Capítulo 48●

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"Su despacho está ahí delante..." Harry mantuvo la voz baja mientras se asomaba cautelosamente por la esquina. Pudo ver a una de las patrullas abriéndose paso por uno de los pequeños pasillos que conducían a otros despachos de la planta. El despacho del ministro estaba enfrente, pero tendrían que tener cuidado al pasar por los otros pasillos.

Esmerelda entrecerró un poco los ojos y se metió la mano en el bolsillo: "Creo que puedo hacer un pequeño escarabajo que les distraiga el tiempo suficiente para que podamos pasar".

"¿En serio?" Harry miró la pequeña piedra negra que tenía en la mano: "¿Sólo con eso?".

"¿Cómo has derrotado al señor oscuro?".

"Suerte y mucha ayuda de amigos".

"Cierto". Esmerelda sacudió ligeramente la cabeza y apuntó con la varita a la piedra, hubo una pequeña chispa púrpura antes de que a la piedra le crecieran piernas. Se agachó y la soltó en el suelo antes de inclinarse hacia la esquina lo suficiente para guiarla hacia abajo. Cuando llegó al cruce, emitió un fuerte sonido, parecido al de la sirena de una bomba, durante una fracción de segundo, antes de escabullirse en dirección contraria. El ruido se repitió de nuevo y el ruido de pasos resonó en el pasillo tras él.

Harry miró a la vuelta de la esquina antes de bajar con cuidado; el escarabajo se oía a lo lejos. Le hizo un gesto a Esmerelda para que lo siguiera y se encaminó silenciosamente por el pasillo. Cuando llegaron al cruce, se detuvo antes de hacerle señas para que avanzara; trotaron hasta la puerta del ministro y Harry sacó la varita y dio unos golpecitos con ella en el picaporte; para su gran sorpresa, la cerradura se soltó y no se lo pensó mientras entraba a empujones. Esmeralda cerró la puerta y echó el cerrojo tras ellos, mirando el amplio espacio.

"Cuidado con la ventana". Susurró manteniéndose en la pared del fondo. Sus ojos recorriendo esto y aquello en las estanterías.

"Bien..." Harry se mantuvo agachado y echó un vistazo dentro de la sala de archivos, se deslizó dentro y abrió uno de los cajones extendidos. "Mantente alerta... voy a ver si encuentro algo más que pueda ayudarnos".

"En ello". Esmerelda se acercó a la puerta y apartó la mirilla para mirar por el pasillo.

Draco se pasó una mano por la cara, había soltado toda la información que habían reunido y aun así Hermoine no había dicho nada

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Draco se pasó una mano por la cara, había soltado toda la información que habían reunido y aun así Hermoine no había dicho nada. Empezaba a enfadarse y a impacientarse. Como mínimo les había seguido hasta la oficina central, pero desde que se había sentado, sus ojos no habían dejado de mirar la chimenea que había justo encima de su hombro. Realmente no estaba de humor para lo que ella estuviera pasando, dejó escapar un profundo suspiro empujando el pie de ella con el suyo.

"Oye, no pasé todo este tiempo tratando de salvarte el pellejo sólo para que pudieras sentarte aquí como un gomo de jardín". Chasqueó los dedos delante de su cara, haciéndola parpadear instintivamente. Se inclinó hacia su campo de visión antes de golpearle la cabeza con el talón de la mano. La mano de ella subió hasta la muñeca de él y luego la sujetó con bastante dolor. "Ah, bien, mala elección... ow..."

𝕷𝖆 𝕾𝖊𝖗𝖕𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖞 𝖑𝖆 𝕷𝖊𝖔𝖓𝖆 | 𝕾𝖊𝖛𝖒𝖎𝖔𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora