Las lagrimas corrían silenciosas por las mejillas de Daella quien era abrazada por su hermano mayor, las tres lunas habían pasado antes de que cualquiera lo notara y ahora su tiempo se había acabado. -estaremos bien.-Le aseguro Aegon mientras ambos miraban como subían sus cosas a las naves encargadas de llevarlas a Kings Landing.
Mientras la fecha de su regreso se acercaba, Jacaerys se alejaba de ella al no querer confrontar la cruda verdad. Ambos habían alcanzado la edad adecuada y ahora llovían propuestas de matrimonio pero ninguna que los llamara como ellos se llamaban el uno a la otra. Daella se dirigió hacia sus cámaras y en ella se encontro a Daemon quien tenia un estuche de o que parecía ser una espada. -¿Esta todo listo?- la princesa asintió con pesar y su tío la abrazo.
-Tranquila, flor. Nada les pasara.- Daella no podía creer como estaba tan seguro de esto, sin el o su hermana para defenderos ¿que harían? Daemon pareció leer su mente y se separo limpiando las lagrimas que mojaban las mejillas de la joven. -Ustedes son dragones, hijos del rey. Toda la temporada los eduque para que nadie les volviera a poner un dedo encima, tu y tus hermanos deben mantenerse unidos ante lo que sea que les espere en el reino.- El príncipe canalla dio la vuelta y le extendió el estuche que ella tomo dudosa. -Un regalo, ya le di uno a cada uno de tus hermanos.
Daella abrió el estuche y en el se encontro con una espada de tamaño perfecto para ella pero su rostro se lleno de sorpresa al ver mejor la espada. -Esta es... Es "Tomadora de sangre"- miro a su tío que tenia una sonrisa impecable.
-Pensaba dártela para tu día de nombramiento, pero tu hermana creyó que era mejor dártela ahora.- "Tomadora de sangre" fue la espada de Rhaenys Targaryen en la conquista, se creyó perdida tras la muerte de esta y su dragón Meraxes en Dorne. -la encontré poco antes de que nacieras, en el fondo sabia que tu debías portarla.-Daella lo miro con una sonrisa.
-¿Y que les diste a ellos?- le pregunto refiriéndose a sus hermanos, su tío se encogió de hombros.
-Aegon y Aemond tienen ahora sus propias espadas, Aegon la llamo "Guardiana de linaje" y Aemond llamo a la suya como "Dadora de muerte"- Una risa salió de los labios de su sobrina. -No son buenos con los nombres, pero pareció adecuado dejar que ellos las nombraran, y a tu dulce hermana, le di una daga.
Los regalos poco convencionales de Daemon siempre ocupaban un lugar especial en el corazón de los niños Targaryen, pero algo seguía acechando a Daella. -¿Aun o has hablado con el?- Ella negó. -Ve, búscalo y terminen de la mejor manera que puedan antes de que se separen.
La princesa salió en búsqueda de el joven de cabellos oscuros, al entrar a la biblioteca lo encontro con su rostro enterrado en un libro de historia de la familia Targaryen. -Los sueños de Daneys los guiaron hasta llegar aquí, fue solo varios años después que Aegon y sus hermanas viajaron a los siete reinos- Recito como lo había hecho hace años sabiendo que esa era la parte favorita del príncipe.
Ambos se quedaron cayados y Daella suspiro. -¿Me seguirás ignorando?- Jace trataba de mantenerse sereno, quería asimilar que una vez ella y sus tíos dejaran roca dragón, la próxima vez que se vieran podría ser muy diferente.
-Sera mas fácil si solo te vas.- Daella cerro sus ojos con dolor, Jace quería ahorrarse los sentimientos y las despedidas pero ella necesitaba hacerlo para poder irse y enfrentar lo que le esperara de vuelta en la fortaleza.
-Estas siendo egoísta.- le dijo tratando de que su voz no se quebrara.
-No, estoy siendo razonable. Te vas y no pasara nada.-Daella negó.
-Si va a pasar!- Daella no quería terminar mal con el. -Me iré sabiendo que no quieres saber nada de mi y...
-¿No lo entiendes? Lo que menos quiero es que te vayas.-Ahora Jace se levanto de su lugar para encarar a la peliblanca. -Te iras y tu madre te comprometerá con alguien y...
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𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄// 𝐉𝐀𝐂𝐀𝐄𝐑𝐘𝐒 𝐕𝐄𝐋𝐀𝐑𝐘𝐎𝐍
FanfictionSu cabello tan blanco como la nieve, su sonrisa tan cálida como el sol y porte tan delicado como una flor eran solo unas de las muchas cualidades que atraparon el corazón de el príncipe de pelo oscuro como la madera, ojos profundos como la misma noc...