Capítulo 12

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Las chicas deshicieron los clones de sombra cuando sintieron que el chakra se acababa, no sólo a ellas, sino también a los chicos, quienes tuvieron que deshacer los "ataques gigantes" por falta de chakra.

Recordemos, que el poder que poseen los muchachos no es el original, por lo tanto Gaara y Naruto no podían pedirle chakra a su respectivo biju.

— ¿Dónde están? —murmuró Sasuke para sí mismo, mirando a todas partes buscando señal de la peli-rosa y sus amigas.

No se veía a nadie, y Yuna no avanzaba al portal por inseguridad de que ellas aparecieran y esto sea una trampa.

— ¡Busquen, rápido! —ordenó la ahora peli-roja groseramente—. ¡Neji! ¡¿Por qué rayos no usas tu Byakugan?! —lo reprendió.

El joven de ojos perlas activó su técnica especial y comenzó a buscar.

Sin embargo, lo dejó de hacer al sentir presencias a su lado. Ladeó la cabeza junto con sus amigos, viendo a las chicas, y las reales, no los clones.

Los seis muchachos enseguida sacaron sus armas y las amenazaron.

— Guau, tranquilos, fieras —habló Sakura con sus brazos cruzados—. Venimos a entregarnos —miró a Yuna—. Puedes tomar nuestro poder.

— ¿Qué? —Yuna puso los ojos en blanco—. ¿Entregarse? —ellas asintieron—. ¿Cuál es el truco? —preguntó estando preparada para cualquier cosa.

— No hay ningún truco —Temari dejó su abanico en el piso y alzó sus manos en señal de paz. Todas repitieron sus dos acciones—. ¿Ves? No tenemos nuestras armas y nuestras manos están alzadas para no hacer jutsus.

Yuna se acercó, pero Hinata detuvo su paso con las siguientes palabras:

— Vamos a darte nuestro poder, si los liberas a ellos —puso condición, señalando al rubio y a sus cinco amigos.

— ¿Tengo que hacerlo? —preguntó en tono de queja.

— Bueno, si ese es el caso, nosotras podemos...—

— ¡NO! —interrumpió Yuna a Ino—. Lo haré —dijo de mala gana, seguidamente de eso chasqueó los dedos y los seis shinobis cayeron desmayados en el piso, su ropa de ninja fue remplazada por los esmoquin que antes cargaban para el baile.

Las chicas abrieron los ojos sorprendidas, miraron a Yuna, y cuando TenTen estuvo apunto de reclamar, Yuna la interrumpió:

—Están bien —dijo—. En unos minutos despertarán. Bien, cumplí mi parte... ¡Es hora de cumplir la suya! —gritó corriendo a Matsuri y poniéndole la mano en su cabeza, después, una luz café salió de ésta y envolvió la mano de Yuna. Al terminar de robarle su poder, Matsuri cayó al suelo como si le hubieran quitado todo el chakra posible—. ¡Jaja! ¡El poder Uchiha se siente tan bien! —garantizó riendo como una loca.

Luego se acercó a Temari y así sucesivamente hasta llegar a Hinata, todo el poder que ellas tenían Yuna se los había quitado. Las seis se encontraban en el piso sumamente debilitadas, levantarse es lo que menos pueden hacer, sus trajes ninja desaparecieron y volvieron a su ropa de gala.

Yuna estaba presumiendo y fantaseando con su poder nuevamente completo, y fue ahí donde los ojos del rubio se abrieron con lentitud, y no sólo los de él, sino los de sus amigos también. Tardaron un poco en analizar la situación, pero cuando lo acabaron de hacer, con sus pocas fuerzas trataron de levantarse del suelo.

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