Romance de Voleibol

20: Fintas Fallidas

—¿Crees que ganaremos?— Me pregunta Maddie mientras hacemos toques con el balón antes de jugar la final del torneo.

—No estoy segura, pero debemos intentarlo—. Habíamos estado observando a este equipo jugar durante todo el torneo. Sabíamos que de llegar a la final, sería contra ellas con quién nos enfrentaríamos. Había una gran diferencia de niveles en el troneo, su equipo y el mío eran los más fuertes con diferencia. Las chicas del equipo contrario eran unos centímetros más altas que la mayoría de nosotras, y eso que en mi equipo superábamos la media de altura.

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—¡Venga chicas que no estáis dando el máximo de vosotras!— nos empezó a regañar el entrenador. —Este set lo hemos perdido, pero no pasa nada. Vamos a ponernos las pilas y a ganar el siguiente—. Se giró hacia mi y me dedico unas instrucciones.— Livy sé que no te gusta fintar, pero si ves la oportunidad hazlo, porque tienen un hueco gigante y harás punto seguro.

Asentí intentando aparentar seguridad, pero lo cierto es que no quería hacer fintas. Yo había ya notado el hueco que el equipo rival dejaba en el centro cuando yo colocaba, pero soy muy mala haciendo fintas, no se me da bien engañar al rival. Es mi punto débil.

El árbitro pitó, indicándonos que debíamos ya salir al campo. Nos habían ganado el primer set, pero como había dicho Marcus, solo necesitábamos espabilar para ganar este. El equipo de los chicos aplaudió desde la grada cuando entramos al campo. Miré hacia las gradas intentando encontrarlo a él. Cuando lo encontré le dediqué una sonrisa confiada, él me guiñó el ojo y me devolvió la sonrisa.

Salimos al campo con confianza, podíamos ganar este set, solo teníamos que jugar bien. Choqué la mano con Carmen que estaba a mi lado y me mentalicé.

—¡Va chicas! Le cortamos el saque a la primera— dije en voz alta para que mis compañeras me oyeran y di unas palmas para animarlas. La número 3 del otro equipo estaba preparada para sacar. En el anterior set había visto que tenía un saque muy potente y nos había costado mucho conseguir recibirlo bien por lo que había conseguido anotarnos varios puntos seguidos. Eso había influido mucho en el marcador y en nuestro ánimo y en parte es por eso que había perdido el primer set.

El árbitro sopló el silbato y la chica del saque potente golpeó con fuerza el balón. "Lo tenemos controlado" pensé al ver que el balón se dirigía hacia Sophia, la libero. Abrí los ojos sorprendida, Sophia había fallado la recepción. Pensé que había sido un golpe de suerte que el saque fuera dirigido a nuestra libero, pero me di cuenta de que el otro equipo lo tenía todo preparado al ver la sonrisa triunfante en la cara de la número 3. Estaban buscando hundir nuestra confianza, y habían empezado con la de Sophia.

"No voy a dejar que esto ocurra" pensé.

—Sophia está bien, no te preocupes, el siguiente lo conseguimos recibir— animé intentando evitar que su autoestima callera en picado. Ella cambio su expresión triste, frunció el ceño y asintió de forma segura.

Sonreí asombrada por la capacidad de concentración de nuestra libero. Si querían hundirnos deberían de haber empezado con un objetivo más fácil, Sophia podía ser bajita, pero era también la más peleona.

La número 3 volvió a sacar, el saque volvía a ir dirigido a Sophia. Iba con una velocidad increíble, era un saque con salto y se veía bastante difícil de recibir, y probablemente acabarías con los antebrazos rojos después de recibirlo.

Nuestra libero sacó los brazos para recibir, pero el balón le dio en los antebrazos y salió disparado hacia atrás siendo imposible de salvar.

El equipo contrario se unión en vítores y aplausos, cosa que solo hizo que nuestro ánimo bajara aún más.