El día llegaba a su fin, estaba todo limpio y en su sitio. El último tronco se iba consumiendo, y todos los adornos de Navidad ya estaban puestos. Aún más hogareño de lo que estaba antes. Todo esto me reconfortaba tras una vida tan monótona y apagada. Para los de mi edad, yo era rara. Algo extraño dado que para mí, desperdiciar la vida leyendo y sin fiestas semanales, no era raro. Ponerse retos en la vida y apartarse de la sociedad era maravilloso, una pena que la gente fuese tan estúpida como para llegar a entenderlo.
La cena había sido muy tranquila, un buen ambiente a pesar de la falta de los abuelos. La salsa de setas con el solomillo me encantaba. Cuando era pequeña no soportaba ni el olor, pero ahora dejaba el plato limpísimo. Para sorprendente, papá había estado con muy buen humor. Normalmente andaba estresado por el trabajo y sobretodo por la gente. Estaba claro que los aires de la montaña se llevaban los malos ánimos. Fuera, sonaba el viento fuertemente, un ruido metálico surgió de la nada, igualmente, no le dimos importancia debido al viento que hacía. Seguramente se habría caído algo.
Después de la cena, subí arriba para ponerme el pijama, al no haber habitaciones, me metía al baño a cambiarme. Era la única que lo hacía, admitía que la vergüenza que sentía con mi cuerpo a veces era enfermiza. Era algo regordeta, con cabellos largos y rubios, perfecto para taparme la cara cuando no quería interactuar con la gente. Los demás ya estaban en la cama, papá en un lado, yo en medio y mamá en el otro lado junto a Bimba. Como Marco tenía algo de insomnio, se quedaba abajo solo con el móvil, hablando y jugando con sus amigos. Por suerte, apenas se le escuchaba.
Eran la 01:37, la puerta de entrada chirrió lentamente. Nadie se había percatado de ello. La familia permanecía en un profundo sueño, fruto del cansancio acumulado durante las últimas semanas. Ni siquiera Bimba se movía. Una figura andaba por la planta baja de la cabaña. Ya era tarde, un grito ensordecedor rompió la armonía de la noche.
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La cabaña
Mistério / SuspenseLa familia Pérez viaja por Navidad cada año a la pequeña cabaña situada en unas montañas alejada de toda civilización. Todo cambia tras aquel desgarrador grito. ¿Por qué Isabel no está allí?, ¿por qué todo el mundo olvidó el caso?, ¿qué fue de aque...