𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄// 𝐉𝐀𝐂𝐀𝐄𝐑𝐘𝐒 𝐕𝐄𝐋𝐀𝐑𝐘𝐎𝐍

◇27◇

Aegon miraba por una de las rendijas del carruaje, su madre no estaba presente, la habían encerrado en una torre con la excusa de que la reina madre se sentía terrible ante la perdida de su amado esposo. -Esto no debería estar pasando.- le dijo Aegon al hombre que estaba a su lado. -La corona le pertenece a mi hermana.- Por mas intentos que el príncipe había hecho, los hombres de Otto habían logrado convocar a todo el mundo en la fosa de dragones para así coronar al supuesto heredero al trono.

-Esto ya no esta a discucion, Aegon.- Otto le dijo con voz seria. -Seras coronado, fin de la discucion.- Aegon soltó una pequeña risa seca.

-¿De verdad? Esto es solo lo que tu quieres, yo nunca he querido el trono, mi padre tuvo veinte años para nombrarme heredero y ni una sola vez cruzo por su mente esa opción. El se sentó con Jacaerys en el trono de hierro.- Le dijo con voz cansada. -Yo jamas seria rey.- Otto lo miro con enojo. -En realidad ¿Que pasara si reconozco a Rhaenyra como la legitima reina, en lugar de aceptar la corona?- le pregunto con un aire desafiante. 

-No haría eso si fuera tu, Aegon. Criston Cole estará justo detrás de tu querida Baela.- Aegon dejo cualquier tono de burla en su mirada cuando la mención a su esposa se hizo presente. -Mas te vale aceptar la corona sin hacer el menor esfuerzo por negarte o la hija de Daemon caerá frente a todos.- Aegon solo se quedo en silencio hasta que llegaron a la fosa de Dragones. 

Toda la gente estaba entrando a empujones al lugar. Otto estaba frente a todos con Cole a su lado, Helena y Aemond estaban apartados de Baela quien se encontraba frente al ahora comandante de la guardia del rey. La morena estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo pero con el peligroso filo de la espada a sus espaldas sabia que un movimiento en falso podría costarle la vida. Se encontraba enfundada para su disgusto en un vestido de color esmeralda que provocaba querer arrancarse la piel, Aemond estaba en un traje negro y Helaena tenia un vestido del mismo color de su dragón. 

-Gente de Kings Landing. Hoy es el mas triste de los días.- La voz de Otto sonó por todo el lugar. Nuestro amado rey, Viserys el pacifico. Esta muerto.- El lugar quedo en silencio. -Pero también es de los días mas gloriosos. Ahora su hijo primogénito, Aegon lo sucederá. - El lugar se mantuvo en silencio con un par de susurros por parte de la gente. La guardia de la ciudad formo un camino para que Aegon pasara hasta llegar al frente.

Con pesar el peliblanco llego junto a su abuelo y miro de reojo a Baela que tenia sus ojos inundados por lagrimas, por primera vez en su vida tenia miedo llenando su cuerpo mientras Criston Cole estaba detrás de ella con su vida entre sus manos. Aegon solo obedeció con la esperanza de que no lastimaran a la joven que ahora llevaba en su vientre a su hijo. Se arrodillo frente al Maestre que se acerco con el mientras tenia un cuenco de agua en sus manos.

-Que el guerrero le de valor. Que el herrero le de fortaleza a su espada y escudo.- Helaena miraba todo de manera atenta. -Que el padre lo defienda en su necesidad.- Baela no miraba la escena, solo se mantenía con la vista fija en la entrada por donde deseaba salir volando con Moon dancer que ahora se encontraba debajo de ellos. -Que la anciana levante su brillante lampara e ilumine su camino a la sabiduría. 

Cole tomo la corona de Aegon el conquistador y se coloco frente al joven de cabellos blancos. -La corona del conquistador, heredada a través de las generaciones.- Se acerco al joven y la coloco sobre su cabeza, Helaena aparto la mirada de su hermano mientras por las mejillas de este corría una sola lagrima de impotencia. -Que los siete sean testigos.- Tomo otra corona, una mas delgada de color dorado con pequeñas incrustaciones de esmeraldas y todos observaron como Baela caminaba hasta llegar al lado de su esposo. Cole coloco la argolla sobre los rizos de la morena quien de igual forma estaba desesperada ante la situación. -Aegon Targaryen es el verdadero heredero al trono.- ambos se levantaron y recibieron una reverencia de parte de Otto, Cole, el Gran Maestre y con un poco de resistencia de parte de Aemond y Helaena terminaron por completar el ritual.