... And then I found you - KookMin Omegaverse

IV

   - ¡Jiminieeeeee! – escuchó mientras abría sus ojos. Hace un rato, después de auto complacerse de nuevo, había llamado a Tae para pedirle que le llevara alimentos, dulces, más supresores y le hiciera algo de compañía. Sus celos iban entre estar muy caliente y excitado a estar convertido en un bultito de ternura y pucheros, pasando por las lágrimas provocadas por las cosas más simples que puedan imaginar. Taehyung siempre se cercioraba que no le faltara nada durante su celo desde que no tenía un alfa. Y él siempre había auxiliado a Tae de igual manera antes que tuviera a Yoongi, su callado alfa pelinegro que podía parecer frío para todos, pero era muy tierno y cariñoso con sus seres queridos.

   - TaeTae, dime que me trajiste helado de chocolate. – dijo en un puchero.
   - Te traje más que eso, Minie. – respondió mientras entraba a la habitación después de haber abierto la puerta principal con su duplicado de la llave y comenzaba a sacar de las bolsas que llevaba toda clase de snacks salados y dulces para su soulmate.

   - Tienes unas ojeras que me dicen que no dormiste mucho. ¿Te sentías muy mal anoche? – preguntó Taehyung mientras se acurrucaba en la cama al lado de Jimin y lo rodeaba con sus brazos.
   - Eh... no precisamente... - contestó evasivo el pelirosa mientras sentía que se ruborizaba un poco. Para desviar la atención, tomó una barra de chocolate con caramelo y le dio una mordida mientras le preguntaba a su mejor amigo que lo miraba curioso con una ceja levantada: - ¿Te parece si vemos una comedia romántica antes de que te vayas? – Los supresores habían hecho efecto y no estaba enloqueciendo de calor ansiando el toque de un alfa. Pero eso no evitaba que estuviera a punto de retorcerse porque necesitaba ser llenado y quería distraerse.
   - ¿Lo podemos posponer para mañana? Vine a dejarte todo antes de irme a recoger a Yoongi al aeropuerto. Hoy llega de Japón después de ir a revisar los últimos detalles del álbum que está ayudando a producir. – dijo con una sonrisa cuadrada y ojos resplandecientes por pensar que pronto estaría en brazos de su alfa.

   Jimin también sonrió, enternecido por su amigo. Envidiaba lo mucho que se amaban esos dos y cómo solo bastaba que se vieran a los ojos para que aquellos que los rodeaban se dieran cuenta del vínculo que los unía. Suspiró con nostalgia, recordando que el amor lo había defraudado a él hace años. Casi nunca hablaba de su ex pareja y sólo sus amigos cercanos sabían la verdad de lo que ocasionó su separación. Nunca se había atrevido a decírselo a sus padres. Se sentía humillado por ello. Ellos solo sabían que le había sido infiel. Sintió que su pecho se estrujaba un poco y las lágrimas se hacían presentes en sus ojos. No. No quería darle más de sus pensamientos a quien no lo merecía y le había hecho tanto daño.
   - Muy bien, entonces te veo mañana. Intentaré distraerme repasando la coreografía para la presentación del próximo mes. También quiero hablar con Hobi acerca del dueto que queremos presentar en el festival de la Universidad Nacional de Artes de Corea.

   Tae asintió mientras se ponía de pie e intentaba arreglar un poco la habitación de su amigo. Cuando levantó la camisa rosa del piso, sintió un aroma de chocolate provenir de la tela.
    - ¡Estuviste con un alfa! – exclamó sorprendido y emocionado Taehyung.
   - ¡No, no, no! ¡No es lo que crees! – respondió Jimin con los ojos muy abiertos mientras negaba frenéticamente con la cabeza.

   - Jimin, no tiene nada de malo que de vez en cuando tengas diversión para mantenerte saludable. – comentó con una sonrisa pícara su mejor amigo, levantando sus cejas una y otra vez. – Creo que la última vez que estuviste con alguien fue hace... ¿3 años? – añadió mientras se acariciaba la barbilla con su índice y pulgar.
   El pelirosa frunció el ceño y le aventó una almohada al rubio mientras este reía.
   - Gracias por recordarme mi poca suerte en el romance, Tae. - dijo soltando un bufido antes de continuar. – No pasó así... como ayer estabas ocupado preparando la clase de arte para tus alumnos, quise salir solo a distraerme y... - Jimin procedió a contarle con lujo de detalles lo que había pasado la noche anterior.

   Al terminar su relato, Taehyung tenía la boca abierta. La cerró y frunció el ceño antes de preguntar:
   - Entonces, ¿conociste a un alfa que estaba como para no dejarlo salir de la recámara en una semana y sólo le diste un beso y te fuiste? ¡¿Sin siquiera pedir su número de teléfono?! ¡¿Qué pasa contigo ChimChim?! – le gritó mientras le daba un manotazo en la cabeza.

   Jimin lo miró molesto mientras se sobaba donde lo golpeó.
   – Tae, ¿recuerdas lo que pasó en la última cita que tuve? –

   Taehyung hizo memoria.
- Umh, si. El alfa resultó un clasista prepotente que sólo hablaba de su negocio, su enorme casa, sus aspiraciones a escalar en la alta sociedad y su búsqueda del omega que fuera un perfecto amo de casa sumiso y callado, y al que terminaste bloqueando de tu teléfono.

   Su amigo asintió y pregunto: - ¿Y antes de ese? –

   El rubio hizo una mueca antes de decir: - El beta conocido de Hoseok que estaba a favor de la equidad de género y con ese pretexto te hizo pagar la cita en el restaurante aunque él comió más que tú y ni siquiera te abrió la puerta del coche después de eso. – Y Tae soltó la carcajada sosteniendo su estómago.

   Jimin frunció nuevamente su ceño, molesto, antes de comentar:
   - Ya está visto, los alfas y betas en general son unos idiotas. No necesito de alguien más para ser feliz. -

   Tae pudo percibir la amargura detrás de sus palabras y tomó su mano mientras su rostro reflejaba cariño y preocupación por su hyung.
   
   - Minie, es cierto que hay mucha gente que no merece que entregues el corazón, pero te prometo que en algún lugar hay alguien que te verá como yo te veo: como un tesoro que hay que cuidar y valorar. –

   El pelirosa sintió sus ojos empañarse y un nudo formarse en su garganta antes de arrojarse a los brazos de su amigo y musitar:

   - Gracias TaeTae. Te quiero mucho. -