04: La apuesta

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Holaa! Bienvenidos a otro capítulo más.

He estado muuucho tiempo sin actualizar. Las vacaciones de invierno se han acabado y el curso escolar ha vuelto a empezar. Tengo menos tiempo y menos ganas de escribir ahora.

Pero intentaré subir aunque sea un capítulo cada dos semanas.

Como siempre recordad que me hace mucha ilusión que votéis y que comentéis. Así que no dudéis en dejar vuestro voto y comentario!

♡♡♡

Martes 11 de diciembre, 2022

¡RIIIING RIIIING!
El primer despertador sonó a las 7:25 como todos los días. Pero no tenía energía como para levantarme aún, así que estiré el brazo y lo apagué.

¡RIIIING RIIIING!
El segundo despertador sonó un minuto más tarde. Me maldije por conocerme tanto y volví a estirar el brazo para apagarlo. Me levanté de la cama y cogí el móvil, eché un vistazo rápido a mis redes sociales y me apresuré al baño a ducharme.

Cuando pasé por el pasillo oí que había música viniendo de la cocina. Probablemente mi mellizo, Mateo, se hubiera despertado antes que yo por una vez y aprovechando que no estaba papá para que nos pidiera que bajáramos la música, habría puesto la música a todo volumen. No le di mucha importancia y me apresuré al baño.

Cuando llegué, la puerta estaba cerrada, había alguien dentro.

—Andy sal ya que necesito ducharmeee—. Le grité desde el otro lado de la puerta.

Segundos después la puerta se abrió pero para mí sorpresa no fue Andy quién salió del baño, sino Alex, su mejor amigo. Iba con solo una toalla atada a la cintura, y no puede evitar fijarme en su musculoso abdomen.

—Lo siento Livy, ya estoy.

Entré al baño y me duché todo lo rápido que pude. Le di varias vueltas al por qué Alex estaba aquí. Supuse que se habría quedado a dormir aquí. Lo cual era raro porque era un día entre semana.

Salí de la ducha y me vestí. Mi colegio no era privado, pero aún así llevábamos uniforme. Cosa que normalmente agradecía porque por las mañanas se me haría imposible pensar en qué ponerme.
Bajé a desayunar y me encontré como había previsto con Mateo. Caminé y me senté en una silla en la encimera.

—¿Estás haciendo el desayuno para todos, Mateo?— Pregunté mirando el móvil en cuanto olí las tortitas.

—Estamos— me corrigió una voz.

Despegué la vista del móvil y lo vi. ¿Cómo no había caído antes? Era obvio, su hermano también estaba aquí.

—¿Qué haces aquí, Lucas?— Pregunté aunque la respuesta era obvia.

—Alex y yo nos quedamos a dormir.

—¿Y el instituto?

—Alex está en bachiller y ya ha acabado los exámenes, así que no hace falta que vaya y yo estoy expulsado unos días—. Dijo avergonzado pasándose una mano por la nuca.

—¡¿Expulsado?! ¡No vas a poder jugar el amistoso!— Respondí decepcionada, Lucas es el mejor de su equipo y a demás es el capitán, realmente me apetecía enfrentarme a él.

—Hoy es el último día que estoy expulsado, así que por desgracia para mí, si que voy a poder jugar el amistoso. Os vamos a dar una paliza, va a ser un partido muy fácil.

—¡¿Como que por desgracia para tí?! Y la paliza os la vamos a dar nosotras.

—¿Nos jugamos algo?— Dijo con voz atrevida.

Romance de VoleibolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora