Manual

Capítulo XVII

Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen a Hajime Isayama, mangaka de Shingeki No Kyojin. Yo solo los uso darle vida a mis historias.

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Capítulo XVII

4.- Oblígalo a que deje su trabajo:

¿Qué tal tu bello prostituto? ¿Enamorado de ti hasta la médula? Ahora tienes que tener cuidado, dependiendo de qué clase sea tu prostituto (Por Necesidad o Por Gusto) es que debes actuar diferente.

Por Necesidad

Mmm... Se supone que esto lo hace más simple ¿no? Tienes bastante dinero y se lo puedes dar (Sino, no hubieras podido cumplir los puntos anteriores, aparte de que no te hubieran recomendado este manual) Si tu bello prostituto tiene ese trabajo, es porque no tiene a nadie más en su vida, o si lo tiene pero no quiere depender de alguien. En cualquier de los dos casos tu bello prostituto tiene algo que te pondrá las cosas difíciles. Orgullo. Y un orgullo bastante alto para no haberte pedido ayuda hasta ahora. Un orgullo más grande de lo normal para poder salir el solo adelante con este trabajo. ¿Vez que es un gran impedimento? Porque si tratas de decirle algo y escoges malas palabras, puedes herirlo y distanciarlo de ti. Por eso te pedimos paciencia. Acá los puntos a seguir.

La saldida de esta ocasión estaba siendo tranquila, Eren había escogido ir al cine y como era día de semana, no había mucha gente en las instalaciones del gran establecimiento. La película fue una de acción, no era algo memorable, pero tampoco estuvo mala. Lo que Eren quería lograr con esa salida era algo diferente.

Con las mejillas sonrojadas y un poco tímido al inicio, recostó su cabeza en el hombro del atractivo hombre a su costado, y esperó un poco inquieto la reacción que este tendría.

Levi, sin siquiera mirarlo, apartó un poco su brazo del joven y finalmente rodeó los hombros de esa delgada espalda. Eren se acomodó mejor y no pudo evitar sonreír ante lo que estaba viviendo, se sentía como si realmente fueran una pareja, algo común y simple para muchos había sido, por mucho tiempo, un sueño para Eren. Y finalmente lo estaba cumpliendo, una salida de pareja en un cine donde uno se apoyaba en el otro.

El resto de la película, historia que Eren realmente no recuerda mucho, la pasó acurrucándose de vez en vez y enterrando la nariz en el elegante suéter que usaba su pareja. La colonia costosa que Levi usaba, más su olor corporal natural, tenían un poco atontado al joven. Levi, sin ser consciente de ello, paso su estadía en el cine casi vacío acariciando los sedosos cabellos castaños del menor, mientras miraba las escenas frente suyo.

Aunque Levi al menos veía hacia la pantalla, tampoco le estaba prestando atención realmente a lo que pasaba ante sus ojos, su mente divagaba en lo que había leído esa mañana en el estúpido (pero útil) manual que Hanji le había dado. Necesitaba hablar con Eren y saber porqué estaba metido en este tipo de trabajos. Como alguien tan dulce y sencillo, trabajaba vendiendo su cuerpo por las noches.

Cuando los créditos aparecieron en la oscura pantalla, tanto Levi como Eren se levantaron y caminaron a la salida con las manos sujetas. Eren amaba eso también y aunque no lo hacía muy seguido, pues le daba vergüenza cuando había mucha gente, ahora que estaban en un ambiente a oscuras se estaba dando el pequeño gusto de tener las manos entrelazadas, al menos hasta que llegaran a otra área completamente iluminada.

La salida del cine, los dirigió a unas calles vacías al lateral de la enorme edificación, por lo que Eren, con una gran sonrisa, se dijo a si mismo que podía seguir con esa bonita unión que hacían sus manos enguantadas, aunque el invierno ya se estaba terminando, Levi había odiado hace unos días el sentir su mano tan fría, y le compró inmediatamente un par de guantes color negro que el mismo le puso en sus manos. Solo después de ellos, la cita de la semana pasada pudo continuar tranquilamente. Eren se sentía tan mimado y querido.