XI

28 6 4
                                    

   El pelirosa está sentado a los pies de su cama. Encorvado, mirando al piso.

   ¿Qué estoy haciendo?

   Gime de frustración mientras pasa las palmas de sus manos por su rostro. Las deja ahí, cubriendo sus bonitas facciones que en este momento reflejan preocupación. A su lado, una tarjeta de negocios donde se lee "CEO Jeon Jungkook", descansa junto a su teléfono celular. Por su mente se reproducen fragmentos de lo acontecido hace algunas noches. Su cuerpo tiembla en una respuesta involuntaria a los recuerdos de la boca del alfa sobre su piel. Una sonrisa se asoma entre sus palmas, y por fin las retira de su cara para dejarse caer hacia atrás, exhalando todo el aire que había en sus pulmones. Nunca se había sentido tan atraído a nadie de la manera en que Jungkook lo atrae.

   Se levanta para mirar por la ventana de su departamento hacia la calle. En algún lugar allá afuera, se escucha una suave melodía que llega hasta sus oídos.

💜 Blue & grey - BTS 💜

Where is my angel...

   Está de pie, con las manos entrelazadas a su espalda y su suave cabello rosa apunta a todas partes por las veces que ha pasado sus manos entre él, una de las cosas que suele hacer cuando está nervioso.

Someone come and save me, please

   Las gotas de lluvia tamborilean sobre el cristal y puede ver los colores deslavados de la calle de abajo, gracias a las nubes grises que se extienden a través del cielo. Observa caer algunas hojas ocre. El otoño está aquí, y parece colarse hasta en su estado de ánimo. Pronto cumplirá 26 años. Su carrera lo llena de satisfacción. Sabe que sus amigos estarán a su lado de manera incondicional. Su relación con sus padres es buena, a pesar de las decepciones que sabe que les ha provocado. Pero siempre ha sentido este anhelo en su corazón, de tener a alguien a su lado que, a pesar de conocer todas sus sombras, lo vea como su luz. Suspira acongojado.
   Lleva mucho tiempo encerrando su corazón en una bóveda de frialdad e indiferencia para que no lo hieran más. Siente mucho miedo de dejar a alguien entrar y que le fallen de nuevo. No cree ser capaz de soportar volver a ser traicionado.
   De niño, había soñado que encontraría al alfa perfecto para él, con quien tenía un par de cachorros. Cada noche y cada mañana tendría un beso que le haría saber que era la mitad de alguien más y ahora estaba completo. Ese sueño se había ido desvaneciendo como neblina a la luz del alba.

   Tal vez mi destino no es ser amado.

   Una lágrima que contenía toda su melancolía, recorrió su mejilla.

I just wanna be happier

   Sé que los cuentos de hadas no existen, pero ¿no podría tener un poquito de esa felicidad? Quiero saber lo que se siente que alguien me ame de verdad, que sus brazos me hagan sentir que pertenezco a su lado, quiero algo REAL.

   Permanece un rato con sus ojos vagando en el exterior, en el ir y venir de personas que luchan día a día por afrontar las vicisitudes en su camino. Cada uno, un pequeño mundo en este universo.

   Probablemente cualquiera de ellos es más valiente que yo.

   Está cansado de esconder el deseo de su corazón. Tiene miedo de avanzar. Pero la otra noche se sintió tan bien entre los brazos de Jungkook. Se sintió CORRECTO. Le hizo recordar que estaba vivo con apenas unos roces en su piel.

   No puedo seguir siendo un cobarde.

   Aprieta sus puños e inspira lentamente.
   Decidido, se gira hacia su cama y toma la tarjeta y su celular para hacer la llamada que sabe que puede cambiar su destino.



- ¿Qué te trae por aquí, Hana? – pregunta Jungkook a la omega que está sentándose en el sofá de su oficina.
   - Mi papá me pidió que te trajera los últimos contratos. – le responde al tiempo que deja una carpeta con documentos en la mesa de café, mientras batía sus pestañas de manera coqueta. – Y pensé en invitarte a almorzar, porque tiene un tiempo que no salimos solo tú y yo... Quisiera que me pongas al día de lo que has estado haciendo. Me tienes muy olvidada. – dice lo último haciendo un puchero, que en vez de darle ternura (como era la intención), a Jungkook le causó la misma emoción que ver a un cubito de hielo derretirse al sol.
   - He estado muy ocupado con los proyectos que estamos por lanzar, ya sabes cómo es esto. Tal vez nos podamos organizar después. -
   - También me gustaría tu opinión acerca de las ideas que tengo para el brindis navideño, por supuesto, esperamos que ustedes nos acompañen, ya sabes que todas las familias importantes han sido consideradas para enviar las invitaciones y... -

   El castaño dejó de prestar atención en ese punto. Su mente vagaba a la imagen de un bello omega pelirosa, gimiendo de placer por su toque.
   La rubia arrugó el ceño, percatándose que el alfa frente a ella parecía estar soñando despierto y no le prestaba atención.
   - Jungkook... -
   - Ah, lo siento... - comenzó a disculparse, pero el timbre de su teléfono lo interrumpió. Miró con curiosidad la pantalla, al ver un número desconocido. Su mirada se iluminó con la esperanza de que fuera la llamada que ha estado esperando los últimos días.
   Levanta el índice a Hana, en señal de que le diera un momento.

   - Jeon. – dice al responder. Escucha una tímida voz del otro lado que provoca una enorme sonrisa en sus labios.
   - Jungkook, ho-hola... Soy Jimin. – Con el solo hecho de escuchar su voz, su lobo ya está emocionado, dando vueltas y haciendo ruidos de contento.
   - Hola Jimin. – contesta mientras se pone de pie y se acerca a la ventana para tener un poco de privacidad.
   La omega detrás de él, aprieta los labios y los puños con furia, intentando escuchar la conversación del castaño.
   - Yo, ehh... pensaba invitarte un café, si no estás muy ocupado, claro. – dice el pelirosa, aunque dijo tan rápido la última parte que apenas pudo comprenderla.
   - Me encantaría. ¿Te gustaría que pasara por ti digamos... a las 4? – pregunta revisando la hora en su Patek Philippe Minute Repeater Tourbillon.
   - De acuerdo, te veré en la entrada del edificio. Nos vemos pronto Kook. – El alfa se quedó sin aire. ¿Kook? Pensó. Su lobo aullaba de alegría.

   La omega rubia podría haber fulminado con la mirada al pelirosa si lo tuviera enfrente, pero disimuló lo mejor que pudo antes que el castaño saliera del trance en que parecía estar y se girara hacia ella. Aunque realmente no lo hubiera notado, parecía estar en otro mundo.
   Carraspeó su garganta antes de preguntar con tono ácido que pasó desapercibido para el alfa: - ¿Tienes una cita? ¿Con el bailarín de la compañía? ¿Ese Jimin? –
   Eso pareció regresar a la realidad al castaño, quien la miro dando un asentimiento con una sonrisa contenida.
   - Ummhh... pero, ¿no está él en algo con su compañero Taemin? – dijo con malicia la rubia.
   Jungkook la miró extrañado. Ese nombre no se le hacía conocido. - ¿Dónde escuchaste eso? –
   - Oh, bueno, lo comentaban en la gala. Al parecer, todos sus compañeros lo saben. – respondió, con un brillo perverso en sus ojos.

   Jeon solo asintió pensativo, tal vez tendría que preguntarle a Jimin. Su lobo gruñó, concordando.

... And then I found you - KookMin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora