XV

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   Jimin ni siquiera estaba seguro qué les habían servido de cena. El par de copas de champagne que había tomado, aunado a la mirada apreciativa de su alfa, ya habían puesto un ligero sonrojo en sus mejillas. Llevó una cucharada de crème brûlée a su boca, sintiendo cómo de deshacía en su lengua.

   Una romántica melodía empezó a sonar, y su alfa simplemente le ofreció la mano, pidiendo bailar con él. El pelirosa no dudó en tomarla. Probablemente lo seguiría a donde él se lo pidiera sin pensarlo.

💜 The way you look at me - Christian Bautista 💜 

   El castaño colocó sus manos en la pequeña cintura de su omega, al tiempo que el mencionado llevaba las suyas a los firmes hombros de su alfa. El pelirosa levantó el rostro hacia el contrario. Su dulce mirada perdida en el apuesto rostro de su alfa.

No one ever saw me like you do

   Jungkook observó fascinado la calidez de la miel en los orbes de Jimin. Sus ojos vagaron por el hermoso rostro frente a él. Levantó una de sus manos para recorrer lentamente la suave mejilla del omega con la punta de sus dedos. Delineó los rosados y esponjosos labios, recordando perfectamente su exquisito sabor.
   Bajando su pulgar por la tersa piel, acarició el encantador cuello hasta llegar a la grácil clavícula. Recorrió con su índice el delicado relieve. Percibió el temblor del pequeño cuerpo que tenía entre sus brazos. Volvió a encontrar su ojos con la clara mirada de su omega. En ese momento supo que nunca sería capaz de alejarse de él y que no sólo llevaba una parte de su corazón con él. Se lo había arrebatado completo.

'Cause there's somethin' in the way you look at me
It's as if my heart knows you're the missing piece
You make me believe that there's nothing in this world I can't be
I never know what you see
But there's somethin' in the way you look at me

   Embriagado por la cercanía y el aroma de su omega, llevó sus labios a los contrarios para unirlos en un beso que provocó chispas a su alrededor. Los belfos del pelirosa sabían a caramelo por los restos del postre en ellos, así que con toda la calma del mundo se dedicó a lamerlos y besarlos. Mordisqueó ligeramente el labio inferior, antes de ingresar su lengua en la boca de Jimin, quien en ese momento era prácticamente maleable en los brazos de su alfa. Jungkook se permitió beber el gemido bajo que el omega dejó escapar. Eso provocó que tuviera que reprimir el gruñido de excitación que quería salir de su pecho.

   - Vámonos. – suplicó el castaño, viendo cómo el pelirosa asentía con los ojos nublados de deseo.


💜 Insatiable - Darren Hayes 💜 (reproducir las veces necesarias hasta acabar el capítulo)

   Entraron al penthouse del castaño. Ubicado en el piso 31 y que con una pared de cristal desde el piso hasta el techo, proveía una espectacular vista de la ciudad y el río Han, donde se reflejaban las luces nocturnas. Pero el alfa y el omega que se besaban de manera vehemente, ni siquiera se percataron de este hecho.

   Aún sin despegar sus labios de los contrarios, a trompicones llegaron a la sala, donde el alfa recostó al omega que respiraba agitado para posicionarse sobre él con una rodilla apoyada en el sofá.
   Miró al chico bajo él, con los labios rojos e hinchados por los besos y los ojos entrecerrados, desbordando algún tipo de sortilegio que sería capaz que hacerlo arrodillarse y jurarle lealtad eterna. Sintió su sangre encenderse, y sin contenerse más, empezó a desnudar al hermoso ser que lo miraba con deseo.
   Lo atrajo hacia su torso para darle otro fogoso beso al tiempo que retiraba su saco y lo aventaba sobre la alfombra. Se alejó de la adictiva boca del omega para sacar la tela que recubría esa sedosa piel. Se quedó inmóvil por unos segundos, observando la belleza de la inmaculada piel y los erectos botoncitos del pelirosa.
   Esa distracción bastó para que el omega aprovechara a quitar el saco del alfa, y desabrochara la camisa con manos ansiosas. Sus ojos brillaron maravillados al observar por primera vez el marcado abdomen del alfa. Con una tímida mano, recorrió los músculos, que se tensaron bajo su toque. Eso había bastado para despertar la erección del castaño, que se lanzó a besar y chupar los pezones del contrario. Sus dedos trabajaban en desabrochar el pantalón del omega. Una vez que lo logró, metió su mano para acariciar el falo semi erecto escondido debajo de la ropa interior negra. Escuchó al omega gemir y llevó sus labios hacia abajo, succionando levemente la piel del pecho que empezaba a recubrirse de una ligera capa de sudor. El sabor disparó sus sentidos, lo hizo ansiar probar de nuevo la liberación del omega. Con sus grandes manos, tomó firmemente el ajustado pantalón junto con la ropa interior para prácticamente arrebatarlos de un tirón del cuerpo del pelirosa. Su boca se hizo agua al contemplar en todo su esplendor a su omega.
   Este lo miraba por debajo de sus pestañas. Sus ojos refulgían en conocimiento del embrujo que provocaba. El alfa lo tocó casi con reverencia, delineando con su índice la marca del cinturón de Apolo que poseía Jimin. Recorrió la V que se formaba desde su cadera hasta su pubis y escuchó el jadeo que provocó. Llevó primero sus manos a los firmes muslos para apretarlos antes de bajar su boca y empezar a mordisquearlos. El gemido del omega fue más alto. Sonrió con el rostro aún sobre la nívea piel. Acercó su rostro a la erección que prácticamente rogaba por su atención. Aproximó su nariz a la delicada zona e inspiro profundamente. Casi perdió el control. Ese aroma podría revivirlo si un día estaba entre los brazos de la muerte.
   Con un gruñido saliendo desde lo recóndito de su lobo, llevó su boca a la palpitante erección del pelirosa y la besó de arriba abajo, lamiendo aquí y allá, succionando la punta que empezaba a gotear. Gimió por el sabor que liberaban en su lengua esas gotas.
   El omega bajo él era jadeos y gemidos. Esos maravillosos sonidos terminaron de despertar su propia erección, así que con más ahínco, el alfa empezó a subir y bajar su cabeza, deleitándose con el sabor de su omega y los gemidos que emitía por el placer que le proporcionaba.
   Jimin sentía que se derretía. Llevó sus manos a los cabellos castaños para sujetarlos con firmeza. Cada giro de la lengua de Jungkook lo llevaba a una espiral más profunda de placer. Su vientre se tensó, avisando que faltaba poco para su liberación. Llevó sus ojos a donde el castaño ahuecaba sus mejillas, disfrutando de su erección y eso bastó para arrastrarlo al orgasmo.
   - ¡Jungkook! – gritó, cuando su cuerpo temblaba de placer y su semilla era liberada en la boca del castaño. El alfa limpió con su lengua la longitud, antes de usarla para retirar de sus labios los restos de la esencia del omega .
   - Aún no termino contigo, bebé. – exclamó, antes de tomar en sus brazos al omega para que enredara las piernas en su cintura y dirigirse a la habitación.

... And then I found you - KookMin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora