Capítulo XIV

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Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen a Hajime Isayama, mangaka de Shingeki No Kyojin. Yo solo los uso para darle vida a mis locas historias sin el ánimo de ofender a alguien.

*-*-*- Manual -*-*-*

Capítulo XIV

Tercer paso - Punto C (Segunda Parte)

c) No vas a dejar de verlo, no aun. Por lo que te harás una rutina, tal vez, dos veces a la semana. Los mismo días y a la misma hora, ve y cómpralo, a su precio normal y disfruta de tu tiempo con él. Al inicio que sea solo sexo, pero uno cariñoso. Trátalo con delicadeza mientras están en la cama y dale tantos besos como te sean posibles, tienes que hacer que tu marca en su cuerpo, sea perpetua. Un mes, ese es el aproximado de sexo cariñoso (puedes agregarle un par de semanas más a este punto) Y después de terminar, siempre dale mimos, consiéntelo, pregúntale por él. Puede que descubras cosas que te favorezcan en el siguiente punto.

Eren se encontraba en un pequeño asiento del hospital. Sus manos en su cabeza y sus cabellos color chocolate despeinados, no había dormido muy bien la noche anterior y se había saltado las clases en la universidad. Algo que realmente no debería hacer una persona con una beca, pero no podía alejarse hasta que el doctor le diera finalmente las noticias.

Isabel había tenido una recaída, era algo que, según el doctor, iba a pasar; el tratamiento la dejó tan débil que un pequeño resfriado común, podría ser el causante de muchos males para la menor, lo malo es que en esta ocasión le llegó a causar problemas respiratorios severos. El doctor le dijo que había sido una suerte que esto pasara cuando aún se encontraba internada, con personal y maquinaria especializada, pero Eren no podía ver la "suerte" en todo este asunto, nada de eso era una suerte. Que su pequeña estuviera sufriendo todos los malditos días de su vida, solo era una desgraciada desdicha que Eren hubiera deseado que no tocara a la puerta de su pequeña familia.

Eren vio el reloj en su muñeca, no sabía en que momento el tiempo había pasado tan rápido. Lo más probable es que en tan solo media hora Levi llegaría al trabajo y el no estaría ahí, tenía un contrato, tenía que cumplir, pero... le rogaría a Nanaba que por esta vez lo perdonara. No podía dejar los fríos pasillos sin una buena noticia.

Cuando sacó su destartalado celular para poder llamar a Nanaba, esa conocida bata blanca apareció en su mirada. Olvidándose de lo que iba a hacer se levantó con premura y caminó a paso célere hasta el galeno.

— Doctor Reiss — Dijo sin saber realmente que preguntar.

El doctor lo vio con pena, su apariencia tan cansada, tan ojerosa y demacrada, el hombre le había llegado a tener un cariño incondicional a ambos jóvenes, es por ello que moviendo unos cuantos hilos entre sus contactos, hizo que ambos hermanos Jeager sean los que prueben este nuevo tratamiento y aunque nada era cierto, era mejor tener un pequeño rayo de esperanza, a esperar que todo acabe lentamente.

— Tranquilo, Eren — Trató de darle una sonrisa alentadora, para calmar al alborotado chico —Isabel ya está mejor. — La hemos intubado por el momento, pero ya se encuentra estable.

No era la primera vez que Isabel se encontraba intubada, sus bajas defensas la hacían un ser demasiado vulnerable en temporada de invierno. Pero eso no quitaba el hecho de que cada vez que pasara era... angustiante, porque tal vez sería la última vez que Isabel pasaría por todo eso, que ya no lo soportara.

— Muchas gracias, doctor.— Dijo aliviando, con lágrimas de supuesta alegría en un momento tan crítico.

— Nada que agradecer pequeño— susurró el mayor, queriendo reconfortarlo con un abrazo, ese muchacho debía tener la misma edad pequeña hija Historia. — Toma — Pero solo pudo tenderle un pañuelo para que se limpie el rostro.

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