Ambos inconcientemente se habían dado la espalda (sin vestirse) con un gran caos en sus cabezas, incrédulos antes los recuerdos pinchando su cerebro que de por sí, ya duele lo suficiente por la resaca como para tener que lidiar con esos recuerdos que parecían ser balas impactado contra su cráneo.
‹¡Demonios, en serio me deje someter por alguien como él! Ni siquiera puse tanta resistencia y solo me dejé manosear. ¿Eres yo quién gemía de esa manera y pedía por más?.... Agh, que vergüenza.› Cubre su enrojecido rostro.
Lucio no podía creer que esa persona toda lasciva de sus recuerdos era él mismo, aferradose a Farid de esa manera. Muy posiblemente que Lucio no se vea al espejo por uno mes ya que, estaba seguro que no vería su reflejo sino que al yo de sus recuerdos perdido en la excitación.
No es él único en sentirse tímido, Farid está en las mismas solo que Farid por un motivo totalmente diferente. Él había quedado embobado tras recordar las expresiones de Lucio, tanto que sintió su boca reseca y la erección mañanera se hizo presente (aunque ya pasan de las 10 am.) Por lo que discretamente llevo sus manos a su entrenamiento, queriendo ocultar su emoción.
‹¿En qué demonios estoy pensando?› La punta de sus orejas son de roja escarlata. ‹¡Cómo es posible que yo, me emocioné de está manera al recodar la expresión tan lasciva en el rostro de Lucio! Sus ojos cristalizados mirándome con reproche eran tan adorable...› Se quedó estático al escuchar los latidos de su corazón.
No podría negar esa agitación en su corazón por mas que lo quiera, no podía porque sus oídos logran captar cualquier sonido o conversación a unos cuantos metros de distancia y su corazón no estaba tan lejos.
—¡Maldición!—Exclaman al unísono, dando la media vuelta.
Se miran fijamente, proceden a empuñar sus manos en un feroz puño. Listos para empezar una batalla interminable donde uno de ellos tenía que olvidar lo sucedido para poder estar en paz.
En vez de hablar tenían planeado dejar que sus puños lo dijeran todo, más bien era una excusa de esa forma saldrían de ese ambiente tan incómodo porque no tenían ni idea de como sacar un tema de conversación, sin embargo lucha fue detenida e interrumpida mucho antes de empezar al escuchar la puerta abrirse.
En ese instante tanto Lucio como Farid corrieron ha agarrar una sábana para envolver el cuerpo del otro, no tenían planeado y mucho menos que querían que alguien más viera el cuerpo desnudo del otro.
—¡Youssef!
—Asi que ya están despierto—Expreso con sus manos cubría sus ojos, no quería ver algo que sus ojos no podrían borrar después.—Háganme el favor de ducharse y luego ir a comedor.—Pidio amablemente.
Tuve que venir a la habitación porque sentí una perturbación e incremento de energía, supuso que eran ellos dos, quienes seguramente tenían toda la intención de romperse la cara en vez de hablar como personas civilizadas.
¿En qué época cree que estamos viviendo como para comportarse al igual que un neardental? Estamos en el espacio por amor a Dios, entonces no pueden solo hablar con sinceridad. Ponerse a meditar, analizar sus complicados sentimientos.
—Darse prisa antes de que se enfríe la comida porque no tengo la intención de volverla a calentar—Les hizo saber, dando la vuelta en busca de la salida de la habitación.
—Youssef esto es...
—Toda está bien, no has violado ninguna regla de convivencia. Te lo dejo pasar porque es el vice-capitan de la flota halcón.—Ve a Farid—Espero que se haga responsable y no ignore lo que en verdad quiere, vice-capitan Farid.
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Persiguiendo a ese alfa [Finalizada]
General FictionSeth, un vicealmirante cansado de hacer el mismo trabajo de siempre, tomo un gusto por la lectura omegaverse. En una de esas tantas historias que leyó, se enamoró de un personaje que, creyó ficticio. Sabía que era estúpido, pero aún así no logró evi...