Penal | Dibu x Enzo

2. Por ese error de penal

Apenas llega al cuarto del hotel, busca ropa y su toalla para ir a bañarse y despejarse un poco. Quería tener la cabeza fría, no podía seguir imaginandose cosas que no eran correctas. El problema es que él no tiene suerte en la vida, porque cuando se da cuenta, su compañero de cuarto ya estaba ahí. Sabía que iba a preguntarle por qué actuó así.
Se apresura para irse al baño y evitar esa situación que le revolvia el estomago. Pensó que fue más rápido en abrir la puerta del baño y pensó mal porque Emiliano ya estaba detrás suyo, cerrando la puerta enfrente a él, impidiendo que huya. El arquero estaba tan cerca suyo que podia sentir su respiración, Enzo para este punto ya tiene la piel de gallina y el nerviosismo a mil.

—¡Dale! Escuchame un ratito, no te vayas.

El arquero lo agarra de los brazos para girarlo hacia él y que lo mire de frente. Su miradas se encuentran, Emiliano nota la incomodidad de parte de su compañero y le muestra una mirada de confusión. Realmente no entendia su reacción, ya que era más que común que hagan chistes entre ellos.

—¿Por qué estas tan serio, hermano? ¡Calmate, boludo! Yo estoy re bien, no sé de que querras hablar.

Enzo larga una risa que se escucha en todo el cuarto. Tenía una maestria en fingir demencia. Emiliano no puede evitar sonreir ante tal reacción, pero se mantiene firme con su postura.

—No te hagas el otro. Mira, no quiero incomodarte, de verdad. Es más, te vengo a pedir disculpas porque siento que me pase un poco y lo que menos quiero es que te sientas mal.

Uff que hombre.

Es lo primero que piensa, pero rapidamente niega con la cabeza para concentrarse en la situación actual. Sus palabras eran sinceras, Enzo lo sabe, tampoco está enojado. Solo con él mismo, por ser tan obvio con sus sentimientos.

—Deja de hacerte la cabeza. Ya se que es joda, esta todo bien.

Trata de hablar con tranquilidad, pero su voz temblorosa lo deja expuesto.

—¿Entonces por qué te noto tan tenso? En serio, si te molesta algo me lo podes decir.

El más chico no sabía qué hacer. No tenía idea que se iba a encontrar en una situación así, donde no sabía que responder, que hacer, porque justamente resurgieron sentimientos que supuestamente ya no existian. Quería controlar su cuerpo y sus emociones, pero no le estaba funcionando.

—Enzo...

Suaviza su voz para tranquilizarlo.

—Te juro que me siento re mal porque fue un día lindo siento que arruine el ambiente.

Emiliano ya no tenía idea de que más lo podía ayudar en esta situación. En parte se arrepiente demasiado de haber sido tan impulsivo hace un rato.

La mirada apenada de su compañero hace que aparezca un sentimiento de culpa. Tampoco quería verlo así. Decide que es momento de enfrentarlo. Era al pedo que se quede pensando que hacer cuando no se le venía nada que lo ayude a la mente. Aparte, tenía bien en claro que su compañero lo iba a joder hasta que le diga la verdad.

—¡No te pongas tan serio que me vas a hacer sentir mal a mi!

Sonríe para calmarlo y sigue hablando.

—Pasa que vengo maquinando desde hoy en la tanda de penales y estoy en otra, por eso no sabía ni qué hacer cuando esos boludos se pusieron a joder y bueno, cuando vos te acercaste, pero ya sé que es una joda.

Tira la primera excusa que tenía a mano, pero al parecer había funcionado porque el arquero ahora le sonreía.

—-Te quiero pedir perdón por eso también. No era momento para hablar lo del penal. Viste que yo a veces jodo mucho y no sé cuándo parar.