especial 150k ❪ davo xeneize ❫

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—¡GOOOOOOOOL! —me levanté de mi asiento y grité el gol que la araña había metido. Poniendo a River en ventaja. Marcando el 1-0 contra boca, el clásico.

Cuando la euforia salió de mi cuerpo, me senté una vez más en el asiento de la tribuna y respiré agitada, con emoción.

Mi novio y yo habíamos ido a ver el clásico los dos juntos, pero había un pequeño problema: él era de boca y yo de river.

Nunca me molestó eso. Sabía perfectamente que los clubes no tenían nada que ver en nuestra relación.

Pero Davo pensaba todo lo contrario.

Y por la manera en la que su rostro había adoptado una expresión de enojo, pude saber que nada bueno seguiría.

Traté de no llevar el apunte a lo que le había molestado (que era que yo hubiera festejado el gol) y quise tomar su mano. Tratando de que las cosas no se pusieran tensas.

Pero él se safó del agarre con brusquedad y murmuró algo de mala gana, con la mirada enfocada en la cancha y el ceño fruncido.

Eso me afectó.

Siempre me afectaban esas actitudes.

Podré haber sido exagerada, pero bueno.

La sonrisa que tenía dibujada en mi cara se fue desvaneciendo de a poco hasta quedar totalmente seria.

Ya ni ganas de estar ahí me daban.

Y Davo notó mi cambio de humor solo cuando no festejé el segundo gol de river. Me miró y alzó una ceja.

—¿Este no lo festejas? —su tono de voz me molestó aún más; así que, chupandome todo un huevo, me levanté y comencé a caminar, decidida a salir del estadio.

Me enojé más, sabiendo que él no me iba a seguir porque le importaba mucho más Boca que nuestra relación, fue así desde un principio. Pero no podía hacer nada, sabía muy bien en lo que metía cuando me puse de novia con él.

Salí del estadio sin importarme que todavía faltara el segundo tiempo. No es como si tuviera tanta plata para desperdiciarla de tal forma, pero simplemente no quería estar ahí. No quería.

Respiré, tratando de calmarme y cambiar mi cara, pero me pegué tremendo susto cuando sentí que me agarraban del brazo con fuerza para frenarme y darme vuelta.

—¿Qué te pasa? Todavía falta el segundo tiempo —dijo mi novio con el ceño fruncido y soltandome el brazo.

Me había seguido...

—¿En serio me preguntas que qué me pasa? ¿Posta sos así de pelotudo? —cuando me enojaba no medía mis palabras, así que le dije todo de una—. Ya me está cansando esa inmadures tuya de agarrartela conmigo por cosas que te molesten; y hoy fue el colmo, Davo, fue el colmo. Me trataste así en público, ¿vos entendes eso o no te llega el agua al tanque? Ya bastante grande sos para saber separar un juego de nuestra relación. Y sí, ya sé que te importa muchísimo más Boca que yo. Me lo dejaste en claro desde antes de que fuéramos novios. Me lo dejaste en claro el día de mi cumpleaños, que no fuiste a la cena porque jugaba tu amado boca. Me lo dejaste en claro el día que te iba a presentar a mis papás, que me cancelaste a último minuto porque te habías olvidado que jugaba boca también. Me lo dejaste en claro el día que cumplimos un año, que te olvidaste por estar enojado por el resultado de un partido. Y me lo dejaste en claro ahora, que solamente porque festejé un gol me trataste así. Pero ojo, cuando vos festejas un gol y te pones insoportable, yo no te puedo decir nada, yo te entiendo y te sonrío por más de que mi club pierda. Así no son las cosas, Davo. Madura un poco, por favor.

ONE SHOTS ❪ scaloneta ❫ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora