Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen a Hajime Isayama, mangaka de Shingeki No Kyojin. Yo solo los uso para darle vida a mis historias.
Capítulo IV
Eran las seis de la tarde, Eren acababa de llegar a su departamento después de salir de la universidad, encontrándose con una Isabel cerca a la ventana con su cabestrillo y un nuevo cuadro empezando a formarse. El pulcro y recién adquirido juego de pinceles hace menos de dos semanas, estaba en una de las mesillas de la sala y la menor se encargaba de hacer las combinaciones de colores que necesitaba en la paleta, para la siguiente capa en el cuadro.
— ¿Princesa? — Los mechones castaños con toques rojizos, todos desordenados, se movieron al dirigir la mirada hacia Eren en un rápido movimiento— ¿Acaso te olvidaste de que vamos a salir hoy?
Los enormes ojos verdes de Isabel se abren y se dirigen al reloj y luego a sus mesclas inconclusas. Había estado tan entretenida que no se había dado cuenta de que ya había pasado más de una hora pintando y buscando la tonalidad para el cielo de su paisaje, porque no era azul, tampoco un ocaso anaranjado. Ella buscaba un cielo lila, ese cielo que vio hace un par de años en su viaje como recompensa por graduarse con honores. Ese día, a las 18:37 frente al mar, Eren y ella vieron el cielo lila, con tonos rosas en la parte inferior y un purpura oscuro que iba ganando terreno, en la parte superior; y ahora estaba buscando ese color fervientemente. Tan ensimismada en ello que se olvidó de la hora.
— ¡Wahh! — Dejó la paletita a un costado y el pincel en un vaso con agua — No me di cuenta — Dijo limpiándose una mancha en la mejilla derecha con la manga de su polera.
Eren apreció más a su hermanita, estaba con esa ropa que siempre utiliza para pintar, holgada y con muchas manchas, frescas o antiguas que ni el detergente más fuerte pudieron sacar. Suelta una risa y camina calmadamente hacia ella.
— Tranquila, princesa. — Le dijo mientras removía otra mancha en el mentón con su pulgar. Era azul. — Anda a bañarte y te preparo un cambio de ropa. Vine un poco antes pensando que esto pasaría.
— ¡Moh! Hermano, que poca confianza me tienes.
— ¿Me lo dices mientras te veo con tu ropa de pintura y toda manchada? — Las mejillas de su hermana se sonrojaron de vergüenza — Tu argumento tendría más sentido si estuvieras preparada o al menos en proceso.
— Bueno, bueno... ya entendí. Me voy a bañar — Dijo caminando hasta su cuarto para sacar un par de toallas — Pero no me escojas ropa muy femenina ¿sí? — Dijo sintiendo como su hermano entraba a su cuarto detrás de ella— El rosa no es uno de mis favoritos.
— No es mi culpa que tú seas tan adorable.
— ¡SIN ROSADO! — Apretó la bata y el par de toallas mientras le apuntaba con el dedo índice.
— Bueno, sin rosado. — Aceptó sonriendo y viendo a su hermana alejarse.
Al escuchar la puerta del baño cerrarse. Eren suspiró aun con la sonrisa en su rostro y negando divertido. Isabel estaba feliz, desde que le había comprado el juego de pinceles el mismo día que obtuvo los dos mil dólares. La veía más animada, más viva, más despierta y menos cansada. Sus días malos eran manejables y poco dolorosos, sus días buenos eran como si no estuviera enferma. Solo esperaba que no llegara una recaída pronto, tener a su hermana tan llena de vida, le encantaba.
Abrió el armario de Isabel y empezó a escoger la ropa. Le había prometido no escoger algo rosado, por lo que ese sweater que a él tanto le encantaba ver puesto en su pequeña hermana, quedaba descartado. Buscó y rebuscó en el armario. Iban a ir a cenar y luego a una obra de teatro. No era de aquellas donde tienes que ir vestido de gala, sino una más relajada. A la luz de las estrellas en un parque. Una mala decisión según Eren si ya estaban en invierno. Pero esa fue la obra que Isabel quería ir a ver.

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Manual
FanfictionLevi, un exitoso empresario multimillonario, que empieza a acumular estrés debido a la falta de sexo. Manipulado por sus "amigos" llega a conocer a un prostituto que le quitará el sueño por noches. Nunca pensó el tener que recurrir a un estúpido man...