5- Recuerdos

2.4K 110 0
                                    

Valeria Scaloni
Cuando me desperté Lean ya no estaba, miré la hora, 11:30, supuse que se había ido porque entrenan en un par de horas y tenía que cambiarse.
Bajé y había una nota en la mesa.
"Val nos fuimos al súper, después paso a dejar a Lean en su casa y voy para allá, hay medialunas en la heladera.
Te amamos
Papá y Lean"
Fuí a la cocina, agarré una medialuna y volví a mi cama. Me acosté mirando al techo mientras comía.
<¿Será que a Lean alguna vez le interesé de verdad?>
Cerré los ojos y empecé a recordar.
/Flashback/
Estaba llorando mientras tocaba la puerta de la casa de Lean, el abrió unos segundos después y apenas me vio me abrazó. Entramos y nos sentamos en el sillón.
-¿Que pasó?- preguntó preocupado.
-Lisandro, me terminó- le dije yo todavía llorando.
Volvió a abrazarme.
-¿Por qué? ¿Que pasó?
-Dijo que creía que funcionabamos mejor como amigos y que de todas formas no sabía si el iba a poder soportar una relación a distancia.
En 2 meses me iba a España a un intercambio de mi universidad.
-Es un pelotudo Val- dejó un beso en mi cabeza para alejarse un poco y agarrar mi cara entre sus manos -el se lo pierde, se pierde a semejante mina por tarado.
Me reí un poco.
-Yo lo quiero mucho- hice un puchero.
Su vista viajó a mis labios.
-Tenes dos meses para olvidarlo y ser feliz en España- dijo sin volver su vista a mis ojos.
Me estaba empezando a poner nerviosa.
-Dos meses es poco si lo tengo que ver tan seguido- tragué saliva.
-Yo te puedo ayudar.
Su vista viajó a mis ojos como buscando aprobación, yo solo fruncí un poco el ceño y al parecer el lo tomó como una señal de aprobación.
En ese momento terminó de acercarse y juntó nuestros labios en un beso. Mi primer beso con el, pero no el último

/Fin del flashback/
Abrí los ojos.
Después de eso Lean y yo nos besábamos cada que podíamos, hasta que me fui y bueno, dos años después acá estamos, como fingiendo que nada pasó hace dos años.
Suspiré y en ese momento llegó a mi mente Emilio y volví a cerrar los ojos para recordar esa noche

/Flashback/
Había sido invitada por una amiga y su novio futbolista, a una fiesta, me habían dicho que iban a ir muchos futbolistas famosos y de clubes de otros países porque habían estado jugando partidos en España. La verdad eso me chupaba un huevo, yo solo quería irme de joda para bailar, extrañaba salir.
-Tia, no te vayas a perder por ahí si nos separamos eh- me dijo Lau, mi única amiga en España hasta ese momento.
-No, no, vos tranqui.
-Y si nos separamos no te emborraches mucho ¿Oíste?- agregó su novio.
-Yo no tomo casi nada, tranquilos- me reí por su preocupación.
Después de estar un rato los tres justos ellos se fueron por ahí a bailar y yo fui a sentarme en la barra que había en el lugar. Era una casa, ya había visto caras conocidas, obviamente eran famosos. Estaba pidiendo un daiquiri de frutilla cuando siento una presencia al lado mío.
Miré para el costado, era un hombre alto, bastante alto, tenía una cara sería.
<Está re bueno>
Se percató de que lo estaba mirando y me miró. Después de unos pocos segundos sonrió y cuando apareció el barman frente a el rompió el contacto visual.
-Buenas, me das una cerveza, por favor- pidió.
Era argentino, o bueno, capaz era uruguayo, pero de alguno de los dos es.
-¿De dónde sos?- le pregunté todavía mirándolo.
-Argentina ¿Vos igual?- me dijo.
Que linda voz, que linda sonrisa y que lindo pibe.
-Si, igual- le sonreí.
-¿Querés una cerveza?
<Quiero cerveza-da por vos>
-No, gracias, no me gusta la cerveza, es muy amarga.
En ese momento mi daiquiri de frutilla apareció frente a mi, le agradecí al hombre y me paré.
Okey, ahora, parada al lado de el, era demasiado alto.
Yo no superaba el metro 62 y el me sacaba una cabeza y un poco más.
Lo miré desde abajo.
-¿Cuánto medis?
-1.95- se rió -vos pareces un Minion.
<Ya sabes lo que dicen de los altos Valuuu> mis pensamientos no eras muy lindos que digamos.
Levanté una ceja por su último comentario. El volvió a reírse.
<Esa risaaaaa me tiemblan las piernas>
-¿Viniste solo?- le pregunté.
-Martineeez dejá a la nenaaaaa- gritó alguien y el miró.
<Martínez. Valeria Scaloni de Martínez, me gusta>  me reí por lo que le gritaron y también por mi pensamiento.
-Dejá de joder nene- gritó el para después mirarme- No, vine con algunos de los chicos de mi club- respondió a mi pregunta -¿Vos viniste sola?
-No, con una amiga y su novio.
-¿Querés bailar?
-Dale.
El agarró mi mano y nos pusimos a bailar. A decir verdad la música de las jodas españolas varía mucho. Pasaban desde reggaetón hasta baladas. En un momento Martínez me susurró al oído que ya volvía. Lo espere en el lugar en el que estaba y menos de 1 minuto después volvió, agarró mis manos y en ese instante empezó a sonar "Lo mejor del amor" de Rodrigo. Amaba bailar cuarteto.
Nos pusimos a bailar y cantar como dos locos, la diferencia de altura no impedía que nuestros cuerpos tomaran el mismo ritmo al bailar. <Gracias Laura y Gavi por invitarme a esta fiesta, los amo> después de bailar esa y un par de canciones más terminaron poniendo bachata. Parecía que el tal Martínez no se quedaba atrás con nada y bailaba de todo. Puso sus manos en mi cintura y me acercó, empezamos a bailar bachata y yo no podía estar más ¿Enamorada? ¿Caliente? ¿Feliz? No sé ni lo que sentía, pero me quería comer a ese pibe a cómo de lugar.
Puse mis manos en su cuello y empecé a bailar de puntitas de pie para obtener cercanía a su cara. El sonrió y noté como encorvaba un poco la espalda para también acercarse a mi cara, su agarre en mi cintura se hizo un poco mas fuerte. Y de un momento a otro nos besamos, era un beso profundo y desesperado.
<Okey este tipo es bueno en todo>
Después de un laaaargo rato de besos le dije al oído.
-¿Y si vamos a otro lado?
El me miró con una sonrisa pícara.
-¿Querés ir a mi hotel?- preguntó.
-Si, vamos ya- le dije yo separándome y tomando su mano para ir a la salida de la casa donde era la fiesta.
Una vez salimos me guió a su auto, me subí en el asiento del copiloto, yo llevaba la mano en la palanca de cambios y el una en el volante y la otra en mi muslo, dando leves apretones que me estaban desesperando poco a poco.
Con mi mano libre agarré el celular.
Ya me fuí de la fiesta, no me escribas hasta mañana, tqm 💕
Eso fue lo que le mandé a Lau antes de apagar el celular.
Al llegar al hotel subimos entre besos en el ascensor y el pasillo, entramos a su habitación, era enorme y no era compartida.
De un saltito enredé las piernas en su cadera y el me agarró del culo para sostenerme. ¿Era necesario agarrar de ahí? No ¿Me gustó que lo haya hecho? Si.
Mientras se sentaba en su cama conmigo encima y nos besábamos se separó y preguntó.
-¿Tomaste mucho?
-¿A qué viene esa pregunta?
-No me voy a coger a una mina en pedo, eso es aprovecharse.
<ESTE TIPO ES PERFECTO>
-No, solo tomé Coca-Cola y un daiquiri sin alcohol.
-Perfecto.
Iba a volver a besarme y lo paré poniendo una mano en su pecho.
-¿Vos no estás en pedo no?
-La cerveza que pedí iba a ser lo primero que tome en la noche y no la terminé.
Apenas terminó de hablar lo besé otra vez.
Sus manos recorrían toda mi espalda, me agarraba como si fuera masa para modelar y me estuviera esculpiendo, en un momento, todavía besándonos empecé a desabrochar los botones de la camisa que el tenía puesta. Cuando terminé se la saqué y me separé para mirarlo.
<No puede estar más bueno este hijo de puta>
Sonreí y el empezó a quitarme el top que tenía puesto, dejándome solo con mi minifalda marrón y mi corpiño negro. El también sonrió y llevó su boca a mi cuello. Así empezó la mejor noche de mi vida.
A la mañana siguiente me desperté con un brazo rodeando mi cintura y alguien dejando un rastro de besos en mi espalda. Sonreí al recordar la noche anterior y me si vuelta para verlo a la cara.
-Buen día- hablo con voz ronca.
-Buenos días- le di un beso.
El se subió encima mío sin apoyar todo su peso para no aplastarme.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo?
-Estoy increíble, y no, no me duele nada- dije con una sonrisa.
¿Podía este hombre ser más perfecto?
Anoche había sido un poco salvaje, pero me gustaba, sabía que probablemente la mitad de mi torso y la parte interna de mis muslos tenía las famosas marcas rojas, los chupones, pero si los había hecho el no me importaba. Todavía con cuidado de no dejar todo su peso sobre mi escondió su cara en mi cuello.
-Perdon si anoche fui medio atrevido- murmuró contra este.
Yo acaricié su pelo con una mano y su espalda con la otra. Al poner mi mano en su espalda noté algunos rasguños y me puse un poco roja ¿Yo había hecho eso?
-No pasa nada, me gustan los hombres mandados. Perdón por tu espalda ¿Te arde?- le pregunté un poco avergonzada.
-El ardor más satisfactorio del mundo.
El resto de la mañana la pasamos así, acostados, el en mi pecho o yo en el suyo, sin hacer nada más. Ni siquiera hablamos sobre nuestras vidas.
Cuando me fuí me di cuenta de que ninguno le había pedido el número o insta al otro y suspiré.
<Supongo que se quedará en cosa de una sola noche> no voy a mentir, eso no era lo que quería, me había vuelto loca por el en una sola noche, pero bueno, así es la vida.

/Fin del flashback/
Abrí los ojos, no sabía si a él le había quedado la espina de quién era yo, o si se había alegrado de verme acá después de un año. Solo sabía que verlo me había revuelto por dentro, y esperaba que a él también.

Mejor que seas vos (Dibu y Vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora