Las desventuras de un cambiante

Capitulo 6

—"Bueno, eso sería todo por hoy, ya pueden descansar" Dijo Harvest con una sonrisa al grupo de jóvenes cambiantes.

En la cueva se podría observar a las crías reunidas alrededor de la cambiante, lentamente estos se juntaron en grupos charlando y jugueteaban entre ellos, todo parecía normal, menos un joven cambiante que estaba totalmente solo.

—"Otra vez estás solo Eciton" Pensó la cuidadora mientras contemplada a la solitaria cría, empezó a recordar todo lo que había ocurrido desde que las crías salieron de los capullos, normalmente en este proceso un cambiante sufre su principal desarrollos físico y mental de su vida, comparándolos con los ponis serían potros de dos años por eso se sorprendió cuando el primogénito recién salido del capullo le hablo, eran palabras simples, pero el solo hecho que lo hiciera tan rápido ya era sorprendente, sin embargo, no tuvo mucho tiempo en el momento debido a que todas las crías salieron al mismo tiempo y tuvo que ir a revisarlas.

Después, con el tiempo, cuando ya todo se tranquilizó, siguió con los procedimientos para el cuidado de las crías para que estas crecieran correctamente, no obstante, también había seguido con su tradición que tenía con la pequeña cría, despues del trabajo dedicaba un poco de tiempo para jugar con el primogénito, con el tiempo termine decidiendo nombrarlo Eciton e igual que anteriormente este aprendía sorprendentemente rápido.

Todo siguió su curso normal, con el crecimiento considerablemente más rápido de los cambiantes comparado con los ponis no tomo mucho tiempo para que entraran en la etapa preescolar, en poco tiempo ya había empezado con el proceso de enseñanza de lo básico de la colmena y supervivencia, no hubo problemas más con lo típico, normalmente las crías cambiantes son competitivos y peleadores entre ellas, entonces era normal que se inicien conflictos entre ellos, pero lo que realmente me extraño fue ver que ninguna cría se acercaba a Eciton, al preguntarle todos respondían decían que se sentían intimidado por este, el cómo nunca mostraba emoción y los miraba como si los estuviera analizando en todo momento, al mirar al primogénito parecía que este no le importaba esto.

Podemos incluir además de que este nunca mostraba sentimiento, un beneficio de ser cambiantes es la capacidad de sentir los sentimientos de las demás creaturas, sin embargo, lo que es un secreto que solo los cambiantes saben es que también tenemos la capacidad de ocultar estos sentimientos para no ser detectados por otros cambiantes, esto servía principalmente para las misiones de espionaje, normalmente hacer eso no es difícil incluso se podría decir que se realiza de manera instintiva cuando un cambiante estaba en guardia, lo que significaría que la cría lo estaría haciéndolo inconscientemente y significaba que este siempre está con la guardia arriba, eso era bueno, le servirá para el futuro.

El futuro, ese pensamiento le trajo una preocupación que había intentado evitar, pero cada día esta se hacía más grande, la cual era que cada día estaban más cerca el día de elección, donde por las características de las crías serán enviados a los campos de entrenamiento respectivo para que sean útiles para la colmena, este día era la peor parte de su trabajo debido a que después de esta elección lo más probable era que nunca más volvería a ver las crías. Normalmente, un cambiante no sería tan sentimental, pero Harvest no era una cambiante normal, anteriormente ella era parte de la sección de infiltración y en tiempo de servicio tuvo una misión de infiltración donde tuvo que fingir ser madre de un potro e inevitablemente se encariñó con este, inexpertamente había disfrutado el tiempo que paso cuidando al pequeño, cuando fue obligada a terminar la misión y dejar al potro sin saber lo que iba a suceder con él había sido totalmente devastador, pero no tenía otra opción, me había tomado un tiempo poder recuperarse de la experiencia y decidió cambiarse al campo de la crianza de las larvas, le tomo algunos favores, pero logro hacerlo no obstante ella mentalmente se impedía encariñarse demasiado con las larvas porque sabía que se lo llevarían por el bien de la colmena.