one shots de algunos de los integrantes de la scaloneta (selección argentina)
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jugadores:
davo xeneize (especial)
neymar jr (especial)
enzo fernández
leandro paredes
dibu martinez
julián álvarez
lionel messi
paulo dybala
gonzalo montiel
rodrigo...
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❪ 👥️️ ❫
Estar enamorada de dos personas al mismo tiempo me estaba comiendo viva. Peor era porque ambos eran amigos y estaban enterados de que estuve con los dos.
Era tipo triángulo amoroso esto.
Como lo odiaba.
Suspiré, decidida a hablar con Lean y Rodri para aclarar las cosas. No quería que su amistad se desmoronara solo por mí y ya estaba enterada de que las cosas entre ellos estaban tensas.
<<—En cualquier momento se cagan a piñas en el entrenamiento, posta te digo, boluda —me dijo Enzo un día que estábamos tomando mates con facturas.
—No sé qué hacer. Te juro que trato de elegir, pero me gustan los dos —suspiré, harta de la situación.
—Vos también sos sonsa, mamita, sos sonsa. ¿Cómo te los vas a garchar a los dos si sabías que eran amigos? Encima, te los seguiste chamuyando. Sos pelotuda mal. Pero de onda te lo digo eh —agregó cuando vio mi cara de orto.
—Mejor cállate —finalicé y seguí comiendo>>
Respiré hondo y les mandé un mensaje a cada uno. El mismo mensaje para los dos, simple, cortante.
"¿Podemos hablar? Vení a mi casa"
Y ahí estábamos los tres. Yo parada, al frente de los dos mientras que ellos se encontraban sentamos en el sillón del living de mi apartamento.
Uno en cada esquina. No se miraban, se ignoraban. Y eso a mí me mataba.
—Escuchen... —empecé a decir pero Rodrigo me interrumpió.
—Ah, ¿hay alguien más acá? Pensé que era una mosca la que me molestaba.
Quedé dura.
Si se cagaban a trompadas en mi casa yo me subía arriba del ropero y no salía más.
—Boe, a ver si cerras un poco el orto, gil —la contestación de Leandro me dejó más dura que antes.
Rodri dio vuelta la cabeza para mirarlo.
—¿A quién le decís gil, buitre?
Uh.
Se estaba picando, y a mí no me salían las palabras de la boca. Se me había hecho un nudo en la garganta.
—¿Buitre? Que caradura de mierda que sos; si yo estuve primero con ella así que no vengas a hablar cagadas.
Cuando vi que Rodrigo estaba por levantarse, con claras intenciones de chantarle una piña, reaccioné y lo empujé para que se sentara de nuevo en el sillón.
—¡Callense, mierda! Que inmaduros que sos, dios mío. No tienen 15 años, pedazo de pelotudos.
Los dos me miraron atentamente. Rodri no dijo nada y bajó la mirada; Lean, en cambio, me miró fijamente con esos ojazos que tenía y habló.
