Los últimos dos días Jimin y Jungkook habían disfrutado de París juntos, como una pareja. Por fin había podido ser partícipe de esa aura romántica que tenía la ciudad. Se sentía tan feliz, que la sonrisa parecía permanente en su rostro.
Aunque justo ahora, sus labios lucían un puchero mientras escuchaba a su amigo Tae al otro lado de la línea.
- Sabía que si te lo decía, iba a arruinar la sorpresa. Pero facilitaste la misión "Recuperar a Jiminie" diciéndome tú mismo dónde estarías. Yo sólo le sugerí la estrategia a Jeon... -
El pelirosa rio. De verdad que tenía mucha suerte de contar con Taehyung.
- Gracias TaeTae. Cuando me lo contó todo, me arrepentí de haberme ido sin darle oportunidad de explicarme. –
- No hay problema. ¡Hey! ¿Cuántos días más se quedarán? Hoy es Noche Buena, ¿qué más harán aparte de entrar en calor con cardio entre las sábanas? –
- ¡Taehyung! – reprendió, rodando los ojos al oír la risa burlona. – Nos quedaremos sólo un par de días más, nuestras mini vacaciones se terminan después de navidad. Y hoy por la tarde iremos a un recorrido privado que Jungkook consiguió en Palais Garnier. Aunque no estaban muy felices después de que renunciara. –
El rubio chasqueó la lengua.
- ¡Tsssk! Así que eso es ser millonario. Que se abran todas las puertas para ti cuando quieras. Incluso en víspera de navidad. –
Jimin rió entre dientes, sintiendo sus mejillas calentarse. A él realmente no le importaba el dinero de su novio.
- Te llamaré mañana para contarte todo lo que vimos. Y para desearte feliz navidad. –
- Muy bien Minie. Dale saludos a Jeon. Yoongi y mi bebé te mandan cariño. Estamos felices por ti. Te quiero. –
- Tequiero TaeTae.
Jimin miraba anonadado las escaleras de la Ópera de París. Las hermosas columnas doradas y los espejos de los salones lo hacían desear estar en una elegante fiesta con mujeres en vestidos de noche y hombres en esmoquin, bailando algún romántico vals.
- ¿Te gusta Minie? –
Me encanta Kook. Me había presentado antes aquí, pero nunca había tenido suficiente tiempo para recorrerlo. Es como entrar al salón de una recepción del siglo XIX. Creo que iluminado con la luz de las velas se vería incluso más romántico. –
- ¿Quieres romance y velas? Eso lo puedo arreglar. – dijo el castaño, haciendo una seña al beta que era su guía y les explicaba los detalles a lo largo de su visita privada.
- Síganme por favor. – pidió el pomposo beta.
El omega miró con curiosidad al alfa. Este sólo le sonrió y tomó su mano para posarla sobre su antebrazo, cubriéndola con la propia. Jimin suspiró por lo galante del gesto. La luz del atardecer que se filtraba por las ventanas, bañaba las fascinantes facciones de su alfa, haciéndolo lucir más apuesto en su traje negro con algunos cristales que cruzaban su pecho y su sencilla camisa blanca con un par de botones desabrochados. Se relamió los labios.
Jungkook revisaba su teléfono, asegurándose de haber recibido la confirmación del personal del hotel de que todo estaba listo para su regreso. Satisfecho, llevó sus ojos al omega que caminaba a su lado. Se veía impresionante vestido con el traje con piezas de encaje que engalanaba su figura. Apretó con suavidad su mano, provocando que lo mirara con una dulce sonrisa. Copió el gesto, feliz. No quería soltar nunca esa pequeña mano.El guía se detuvo frente a una puerta y la abrió, antes de hacer una reverencia y dejarlos solos. Jimin miró confundido a Jungkook, que le sonreía con los ojos brillantes. Lo vio extender una mano invitándolo a entrar primero y cuando lo hizo, se quedó sin aliento. En el pequeño salón, justo en el centro, había una mesa redonda cubierta por un largo mantel blanco, decorada con hermosas flores que impregnaban el lugar con su fragancia y pequeñas velas que daban un romántico toque por la cálida luz que desprendías sus llamas. En la esquina, un cuarteto de cuerdas empezaba a tocar una suave melodía.
Sintió sus ojos llenarse de lágrimas. Jungkook lo tomó de la mano y lo llevó a su asiento, corriendo la silla para ayudarle a sentarse, para después hacerlo él.
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... And then I found you - KookMin Omegaverse
Fanfiction"... Las luces se atenuaron hasta extinguirse por completo y el telón del color de la sangre se abrió para dejar ver el haz de luz de un solitario reflector en el centro del escenario, iluminando la obscuridad, donde se podía apreciar a un hombre qu...