Jimin abrió lentamente sus ojos, con sus brazos aferrados a la calidez del torso de su alfa y su mejilla reposando sobre su pecho. Podía escuchar el rítmico latido de su corazón. Inhaló profundamente, llenando sus pulmones del aún perceptible aroma de la pasión de ambos. Sonrió ampliamente. Anoche no se había percatado en el momento en que se quedó dormido entre los brazos del castaño, pero ésta era definitivamente una excelente forma de despertar, con uno de sus brazos rodeándolo y atrayéndolo hacia su cuerpo. Con cuidado de no hacer movimientos bruscos para no despertarlo, se levantó lo suficiente para observar las atractivas facciones de su alfa. Sus ojos vagaron hasta su hombro, donde empezaban los tatuajes que cubrían su piel. Con delicadeza, uno de sus pequeños dedos delineó las figuras. Se sorprendió al escuchar la voz ronca por el sueño del castaño.
- Hola bebé. – La mirada adormilada y la sonrisa lánguida de su alfa, provocó ternura en él, que se lanzó directo a besar sus labios.
- Vaya, esa es una estupenda manera de decir buenos días. – habló Jungkook, sonriendo por el ataque de piquitos que le daba su omega.
El pelirosa dejó de darle besitos para mirarlo a los ojos y sonreír ampliamente.
- Buenos días Kook. – comentó, con sus pequeños ojos brillando tanto como el diamante que colgaba de su cuello. El castaño lo miró embelesado. Sus abultados labios estaban sonrosados, al igual que sus mejillas y su rosado cabello estaba alborotado, provocando un cuadro tan tierno para el alfa, que sintió cómo su lobo aullaba de alegría por tener a tan hermoso omega. Sin resistirse, lo haló hacia sí para atraerlo a su regazo y darle un profundo beso. Una de sus manos envolvía la pequeña cintura y otra sostenía la parte trasera de esos suaves cabellos rosas. Sintió a su omega alejarse con una risa cantarina que calentó su corazón.
- Kook, no me he lavado los dientes, espera. – lo escuchó comentar mientras se levantaba y buscaba en el piso su camisa para cubrirse con ella. Lo vio bajar la mirada y jugar con sus deditos de los pies en la alfombra antes de preguntar: - ¿Me podrías dar un cepillo de dientes? – El castaño sentía que moría por la dulce imagen de su omega cohibido, vistiendo nada más que su camisa negra y dejando a la vista esas largas y maravillosas piernas. – Te daría todo lo que pidieras. – contestó sin ser consciente de que hablaba en voz alta.
El pelirosa echó su cabeza atrás riendo feliz por las palabras de su alfa.
Después de ambos asearse un poco y sin dejar de sonreír, Jungkook lo llevó a la cocina. Era tan elegante y moderna como el resto de la casa. Jimin se sentó en la barra y lo observaba tostar pan y preparar un omelette mientras conversaban de las cosas que tenían que hacer estos días.
- En unas semanas será el festival de la Universidad Nacional de Artes. Hobi y yo presentaremos un dueto y también un pequeño solo. ¿Te gustaría ir? – comentó el pelirosa mirando con esperanza al castaño.
- Por supuesto que estaré ahí, bebé. Amo verte bailar. – respondió, acariciando con su pulgar la barbilla de su talentoso omega, que sonrió tanto que sus ojitos se convirtieron en dos líneas.
- Ahora, desayuna, porque no pienso dejarte salir por esa puerta sin que repongas todas tus energías. – comentó, guiñando un ojo y sirviendo en dos platos la mitad del omelette y el pan.
El omega tomó el primer bocado y lo miró sorprendido.
- Kook, esto está delicioso. –
El alfa levantó una ceja.
- ¿Dudabas de mis habilidades culinarias? –
- Bueno, no, pero... no esperaba que un hombre tan importante como tú supiera cocinar así. – rió, mirando la cara ofendida del castaño.
- Te aseguro que soy bueno en muchas cosas. – se defendió el alfa, con un brillo lujurioso en los ojos, acercándose para besarlo lentamente. Parecía que con ello quería convencerlo de la veracidad de sus palabras, porque el omega se sintió derretir por el beso.
Se separaron un poco faltos de aliento, mirándose a los ojos. Sus lobos estaban en sincronía, ambos felices en su pecho, porque por fin se habían encontrado.
Sin pensarlo un momento, atrajo nuevamente a su alfa para besarlo mientras sus manos trabajaban hábilmente en desvestirlo. ¿Qué mejor manera de empezar el día?
El tiempo pasaba veloz. Semanas habían transcurrido rápidamente y ahora el omega pelirosa calentaba tras bambalinas, preparándose para su presentación en el festival, perdido en sus recuerdos de los días que ha pasado al lado de su alfa. Sonríe para sí mismo, feliz porque su relación avanza tranquila, sin graves desacuerdos, disfrutando de la compañía del otro cuando tienen oportunidad de tener citas, que se les complican un poco por los ensayos de Jimin, sus últimas presentaciones (a las cuales Jungkook hace un esfuerzo por asistir a pesar de lo ocupado que esté) y las muchas reuniones y actividades que tiene el castaño dirigiendo su empresa.
Está tan ensimismado recordando la manera en la que Jungkook deslizó sus colmillos suavemente por su piel la última vez que lo hizo suyo, que no se percató que su omega liberaba feromonas y un alfa se acercaba a él.
- Jimin. – escucha decir al alfa pelinegro.
- Oh, hola Taemin. – contesta saliendo de su ensoñación antes de enderezarse para hablar con su compañero.
- Vengo a... - se interrumpe el pelinegro, olfateando el aire a la par que se dilataban sus pupilas.
El omega ni siquiera tiene tiempo de reaccionar cuando siente cómo el alfa se acerca para olfatear su cuello. Demasiado sorprendido e incómodo, se queda estático por un par de segundos hasta que escucha un carraspeo.
Eso bastó para alejar al pelinegro, que ahora observa a un enfadado alfa castaño que parece fulminarlo con la mirada.- ¡Kook! – exclama el aún confundido pelirosa antes de lanzarse a los brazos de su alfa, que lo abraza protectoramente, su mirada tornándose amable cuando ve la sonrisa en el rostro de su omega. Le da un suave beso en los labios antes de dirigir su mirada de nuevo al pelinegro que parece molesto.
Jimin sigue su mirada y los presenta, intentando no tomar importancia al extraño comportamiento de su compañero unos momentos antes.
- Jungkook, él es Lee Taemin, un compañero del ballet. Taemin, él es Jeon Jungkook, mi novio. – dice, apoyando su mano en el pecho de su alfa, en señal de afecto. El castaño lo atrae más a su cuerpo mientras inclina levemente la cabeza en señal de saludo al otro alfa. Su lobo no está feliz con la cercanía que presenció, pero no tiene razones para dudar de su omega.
El alfa pelinegro devuelve el saludo antes de sonreír de manera un tanto forzada.
- Un gusto. Jimin, solo quería desearte suerte. Nos vemos luego, no olvides la cena pendiente. – comenta, guiñando un ojo y despidiéndose con la mano antes de girarse e irse.
Jungkook suprime un gruñido que quiere dejar su pecho. Con el ceño fruncido, mira a su omega que lo observa con curiosidad.
- Yo no vengo a desearte suerte, porque estoy seguro que lo harás increíble. Sólo vengo a recordarte lo mucho que te quiero y que estaré entre el público, aclamando por ti. – le hace saber, colocando suavemente uno de sus rosados mechones detrás de la pequeña oreja de su omega.
Jimin ríe alegre, arrojando sus brazos al cuello del alfa para atraerlo a un dulce beso.
- Gracias Kook. También te quiero. -
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... And then I found you - KookMin Omegaverse
Fiksi Penggemar"... Las luces se atenuaron hasta extinguirse por completo y el telón del color de la sangre se abrió para dejar ver el haz de luz de un solitario reflector en el centro del escenario, iluminando la obscuridad, donde se podía apreciar a un hombre qu...