Mayo 2007
"Severus, ¿has visto mi bolso?"
"¿Cuál?"
"La negra". Hermione volvió a ajustarse la chaqueta tratando de asegurarse de estar presentable. Finalmente había aceptado la oferta de trabajo del Ministro después de una larguísima charla con Severus.
Él la había animado a perseguir su sueño de marcar la diferencia en el mundo y había calmado sus preocupaciones acerca de ser una madre trabajadora. Había sucedido en el transcurso de tres largos días y largas noches. Ninguno de los dos habló de ello delante de Toris hasta que se tomó oficialmente una decisión.
Ahora, era el momento de su primer día y Severus ya estaba listo para tirarse de los pelos por sus frenéticos preparativos. Toris había ido aumentando su vocabulario en el tiempo transcurrido y progresivamente rivalizaba con su madre en palabras por minuto. El niño era tan curioso como locuaz, y hacía todo tipo de preguntas que Severus a veces se veía incapaz de responder. Su palabra preferida era "por qué".
"¿Por qué mamá loca?"
Toris estaba sentado en su trona comiendo su avena con una cuchara en una mano y la otra en el tazón.
Severus sonrió satisfecho ante la observación de su hijo, pero decidió por su propia conservación no responder a la pregunta. Volvió la vista atrás, observando a Hermione pasar del armario del pasillo al estudio.
"¡Ah! ¡La encontré!"
Severus dejó escapar un suspiro, tomando un trago de café. Observó a Hermione desde detrás del borde volver a la cocina ajustándose el traje una vez más.
"Tranquila. Todo irá bien".
"Lo sé, lo sé, es que... es que sí...". Hermione le dedicó su sonrisa más valiente, poniéndose de puntillas presionando un beso en sus labios. "Estaré en casa a las cinco si necesitas algo Molly accedió a ayudarte".
"No es mi primera vez".
"Lo sé." Hermione hizo un puchero pasándole los dedos por la mandíbula. "Solo quería que lo supieras".
"Tomo nota". Le dio otro beso antes de entregarle una taza de café de viaje.
Hermione le dio las gracias y se volvió hacia el niño que siempre estaba mirando en la trona. "Muy bien, cariño, mamá se va a trabajar, pórtate bien con papá". Se inclinó hacia él y le dio un beso en la frente, quitándole la avena de la mejilla. "Te voy a echar mucho de menos".
"Te quiero, mami". Toris sonrió alegremente antes de tomar un buen puñado de su avena, llevándosela a los labios.
Hermione dejó escapar otro suspiro tranquilizador mirando hacia Severus. Era todo lo que podía hacer para no encontrar alguna excusa para quedarse, pero sabía que ya era hora. Hora de seguir adelante con su vida. "Estaré en casa sobre las cinco".
"Tendré la cena lista."
"¿Qué he hecho yo para merecerte?" Se adelantó dándole un beso más de despedida antes de recoger su bolso de la isla.
ESTÁS LEYENDO
𝕷𝖆 𝕾𝖊𝖗𝖕𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖞 𝖑𝖆 𝕷𝖊𝖔𝖓𝖆 | 𝕾𝖊𝖛𝖒𝖎𝖔𝖓𝖊
FanfictionSecuela de El poder del dolor. No es un fic independiente. El amor no es una marcha de la victoria. Una historia de cómo Siempre se convierte en Siempre. Lo que sucede cuando uno recuerda pero elige olvidar. Mientras que el otro se niega a olvidar l...