... Solo quiero que estés bien... (Vegeta x female reader)

Capítulo 14: Imposible

De vuelta a la cueva de los sobrevivientes, todos se habían quedado satisfechos gracias al exquisito banquete que les habían llevado. Un año tuvo que pasar para que pudieran volver a probar los sabores de la comida que tanto anhelaban. Tanta fue la saciedad de su hambre que la mayoría de los humanos se quedaron dormidos. Sólo unos cuantos habían quedado despiertos para hacer guardia. Fue entonces cuando Goku y Trunks decidieron que ya era hora de reunirse con Vegeta para llevar a cabo el plan, de lo contrario si llegaran a esperar más tiempo puede que Black los sorprendiera y de paso eliminara a más gente inocente.
Así, Goku y Trunks recorrieron el pasillo que llevaba hacia la entrada. Vegeta había esperado por bastante tiempo, y cuando llegaron con él tenía el hombro derecho recargado en la pared de la "puerta", de modo que les daba la espalda a ambos. De igual manera, tenía ambos ojos cerrados y como de costumbre se encontraba pensativo.
Al parecer, estaba tan entretenido en sus propios pensamientos que perdió la noción del tiempo.
Pero, ¿qué era lo que rondaba en la cabeza del príncipe? Pareciera que se volvió una costumbre, pero esta vez era necesario. Pensar sobre Kenna no debía ser algo en lo que el Saiyajin debía enfocarse, sin embargo lo hacía.
*Vegeta:- ... -Sin darse cuenta había sonreído un poco mientras cerraba los ojos. Al estar consciente de lo que hacía, se integró en seco.- ¿Pero qué diablos me pasa?- frunciendo el ceño y llevando sus dedos índice y medio al entrecejo, intentó desviar sus pensamientos y borrar esa sonrisa que se había dibujado en su rostro. Sin embargo, sin que pudiera predecirlo llegó a su mente aquel último momento qué pasó con aquella saiyajin: "Al parecer no importan las veces que te diga que no fue tu culpa, seguirás sintiéndote mal por algo que estuvo fuera de tu control."
Resignándose, se dejó llevar por las palabras que resonaban en su cabeza una y otra vez. Esas últimas palabras que Kenna expresó realmente habían hecho eco en el alma del príncipe.- En verdad... es una saiyajin muy valiosa...- Al darle vueltas a las preguntas que inevitablemente surgían dentro de él, se dio cuenta de lo que le ocurría. Sabía que eso no era normal.- Maldita sea ¿Acaso... me estoy enamorando de la hermana de Kakarotto?- Por fin había puesto sobre tela de juicio esa posibilidad, sin embargo sabía que el asunto no terminaba ahí.- No, no puedo enamorarme. No de nuevo. No voy a volver a pasar por eso. No quiero volver a sufrir y sentirme débil, y tampoco quiero que nadie más muera por eso. No puedo enamorarme de Kenna, simplemente no debo.- Sin darle más vueltas al asunto, ya había decidido sus sentimientos. Además, tenían un asunto más importante por el que preocuparse.

*En la mente del príncipe*
Vegeta se culpaba por todo lo que ocurrió en el pasado con Bulma. Piensa que su muerte es producto de ser distante con ella. Confió en que quizás el tiempo lo ayudaría a superar por su cuenta aquella trágica experiencia, pero se equivocó, y no había día en el que no se culpara por haber dejado ir lo único que lo había salvado cuando estaba en su peor momento (haber perdido todo tras la batalla contra Frezzer, y sentirse opacado por Goku). Con Bulma había comenzado a ver las cosas de otra manera, ya que la trataba como una igual sin importar su complejo de superioridad. Quizá alguna vez tuvieron una conversación real, una donde Vegeta le dijo cómo se sentía después de lo qué pasó con Freezer (el hecho de sentirse inferior a Trunks y Goku, porque este último consiguió en un día lo que el batalló por obtener durante toda su vida). Cuando muere Bulma, Vegeta pierde esa única relación que había forjado. Se da cuenta de que realmente le había tomado cariño, y que sin importar las veces que la alejaba (porque creía que acercarse y tener más atenciones con ella lo haría blando y débil), al final sí la quería. No es sino hasta la llegada de Kenna que Vegeta puede desahogarse. Ella fue la única, después de Bulma, con la que Vegeta pudo hablar. Tuvieron que pasar años para que el príncipe pudiera recuperar una relación así.
Kenna le hizo ver que no siempre puedes tener todo bajo control, y qué hay circunstancias que no podemos evitar. Estuvo para él en los momentos de mayor pesar, dándole un hombro en el que apoyarse.