Persiguiendo a ese alfa [Finalizada]

capitulo 3

<Anfitrión, despierte. Alexa está intentado abrir la puerta> [Dejarla que haga lo que quiera, solo no permitas que entre] cubre su cuerpo con la manta, todavía quiere seguir dormido un poco más.

—¡Seth, abre la puerta maldita sea!—¿Cuando cambio las cerraduras?—¡Seth!

Alexa seguía gritando a todo pulmón, pero Seth. Ni siquiera podía escucharlo, el estaba entrando el quinto sueño. El único que podía escuchar sus ladridos era el pobre Sistema que esta por quedar sordo.

—Alexa, no es momento para estar jugando.

Expresó con irritación, Héctor. Héctor Allen es un hombre con elegancia, una mirada pervertida de color Gris oscuro. Para ser un viejo de 50 años, su cuerpo sigue fuerte como el de un toro, no hay arrugas en ese atractivo rostros. Alexa es como estar viendo de joven, a Héctor.

Seth es diferente, el saco los rasgos faciales de ambos Padres, eso lo vuelve más que solo atractivo, pero su familia le dice que es un mounstro. Por el simple hecho de tener ojos de diferente color.

—Ya es tarde. Seth aún no se ha levantado, sin el, ¿Cómo empezaremos su clase?

Cuando dice clase, se refiere a obligarlo a tener relaciones sexuales en la sala. Es como una tradición familiar, una asqueroso tradición.

—¡Seth!—No hay respuesta—¡SETH!—Grita pero tampoco hay respuesta.

Héctor intenta abrir la puerta, es imposible. No podré hacerlo cuando, Miel es quien lo está impidiendo, así intentarán derribar la puerta, no podrán entrar.

—¡Seth!—Este mocoso, ¿Que lo volvió tan valiente? No debí de darle un día libre ayer, tendré que usar mi carta—Seth, si no abres la puerta, no me culpes por lo que haré con Stanley.

<Están amenazado con desquitarse con su prometido> [Me vale dos hectáreas de estiércol de gato, no es como si a ese desgraciado no le gustará ser tomado por el padre e hijo]

Algunos Omegas quieren que los dejen de ver cómo siempre mercancía, mientras que otros usan su casta para salir adelante. Esta bien que lo hagan, pero que no dañen a nadie en el proceso.

—¡Pueden hacer lo que quieran, ya no me importa. Y no iré a trabajar, ahora dejen de molestar pedazos de mierda!—Esto es muy habitual en esta agradable y hermosa familia Allen.

Seth fue directo al baño, hacer sus necesidades diarias. Luego tomaría una ducha para ir a una florería, la primera reunión con Christian, no puede ir con las manos vacías.

—¿Nos acaba de maldecir?—Pregunta Alexa, con incredulidad.

Seth no iba a fingir ser un hijo reprimido, temeroso, y el no iba a cumplir los deseos de la supuesta familia que ahora tiene. Nadie más que sus verdaderos padres, eran dignos de que él, los llame papá o mamá.

—¡Jajajajaj!

La sonrisa de Héctor fue escalofriante. ¿Estaba Feliz o molesto? Eso es un misterio. Alexa no le pareció en nada que, Seth. Este altanero.

—Desde hoy, está prohibido que salga sin autorización—Dejo de insistir en abrir la puerta, camino hacia la sala—Interroga a George....

—¡Ponerle una mano a mi guardespaldas!—La mirada de Seth, es sedienta de sangre—Esten preparados para perder una de sus manos—Violentas feromonas penetra su naríz—No lo olviden, soy un mounstro. No tienten a su suerte.—Asota la puerta con brusquedad.

—¿Padre? ¿Que debemos hacer?—Apreta sus puños.—Ese no es el Seth, que conocemos. Debemos deshacernos de el.

Un perro sin correa no es bueno, puede morderte y matarte sin remordimiento. Sabíamos que un día algo así pasaría. Seth siempre fue y será un niño bueno que no le gusta herir a las personas.