Capítulo VII

35 5 0
                                    

Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen a Hajime Isayama, mangaka de Shingeki No Kyojin. Yo solo los uso sin fines de lucro para darle vida a mis historias.


Jelouuu... estoy en una encrucijada espero los dos o tres gatitos que me leen, me ayuden, el próximo capítulo debería estar totalmente censurado en wattpad. Pero parece que ya se calmaron las aguas por estos lares. No lo sé a ciencia cierta. ¿Ustedes saben si wattpad sigue eliminando cuentas?  Me avisan porfis, sino la siguiente actu será en dos semanas XD y un cap totalmente censurado tipo solo un aviso mandándolos a Inkspired XD

Espero y alguien me pueda ayudar porfis. 

Ahora si los dejo leer y releer :B

*-*-*-Manual-*-*-*

Capítulo VII

c) Lo compraste y aceptó. Perfecto Tienes casi el primer paso terminado. Tienes que demostrarle al menor que tu interés en él solo es sexual, que te has encaprichado con su cuerpo y lo quieres usar a tu antojo por un buen tiempo. Pero no le digas aun que sientes algo más por él. Se podría asustar e irse. Se indiferente, trátalo fríamente, un poco hosco si es posible. Ahora ya estás listo para ir al segundo paso.

Levi culminó su almuerzo y puso todo el servicio sobre la recepción de mina, la mujer encargada de la limpieza pasaría por el piso en menos de una hora.

Ya habiendo saciado su estómago se sentó en su escritorio y agarró todos los documentos pendientes que tenía, no eran muchos, un par que ya tenía antes de la reunión y unos cuantos que Hanji había tirado y Mina acomodado; pero luego de veinte minutos, se dio cuenta de que no podía pensar en otra cosa más, que el mensaje de Nanaba y la hora en la que llegaría el prostituto a su casa.

Decidido a que solo sería una pérdida de tiempo el permanecer en su oficina con documentos que no leería, cogió los folios pendientes y los metió en su pulcro y ordenado maletín. Lo cerró y céleremente salió de su oficina encaminado al ascensor.

El viaje hasta el estacionamiento se le hizo eterno. Le mandó un mensaje a su chofer para que no fuera por él a la empresa, que usaría el carro que siempre dejaba en el sótano y que después su mismo conductor tendría que regresar.

Luego de ingresar a su cómodo Audi A4 cromado color negro, último modelo, el viaje a su casa le pareció borroso y ligero.

Debido a que su chofer no lo llevó hasta el enorme y moderno edificio, no hubo necesidad de ingresar por el portón delantero como casi siempre lo hacía, el vigilante no le abrió las puertas con láminas de cristal y el joven en la recepción no le pudo dar la bienvenida ni darse cuenta de que aquel señor que ingresaba con control remoto propio, era Levi.

Levi ingresó por la puerta que daba directo a los estacionamientos del sótano, bajando la rampa céleremente sin que el de su recepcionista Gunter lo pudiera identificar.

Tristemente Hanji no tendría quien le avisara cuando su amefe llegara al departamento.

Hanji tarareaba distraídamente una canción de su grupo favorito. Con los audífonos puestos a tope y su celular en la cadera, mientras sacaba de su enorme mochila los conjuntos que le regalaría al joven prostituto y escondería de su gruñón amigo.

Doblaba conjunto por conjunto, con una mueca feliz en su rostro moviendo su cabeza de derecha a izquierda a la velocidad del tono musical.

Levi subía por el ascensor mientras Hanji guardaba los conjuntos en un cajón que, supuso un desconocido que por primera vez usa un baño ajeno, revisaría para encontrar los utensilios de limpieza. Escondió el shampoo que Levi prestaba a sus invitados y salió nuevamente del baño.

ManualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora