𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄// 𝐉𝐀𝐂𝐀𝐄𝐑𝐘𝐒 𝐕𝐄𝐋𝐀𝐑𝐘𝐎𝐍

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*SE VIENE LA CALENTURA GENTE!!! ADVERTENCIA RAPIDA ESTO CONTIENE PUES +18 SOLO EN CASO DE QUE NO QUIERAN LEERLO O NO QUIERAN PONER A LOS PERSONAJES EN UN CUADRO ASI, NO HAY PROBLEMA. PERO YO LES ADVERTI NADA MAS.

ULTIMA ADVERTENCIA PARA QUE SALGAN DE AQUI SI NO QUIEREN VER COSAS IMPURAS.

Rhaenyra hablaba con su esposo y con la princesa Rhaenys mientras Alicent escuchaba las quejas de Otto sobre como la princesa heredera había arruinado sus planes para conseguir una alianza en alguno de los reinos. Por otro lado Aegon y Baela corrían por los pasadizos hasta que lograron salir de la fortaleza para así poder pasar un momento de soledad sin que las malas lenguas de la servidumbre los asecharan. 

Pero en los confines de la recamara de la menor de las princesas, la atmosfera triste y dolorosa que había habitado días atrás se había desvanecido y ahora dentro de la habitación solo existían Jacaerys y Daella. La princesa enredaba sus dedos en los mechones oscuros del futuro heredero mientras este la sostenía firmemente por la cintura. Sus labios danzaban, encajando perfectamente el uno con el otro. 

El beso que inicio como un roce delicado poco a poco fue escalando. -Jace...- El nombre broto de los rosados labios de la platinada como un susurro deseoso cuando el Velaryon dirigió sus labios hacia el cuello de la joven que mantenía una mano en el cabello de su amado y la otra estaba sujeta al traje rojo del mismo que ahora sujetaba con una mano la espalda baja de Daella mientras la otra la mantenía en su nuca. 

En sus años de vida habían imaginado toda clase de encuentros el uno con el otro. Habían soñado un momento como este. Jacaerys había olvidado cualquier reglamento que debía seguir, ambos querían dejar de seguir las reglas. Habían jugado los juegos de todos los demás, habían tratado de salvar a su familia de todas las maneras posibles, ahora en las cuatro paredes que los mantenían apartados del resto del mundo querían permitirse ser vulnerables. 

Daella movió sus manos hasta los botones que mantenían cerrada la parte superior del traje del príncipe, quien por un momento tuvo un instante de lucidez y se detuvo. -Daella...- tomo sus manos deteniéndola pero ella lo tomo de las mejillas mientras sus ores violetas brillaban con amor y deseo. 

-Dilo, solo di que no quieres esto y me detendré.- Le soltó en voz baja, pero ¿A quien engañaban? no querían detenerse. Sin responder Jace se permitió olvidar todas las consecuencias que sus actos podrían producir. No le importaba si la gente hablaba de el. De cualquier forma ya lo hacían y si se atrevían a tratar de esparcir algún rumor sobre su hermosa flor, el mismo se encargaría de cortar la lengua de quien osara cometer tal error. 

Las pálidas manos de la joven desataron la camisa del castaño quien la ayudo a desprenderla de su cuerpo dejando a la vista su tonificado torso, la menor de las princesas admito cada detalle, cada marca de entrenamiento o enfrentamiento, a sus ojos el cuerpo del hijo de Rhaenyra era perfecto. Paseo sus manos por el cuerpo de su amado mientras lo miraba con lujuria. -Mi turno.- le dijo en su oído en un susurro que encendió todas las alertas del príncipe. 

-¿Que quieres hacer, mi princesa?- le pregunto cuando esta comenzaba a repartir besos desde la mandíbula hasta el cuello de Jace quien suspiraba por el tacto de Ella. Daella rio por el cinismo del joven.

-¿De verdad debo decírtelo?- le pregunto mirando hacia arriba por la diferencia de altura.

-No hare nada hasta que tu lo pidas.- la voz ronca provoco que la piel de la peliblanca ardiera en deseo, soltó una pequeña risa mientras tomaba la nuca de Jace y volvía a repasar su camino dejando besos húmedos por la clavícula del joven.