XVII

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   Jungkook vagaba sus ojos por el auditorio, esperando pacientemente que apareciera su hermoso omega. Habían dejado su dueto con Hoseok para el final del evento, así que ya había visto desfilar a un sinfín de bailarines y músicos por el escenario.
   Las luces se desvanecieron de nuevo, para dejar solamente un haz azul sobre el escenario, donde apareció arrodillado Hoseok, uno de los mejores amigos de su omega. Sonrió cuando lo vio ponerse de pie con un electrizante movimiento, para posteriormente saltar y empezar a hacer enérgicos movimientos con su cuerpo. El chico es talentoso. Pensó, viéndolo bailar hasta que se quedó quieto en un extremo del escenario, que se sumió en la obscuridad, a la par que en el otro extremo se iluminaba un haz de luz roja, dejando ver a un pelirosa vestido de negro con un chaleco de brocado dorado y con una venda en los ojos. El alfa contuvo el aliento.

💜 Lie - BTS 💜 

   El omega giró suavemente su cabeza, como si intentara no prestar atención a pensamientos que lo rodeaban. Levantó lentamente uno de sus brazos como si quisiera alejarse de algo, antes de empezar a moverse al ritmo de la seductora melodía. El castaño lo miraba intensamente, absorbiendo cada paso y giro que daba el pelirosa. ¿Cómo podía girar y saltar de esa manera con los ojos vendados? Cuando lo vio hacer un sensual body roll, gruñó bajo. El deseo se abría paso en sus venas. El omega arrancó la venda de sus ojos para luego llevar sus manos a su cuello y deslizarlas por su piel en un fascinante movimiento. El público estaba cautivado, al igual que él. Lo vio encogerse, girar, extender sus brazos e hipnotizar a los espectadores con su baile. Sus ojos brillaron de admiración mientras sentía su corazón henchirse de orgullo por el omega que tenía el privilegio de llamar su novio. Su lobo aullaba. Necesitaba reclamarlo, que el mundo supiera que era suyo y nadie se atreviera a mirar siquiera en su dirección con intenciones de alejarlo de su lado.
   Observó cómo Hoseok se unía al baile y ambos se extendían hacia atrás sobre su espalda para quedar paralelos al escenario, apoyados en su mano derecha y después cambiándola a la izquierda, antes de levantarse de manera ágil para hacer de nuevo una sexy onda con su cuerpo. Cuando movió la cadera hacia adelante, el alfa tragó saliva. Tuvo que recordarle a su cuerpo que estaba en un lugar público. La audiencia disfrutaba ver a dos bailarines con estilos tan distintos compenetrarse tan bien en el baile, y fue muy claro este hecho por la manera en que aplaudieron cuando finalizó la presentación del omega pelirosa y el beta pelirojo.

   El castaño se levantó de su asiento para ir a buscar a su novio. Pasó de nuevo tras bastidores, donde nadie lo detuvo porque ya sabían quién era. El rumor que se había extendido como pólvora gracias a los medios, era que estaba interesado en algún miembro de la compañía de ballet, ya que lo veían asistir constantemente a Black Swan, pero no había hecho ninguna declaración y aún nadie tenía fotos de ellos dos. Los encabezados iban desde "¿Por fin alguien atrapó al escurridizo Jeon Jungkook?" hasta "Park Jimin se ganó el corazón y los suspiros del público y ¿de Jeon Jungkook?". Esos titulares habían provocado que su madre llamara esa mañana preguntando qué sucedía, a lo que él simplemente respondió que había conocido a alguien y que pronto se los presentaría. La señora Jeon no había dado cabida a una discusión cuando le dijo que los esperaba para cenar. Ahora debía hacerle saber a su omega que tenían un compromiso para conocer a su familia. Una sonrisa se extendió por su rostro cuando vio a su hermoso novio percatarse de su presencia y caminar hacia él contoneando sus caderas.
   - Kook. – le saludó, poniendo sus palmas en el amplio y firme pecho del alfa.
   - Bebé, te dije que estarías genial. Los dejaron deseando ver más de ustedes. – le hizo saber mientras lo sujetaba posesivamente de las caderas. – Y definitivamente yo quiero ver más de ti. – susurró en su oído antes de darle un húmedo beso en el cuello. El omega se estremeció y lo miró entre sus pestañas.
   - Jeon, ¿acaso intentas seducirme? – le respondió en un cautivante tono.
   - Pequeño, no sabes lo que sería capaz de hacerte. - comentó antes de atraerlo hacia él para pegar sus cuerpos. El omega jadeó al sentir en su abdomen el bulto que se ocultaba bajo el pantalón del alfa. – Pero tendremos que posponerlo, porque mi madre ha insistido en que vayamos a cenar con ellos. – Jimin lo miró sorprendido y un poco nervioso.
   - ¿Te refieres a esta noche? – vio al castaño asentir.
   - ¡Jeon Jungkook! ¡No pienso ir a cenar con tus padres vistiendo así! – señaló su sencilla camisa negra de seda con unos pantalones a juego.
   El mencionado sonrío de lado para susurrar sobre sus labios. – Te ves magnífico con cualquier ropa. Y aún más sin ella. – El omega sintió que sus piernas temblaban y sus mejillas se calentaban antes de que su novio le diera un beso que le trastocó las neuronas y le hizo olvidar las quejas que tenía en los labios. En ellos ahora sólo tenía el excitante sabor de su alfa. Suspiró antes de convenir.
   - De acuerdo, vamos. –



   El camino de entrada a la mansión Jeon estaba bordeado de árboles mostrando una paleta de bellos tonos ocre en sus hojas, que dirigían a una espléndida mansión estilo neoclásico francés. Jimin se removió en su asiento. No estaba seguro de cómo lo recibirían. A pesar de que la Señora Jeon ya lo había conocido previamente en la gala y lo había halagado, una cosa era alabar sus dotes de la danza y otra muy distinta que su hijo lo presentara como su pareja.
   Jungkook frunció el ceño al percatarse que estacionado cerca de la entrada, se encontraba un coche bastante familiar. ¿Qué hace ella aquí?
   
Detuvo el auto y ayudó a Jimin a bajar de su Porsche para subir el par de escalones tomados de la mano, hasta donde los esperaban sus padres, que debieron ser avisados de su llegada apenas traspasaron la vigilancia en la entrada de la propiedad.
   - Mamá. Papá. Les presento a Park Jimin, mi novio. – anunció Jungkook con orgullo en su voz.
   - Hola Jimin. Jeon Il Hwa. Ya nos conocíamos. Es un placer recibirte en nuestro hogar. – dijo la madre de Jungkook al extender su mano para estrechar la del omega con una sonrisa. Si la habían sorprendido, no lo reflejó en su rostro. Se relajó un poco al darse cuenta que sus temores eran infundados.
   - Señora Jeon, el placer es mío. Gracias por invitarme. – respondió con una sincera sonrisa que hizo a la madre de Jungkook sonreír más ampliamente.
   - Hola Jimin. Bienvenido. Soy Jeon Seung Heon. – dijo el padre de Jungkook al estrechar la mano del omega. Jimin se cohibió un poco, porque el alfa exudaba un aire dominante que lo llevó a entender cómo era tan respetado en los negocios.
   - Gracias Señor Jeon. – respondió con toda la seguridad que poseía.
   - Pasen por favor, la cena será servida pronto. – Informó la señora Jeon antes de dirigirlos a una bella sala de estar decorada en el mismo estilo del exterior de la casa, con blanco y suaves tonos de azul. La chimenea estaba encendida y proporcionaba un agradable calor.
   Pero lo que llamó la atención del pelirosa era una omega que se puso de pie apenas los vio entrar y se dirigió de inmediato a abrazar a su alfa. El lobo de Jimin gruñó en su pecho.
   - Jungkook, que gusto verte. – exclamó la rubia antes de que su alfa la separara suavemente.
   - Hola Hana. ¿Cómo estás? – preguntó el castaño.
   - Hana decidió venir a saludar cuando le comenté esta mañana que vendrías a cenar. – explicó la madre de Jungkook.
   Jimin miraba con expresión seria cómo la omega con empalagoso aroma a frambuesa aún no retiraba su mano del antebrazo de SU alfa.
   El castaño se giró hacia él, provocando que la rubia finalmente lo soltara. El omega de Jimin se calmó un poco en su pecho.
   - Hana, te presento a Park Jimin, mi novio. Aunque lo debes reconocer por el extraordinario papel que representa en Black Swan. – Con esa afirmación, el omega de Jimin sacó el pecho e irguió las orejas, orgulloso del reconocimiento de su alfa.
   La rubia inclinó levemente la cabeza a modo de saludo antes de repasarlo rápidamente con una ligera mueca que nadie más notó porque su atención se dirigía a una empleada que estaba entrando con un juego de té.
   - Jimin. –
   - Hana. – respondió, levantando un poco el mentón. Él no se dejaría amedrentar por una arpía snob. Era un bailarín aclamado internacionalmente y no permitiría que ninguna tipa sosa como ella lo hiciera menos.
   - Siéntense por favor. – pidió la señora Jeon. Ella y su marido tomaron asiento en un sofá de 2 plazas estilo francés frente al amplio sofá a donde Jungkook lo guió. El castaño se sentó en medio, con Jimin de su lado derecho y la omega del lado izquierdo.
   Escuchó a Hana preguntarle alguna cosa a su alfa, pero la señora Jeon reclamó su atención preguntándole cómo se sentía con el éxito de las funciones mientras le extendía la taza de té. El pelirosa contestó intentando no distraerse con la forma en la que la rubia tocaba sutilmente el brazo de Jungkook al hablar. No le gustaba ni un poco. Recordaba lo que Tae le había comentado de que eran amigos de la infancia, pero su omega le advertía no confiar en ella.

... And then I found you - KookMin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora