Las desventuras de un cambiante

Capitulo 27

Solo quiero avisarle que al final hay un pequeño aviso para que lean hasta el final xD

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En la tranquila biblioteca Golden manuscrito rechazados, los rayos dorados del sol se filtraban con gracia a través de las hojas de los árboles, tejiendo un ballet armonioso de sombras en las paredes, pero la típica disposición ordenada del lugar había cedido ante un inusual caos. En lugar de la meticulosa organización que se esperaba, pergaminos y libros estaban esparcidos en un aparente desorden. Montones de papeles descartados y manuscrito rechazados se amontonaban en el suelo, junto a libros que exploraban la amistad y las emociones en general, aparentemente arrancados de sus estantes.

En el epicentro de este desorden yacía Twilight Sparkle, su rostro reflejando una mezcla de concentración y frustración. La unicornio se encontraba cómodamente instalada en un pulido escritorio de madera, volcando todos sus esfuerzos en la tarea de escribir una carta, aunque su expresión dejaba en claro que no era en absoluto sencillo. Tras largos momentos de profunda reflexión, un suspiro de exasperación pura escapó de sus labios al dejar caer la pluma y apartar la carta a medio terminar, mostrando su insatisfacción con las palabras que había intentado plasmar.

El ambiente en la biblioteca estaba impregnado no solo con el aroma del papel envejecido, sino también con una inquietud que se había arrastrado desde su último enfrentamiento con Discord. Desde aquella memorable batalla contra el draconequus, en la cual Almond había arriesgado su propia seguridad para brindar tiempo a ella y sus amigas, Twilight había estado lidiando con un torbellino de emociones desconcertantes. Eran sentimientos familiares, pero escurridizos, difíciles de definir, aunque de alguna forma misteriosa habían encontrado un rincón en su corazón. Incluso después de la celebración por la derrota del amo del caos y la inauguración del restaurante de su amigo, donde todo había parecido finalmente resolverse, esa sensación persistía, dejándola inquieta y confundida hasta el día de hoy.

A pesar de sus esfuerzos por ocultar tras su fachada usual de racionalidad sus emociones tumultuosas, sabía que Almond poseía el don de vislumbrar más allá de sus palabras. Siempre había sido capaz de comprenderla sin esfuerzo, pero en esta ocasión, no había presionado en exceso para respetar su privacidad. La partida del semental de regreso a Canterlot no había hecho más que avivar la tormenta de sentimientos en el corazón de la peli morada, y mientras se hallaba sola en la biblioteca, la frustración comenzó a ganar terreno, superando incluso al cansancio que normalmente la embargaba después de días enteros de estudio.

Las cartas que había intentado escribirle a Almond, con la sencilla intención de mantener viva la comunicación con su amigo, extrañamente parecían carentes de autenticidad. Era como si en el núcleo mismo de sus palabras yaciera un vacío, como si algo esencial se negara a ser expresado. No importaba cuánto se esforzará por desentrañar qué era, no lograba encontrarle sentido a ese conflicto interno.

La unicornio dejó escapar otro suspiro, deslizando un casco por su melena mientras contemplaba la última carta que había descartado. A pesar de su innata habilidad con las palabras, se encontraba atrapada en un bloqueo creativo que trascendía la mera escritura. Había algo en su interior que reclamaba atención, y estaba decidida a descubrir qué era, incluso si eso implicaba adentrarse en territorios desconocidos para ella.

Twilight se sumió aún más en sus pensamientos, su ceño fruncido mientras luchaba por comprender la complejidad de sus emociones. Mientras se perdía en su propio mundo interno, una suave vibración resonó en la puerta de la biblioteca. La interrupción apenas la alcanzó, pero la descartó rápidamente al notar a Spike acercándose a la puerta.