiera hecho bien, no se sentía como una victoria que celebrar, después de todo.. se sentía extrañamente vacío.
— ¿qué pasa muchacho?
— Nada, solo es raro que ahora pase el resto de la eternidad aquí, solo.. viendo como los demás viven su vida.
— Juan, entendemos que no pudiste vivir tu vida común y corriente, después de todo tú no eres común y corriente. Desde aquí, puedes ver a quien sea si lo deseas, incluso escucharle.
— Quiero ver a Spreen.
Los Dioses se quedaron callados por un segundo para que luego en el centro de aquella habitación, se mostrará lo que hacía Spreen en ese momento, y es que estaba contemplando las estrellas. Juan se emocionó un poco de volverlo a ver pero, al pecatarse de lo destruido que se veía, le hizo sentirse un poco culpable.
— Juan, no sabes cuanta falta me haces. — el oso pasó su vista al cielo estrellado. — Te extraño tanto.. siento que te llevaste mi felicidad contigo. — soltó un suspiro mientras sus orejitas se movían suavemente por la brisa que chocaba contra su cuerpo. — ¿por qué tuviste decirme que me amabas en un momento así? ni siquiera pude decirte cuanto te amaba, no me dejaste ni demostrartelo.
Eso fue suficiente para hacer que Juan llorase, después de todo se sentía un poco egoísta, por el simple hecho de que ya sabía como iba a terminar, ya sabía que iba a morir matando al profeta, pero no pudo decírselo a Spreen, no fue capaz, y es que pensó que tendría más tiempo para decírselo, más tiempo para disfrutar, pero no fue así, y se sentía terriblemente mal por aquello.
— Juan..
Juan levantó su vista, porque aún no era una estatua como los demás dioses, aún tenía su cuerpo móvil; limpió sus lágrimas que a pesar de eso no dejaban de brotar de sus ojos.
— Entendemos lo difícil que es ahora que eres un Dios del todo.. pero eso era parte de tu glorioso propósito, y como dije, fue algo excepcional.
El castaño volvió a bajar su mirada, mirando a spreen quien realmente se veía muy mal, de hecho, se veía peor de lo que había estado antes de viajar entre dimensiones. Se quedó callado por unos minutos y luego suspiro para poder relajar su voz y hablar.
— .. ¿no hay alguna manera de revivirme?
Laa tres deidades quedaron desconcertadas ante aquella pregunta, ¿revivir a Juan? ¿para qué exactamente? ya había cumplido su ciclo de vida y su propósito, aunque admitían que era muy jóven para eso. Realmente naranja y azul, tenían planeado quedarse callados y no decir nada al respecto, pero rojo, empatizaba con los sentimientos de Juan.
— Podemos hacerlo.
— Rojo. — Azul trató de detener las palabras de rojo, pero en ese momento Juan levantó su vista esperanzado, lo que provocó que se quedara callada.
— Pero si lo hacemos, en el momento que vuelvas a morir, no podrás ser Dios del todo.
— ¿por?
—Porque al revivir, ya no serás el hechicero supremo, serás alguien común y corriente, ya entregaste tu manto de hechicero a Zorman, ¿recuerdas?
— Oh.. entiendo. — Juan pensó por unos momentos, después de todo, era una decisión difícil, mentalmente hizo una lista de cosas con ventajas y desventajas.
Era, o revivir y ser feliz junto a Spreen, sin preocupaciones de un propósito, solo él disfrutando de su vida junto a la persona indicada, con la desventaja de que ya no era hechicero supremo, y que al morir no sería Dios del todo, o seguir siendo Dios del todo pero, solo quedarse allí, haciendo labores de deidades, que aunque la gran ventaja es que tenía un gran poder, sabía que no podría hacer nada divertido en el momento que fuera una estatua.
La mirada decidida de Juan, pasó a los tres dioses, y suspirar suavemente. — Quiero revivir, por favor.
— ¿estás seguro?
— Muchacho.. perderas la oportunidad de ser un Dios.
— Lo sé, pero.. siento que no he hecho todo lo que debía hacer con vida, así que prefiero hacerlo sin presiones de un glorioso propósito o poderes super geniales, solo quiero vivir lo que no pude, ser Dios del todo es una gran oportunidad, pero aún soy muy jóven como para quedarme en este lugar.
Azul suspiro, mientras rojo soltó una pequeña risita, después de todo, las tres entidades considian en una cosa, y es que Juan tenía un corazón muy grande y amable, así que ya presentían que él no se quedaría allí a vivir así como así sabiendo que había gente sufriendo su pérdida.
— ¡muy bien Juan! ¿donde quieres despertar?
— ... ehm, el pollo feliz, por favor.
— Homosexual, hmm.
Juan rodó los ojos ante aquello mientras sonreía. — Aunque.. primero me gustaría ver a mi familia.
Los dioses suspiraron suavemente, y en aquella habitación, se abrió una puerta donde al otro lado se veía un campo muy grande.
— Por allí, Juan.
— Tomate tu tiempo.
Juan entró en aquella puerta y notó a su familia, aunque Drako estaba más alejado del profeta y de xena. El castaño sonrió con alegría y corrió hasta drako.
— DRAKOO. — el pelinegro al escuchar su nombre de una voz que conocía muy bien, volteó a mirar, y sonrió en el momento que se dio cuenta de que era Juanito, su hermano.
— JUAN. — Así que también corrió y lo abrazó con fuerza, mientras lágrimas de felicidad no dejaban de brotar de sus ojos.
Ambos hermanitos se abrazaron, y lloraron juntos. — lo que hiciste fue increíble, salvaste a todos.
— perdón por todo Drako, solo.. creí que el profeta podría ser diferente.
— No importa, aunque también te pido disculpas.
Ambos dejaron de abrazarse y limpiaron sus lágrimas.
— Hijo..
Esa voz era una de las que Juan no soportaba, volteó a mirar a quien se suponía era su padre. — Profeta.
— Quiero disculparme, por todo lo que hice.
— Conmigo no deberías de hacerlo, si no con Drako.
El pelinegro miró a Juan por un momento y después al profeta, aunque en el momento que cruzaron miradas, la desvío rápidamente.
— no estuvo bien nada de lo que hiciste.
— Lo sé, y lo siento.. Hijo mío. — era raro que está vez se dirigió hacía Drako y se acercó un poco a él. — Lamento mucho todo lo que tuviste que pasar por mi culpa, y todas esas horribles palabras que te dije, estaba cegado por el poder, aunque entiendo que eso no justifica todo lo que hice.. espero y en algún momento puedas perdonarme.
Drako miró por un momento al profeta y después suspiró asintiendo suavemente. Juan aprovechó para abrazar a los dos ya que por mucho que no fueran una familia tradicional llena de amor, eran familia. Xena no dudó en unirse al abrazo, y así se quedaron por unos minutos, como una familia, aunque Drako pronto se reencontraría con su verdadera madre y con sus padres adoptivos a los cuales le tenía aprecio.
.𖥔 ִ ་ ، ˖ ࣪ ་ ˖ʿꜝꜞ ᳝ ࣪ ،، ˖ꪶ ̨𖥔 ִ ་ ، ˖ ࣪ ་ ˖ʿꜝꜞ ᳝ ࣪ ،، ˖ꪶ ̨𖥔 ִ ་ ، ˖ ࣪ ་ ˖ʿꜝꜞ ᳝ ࣪ ،، ˖
Y así, los Dioses del todo usaron sus poderes para revivir a Juan, y que despertará en los escombros de lo que alguna vez fue el local del oso que tanto amaba.
ESTÁS LEYENDO
A place for you and me | -·★ spruan ★·-
Hayran KurguSpreen últimamente no había tenido unos días muy buenos, el chico que le gustaba se había casado con su amigo, su pollería y prácticamente spreenfield había sido destruido por su guerra con Reborn. Así que le pidió ayuda a Juan para tomar un respiro...